Capítulo Treinta y uno

32.5K 2.3K 565
                                    



Amanda fue la primera en acercarse y felicitarme cuando mi ahora esposo finalmente me dio un poco de espacio. —Sabía que te casarías con él y terminaría siendo la madre de sus bebés— me dijo con una grande sonrisa y solamente pude reír. —Nunca perdí las esperanzas en ustedes dos— sus palabras me recordaron a mi madre, sin embargo, no lloré, sabía que ella se encontraba cuidando y protegiendo.

—Me harás llorar— le dije, pero ella solamente sonrió y retrocedió para permitirle a Holly y Kristtel felicitarme.

—Te dije que tenías las manos ocupada con él— dijo Kristtel, sonriendo y no pude estar más de acuerdo.

Cuando Rowan se acercó a felicitarme mi mirada cayó a sus pies, observando a las dos pequeñas réplicas del mejor amigo de mi ahora esposo. El moreno me abrazó pero sentí lo tenso que se encontraba, sin duda seguramente estaba guardando la compostura para no hacer una escena en la boda.

—Perdónala, por favor— supliqué cuando me abrazaba. —Necesitas escucharla.

—No puedo, pequeña Lexi— susurró con voz ronca en mi oído.

—Vamos, Kennedy. Suéltala— escuché la protesta de Kayden. Rowan se separó y me encontré rodeada por el primo de mi esposo.

—Si quieres nos escapamos, no sé, piénsalo— me susurró Kayden con voz juguetona y luego lo escuché quejarse, alguien lo había golpeado detrás de la nuca.

Observé el serio rostro de mi esposo cuando su primo me dejó libre y le sonreí, pero solamente conseguí que arqueara una ceja. Se veía demasiado perfecto con aquel traje de chaqueta hecho a la medida y el entrecejo fruncido.

—No te acerques mucho— protestó Alexander con voz desagradable. —Es mía.

—Guarda las pelotas, chico. Siempre lo fue— fue entonces que desvié la mirada para encontrarme con la verde de Jude quien se encontraba junto a Alexander. —Señora Finlay— una coqueta sonrisa adornó sus labios antes de acercarse y abrazarme, haciendo a Alexander gruñir.

—Eres su felicidad— me dijo antes de separarse.

Finalmente, cuando me encontré junto a mi esposo fue cuando salimos de la iglesia mientras todos se marchaban en sus respectivos autos para la recepción. Ver como Rowan se inclinaba y tomaba a cada gemelo en brazos fue una imagen digna de robar el aliento. Ambos niños parecían solamente tener ojos para su padre y observar como Amanda permanecía apartada hizo doler mi corazón.

Escuchaba a los de SOH, especialmente cuando felicitaron a Mark por ser abuelo, no podía negar que eran sus nietos, esos ojos azules no solamente eran herencia a su hijo, sino que éste los había heredado a sus hijos.

—¿Qué sucede?— la voz de Alexander llamó mi atención luego de ver como Rowan junto a Kayden y la banda tomaban una limusina, y luego Amanda, separada de sus hijos tenía que marchar con Holly.

—No quiero que Rowan la separe de sus hijos— sentí unos labios detrás de mi cuello y me sonrojé ya que el chofer mantenía la puerta abierta para nosotros.

Alexander no dijo nada, solamente dejó un beso en mi oído y me obligó a entrar a la limusina para luego seguirme. El bebé se movió apenas su padre deslizó una mano sobre mi vientre y cuando nos observamos, supe que no había ningún otro lugar donde deseara estar.

—Te amo— susurré antes de buscar sus labios y besarlo, las grandes manos se deslizaron hasta mi cintura mientras la lengua masculina se hundía entre mis labios, robando mi aliento.

Falling with you  (F.F.L #2)Where stories live. Discover now