Capítulo Veintitrés

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Apenas habíamos regresado al apartamento me excusé con Roxanne y encerré en la habitación, todavía me estremecía ante el recuerdo de Jace observando la camioneta, él me había visto y estaba segura que no era a la Range la cual miraba, él me observaba a mi desde donde se encontraba.

Me había acurrucado bajo las cobijas, intentando que el apenas olor de Alexander me cubriera y recordando su rostro, sus ojos verdes y el cómo me sostenía en sus brazos.

Recordaba todo, el cómo había terminado con Jace sobre mi cuerpo, forcejeando, Jace golpeándome hasta que me desmayé y luego despertando en el hospital sin ninguna clase de recuerdo de Alexander. Recordaba el como había echado a Alexander de mi cada y deseaba llorar por ello.

El sonido del celular me obligó a sentarme y buscar en mi bolso, observé el número y vi la foto de Alexander; era viernes, él tenía una pelea aquel día, se supone que me llamaría antes de la pelea, siempre era así, según Roy, la determinación de Alexander aumentaba mientras tuviese que esperar para poder hablar conmigo antes de la pelea.

—Hola, tú— susurré cuando me llevé el teléfono al oído y me recosté nuevamente.

—Hola, tú— el sonido ronco de su voz rápidamente apartó el recuerdo de Jace. —¿Sucedió algo que me quieras contar?— por su tono supe que no era nada referente a mi cita con el psicólogo.

—Jackson te llamó— suspiré y él no dijo nada, confirmando mis palabras. —La cita con el psicólogo fue bien, no me sentí incomoda como antes— confesé. —Cuando salí de la consulta, creo que vi a...— me mordí el labio inferior, recordando las palabras de Alexander, del cómo me había encontrado, del cómo había encontrado a Jace sobre mi cuerpo y lo que sucedió después.

—¿A quién viste, gatita?— me preguntó y aunque su voz fue cuidadosa, no lograba ocultar el tono fuerte y demandante.

—Vi a Jace— la línea se quedó en silencio y luego escuché un fuerte estruendo acompañado de la voz de Rowan y la del entrenador.

—Voy para allá— escuché luego la ronca voz de mi novio y segundos después la negación de Roy.

Pude escuchar en el fondo de la línea a Alexander y Roy, se escuchaban discutir y luego la voz de Rowan también se unía a la discusión hasta que ya no logré escuchar nada.

—Hijo de puta— fue la maldición de Alexander cuando regresó al teléfono. —Juro que lo asesinaré si vuelve a acercarse a ti— amenazó con voz fuerte y letal.

—Estoy bien— intenté tranquilizarlo, Alexander no necesitaba saber el miedo que sentí al ver nuevamente a Jace. —Jackson de seguro está cuidándome— intenté sonar relajada, sabía que él necesitaba aquello.

—No quiero que salgas a ningún lugar sin Jackson y Blake, gatita— me dijo.

Asentí y dije: —Entendido, capitán. No saldré sin ellos, incluso, Roxanne me acompaña para donde voy— dije.

—¿Incluso a ese almuerzo con ese hombre?— Dios, Jackson y su lengua larga, pero no me sorprendía, me sorprendía que hasta ahora lo mencionara.

—Fue un almuerzo, Holly y yo necesitábamos hablar con él— dije.

Alexander no dijo nada durante unos segundos y pude imaginar su rostro con el entrecejo arrugado y sonreí.

—Bueno, si quieres hablar con él invítalo al apartamento— gruñó entre dientes y tuve que morderme el labio inferior por lo que estaba por decirle.

Falling with you  (F.F.L #2)Where stories live. Discover now