Capítulo Diecinueve

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Incluso cuando me encontraba extremadamente feliz por convertirme en la futura esposa de Alexander, todo empezó a desmoronarse a mi alrededor luego de la propuesta de matrimonio. Vomitar en la casa del tío de Alexander, no había sido la última vez, y no me sentía orgullosa.

Jude y la banda nos habían sorprendido, bueno, por lo menos a mí, cuando aparecieron en la pelea de Alexander y cuando éste había levantado mi mano para los reporteros que nos habían atacado luego de la pelea y mostraba el anillo con enorme diamante en mi dedo, no pude estar más feliz en aquellos momentos.

—Come— ordenó Alexander cuando empujó un tazón de ensalada de frutas con yogurt hacia mí. A diferencia de la carne, la ensalada de fruta no me hacía querer vomitar, quizás era porque esto era saludable y mi subconsciente lo sabía.

Comí un poco, sintiendo la penetrante mirada de Alexander observándome.

—Más— nuestro viaje a Las Vegas había sido días atrás, bastante tranquilo, aunque extrañaba nuestra habitación en su casa, la sentía más personal, más nuestra. Nada a como sentía la habitación del hotel.

Alexander tomó mi mano donde llevaba la sortija de nuestro compromiso, era algo que siempre hacía, especialmente cuando nos encontrábamos en público.

—Sigo diciendo que es muy grande— le dije llevando el tenedor hasta sus labios para que comiera un poco de frutas.

—Con un diamante de ese tamaño es para mostrar el dedo a cada segundo— escuchamos a Roxanne.

Alexander se inclinó y besó mi cuello, sentía la sonrisa en su boca mientras sus labios tocaban mi piel.

—No lo alientes— le dije a Roxanne mientras sonreía. —Oye— protesté cuando Alexander empezó a mordisquear mi cuello.

—Me encanta tu olor— susurró con voz ronca en mi oído antes de erguirse nuevamente.

Todavía faltaba una semana para la próxima pelea de Alexander y tres peleas más para el final de la temporada. No podía creer lo rápido que pasaba el tiempo, viajar junto a mi novio se sentía la cosa más natural del mundo.

—¿Ya tienen la fecha de la boda, pequeña Lexi?— preguntó Rowan quien llevaba en su espalda a Sabine al tomar tomaba un poco de plátano de mi plato, haciendo que lo mirara feo por tomar mi comida. —Pareces una pequeña gata a punto de saltar a mi garganta por solamente tomar un poco de tu fruta— dijo con una sonrisa burlona.

Había estado mirando revistas de novia con ayuda de Roxanne, y aunque aún no teníamos fecha para nuestra boda, me gustaba ver los trajes de novia.

—Deseo esperar hasta que termine la temporada— le dije. —Me gustaría que fuera en Charlevoix— observé a Alexander quien me observaba con atención.

—Todavía falta para el final de la temporada— dijo mi novio. —Podemos ir y casarnos...

—Alto ahí— lo detuve. —No tendremos una boda exprés, deseo hacer las cosas bien— una arrogante sonrisa tiró de la comisura de su boca.

—Estamos en Las Vegas, pequeña Lexi. Pueden sacarle provecho— dijo Rowan.

—Dios no quiera. No quiero una boda en Las Vegas. Quiero casarme con el hombre que amo rodea de las personas importantes para nosotros y un cura de verdad. No uno vestido de Elvis Presley con aliento a alcohol.

—No se hable más. Lo que mi chica quiera le daré— dijo Alexander pero el sonido de su teléfono nos interrumpió.

Lo miré tomar la llamada y levantarse para alejarse hacia la habitación para así poder hablar.

Falling with you  (F.F.L #2)Where stories live. Discover now