Falling with you (F.F.L #2)

Capítulo Veinticinco

—No le dije nada, Lexi— me dijo Manda, no había logrado hablar con Holly desde lo sucedido y de aquello hacía cinco días, tampoco había hablado con Kristtell pero ésta me dijo que la había visto triste. —Deja de preocuparte— me dijo, quitándome la revista para observar el vestido de novia que había llamado mi atención.

El vestido era hermoso, pero con mi vientre en crecimiento, necesitaría algunos ajustes, me froté el vientre ante la idea, este había crecido en las últimas semanas, ahora tenía tres meses con dos días de embarazo, me aterraba la idea de estar sola cuando empezara a moverse, quería que Alexander compartiera aquello, sabía que era duro para él observarme detrás de una cámara.

—Me gusta— dijo Amanda. Ella había ido al apartamento todos los días desde su llegada, lo cierto era que deseaba conocer a sus hijos, pero no la presionaba, lucía diferente.

Amanda siempre fue confiada en el pasado, hubo un tiempo cuando tenía dieciséis años que estuvo distraída, ni siquiera la podía tocar, esto le espantaba, y entonces todo cambió repentinamente, no era la amiga que conocí, ya no hablaba de Matt, el chico que según ella era el amor de su vida y sería el padre de sus hijos, no, ahora hablaba de cualquier chico, nunca de amor, solamente hablaba de ellos como si tener algún sentimiento fuese lo menos importante.

—Sabes, estaba recordando cuando cumpliste dieciséis— le dije y ella me observó con atención. —Los chicos casi matan a ese chico en el restaurante— sus primos realmente cuidaban de mi mejor amiga, Amanda hubo empezado a llorar cuando un chico le tocó la mano por accidente y ellos prácticamente saltaron sobre el pobre y amenazaron.

—Para ese tiempo estaba pasando por un problema— dijo y desvió la mirada avergonzada.

—¿Con Rowan?— ella no respondió, solamente tomó mis manos y apretó.

—No del todo— confesó. —Estuvimos juntos. Rowan y yo. Él era mi Matt, fue lindo mientras duró.

—Estabas muy feliz en esa época, digo, antes de cumplir los dieciséis.

—Odiaba a Rowan— bufó pero sabía que mentía. —Ligaba con todas las chicas— estaba celosa solamente al decir aquello. —Pero fui tonta y me enamoré. Prometo contarte todo, solamente necesito saber cómo hacerlo.

—Tienes que contarme absolutamente todo— la hice prometerlo y lo aceptó.

Dos semanas después pude regresar a las consultas con el psicólogo y también viajé con Amanda a Detroit en busca de apartamento para ella, fuimos a algunas casas abiertas para ver algunos, y aproveché para visitar a Maggie, era una mujer amable, sabía porqué el primo de mi prometido amaba a esa mujer, Kayden estaba en la universidad por lo cual no pude verlo, él definitivamente no había estado de acuerdo en su pelea con Alexander pero no había como enfrentar a mi novio.

Hablaba con Alexander todas las noches, cada vez faltaba menos para la pelea contra Shadow y él se encontraba listo para ponerlo a comer tierra, esas habían sido sus palabras, me encantaba verlo. Las náuseas cada vez eran menos, lograba mantener los alimentos en mi estómago y las visitas al psicólogo estaban dando resultados, sin embargo, cuando el psicólogo me había mencionado la posibilidad de que encontrarme rodeada por el mundo de Alexander hubiese sido el responsable de mi recaída, tuve que aceptarlo. Recordaba la mujer con el tipo de Skull of Hades, el cuerpo de ésta, las fanáticas de las peleas de mi novio. Alexander no necesitaba que estuviese celosa de las mujeres que lo deseaban, yo no debía sentirme insegura por ello, era yo su novia, la que llevaba a su bebé, su futura esposa.