CAPITULO DIECIOCHO "UN NUEVO DESPERTAR"

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Abre los ojos despacio; la luz de un nuevo día se asoma por su ventana gira su cuerpo cubriéndose hasta la cabeza con las mantas.
Hoy era un día duro mucho trabajo, tenía el día lleno de citas con posibles prospectos a ventas.

Era la primera vez desde que empezó con él micronegocio que les pasaba, no había visitado a tantos clientes como ahora, el negocio tal parecía iba progresando y más ahora qué el banco había autorizado el préstamo para ampliar su negocio; con sus ideas y el apoyo de su mejor amigo Dan la empresa pronto crecería.

Otra razón que lo tenia loco de felicidad era la llamada que con tanto anhelo espero llegó por fin la noche anterior.
Cristina depósito la cantidad final ya podía comprar ese anillo qué tanto le gustó en la joyería y así poder formalizar su relación.

Están seguro del paso que quería dar él había cambiado por ella y para ella; el hombre frío y mujeriego quedó atrás dando paso a un hombre con amor sincero dispuesto amar y ser amado, nunca en su vida imagino que esa mujer fuera Miranda y fue un imbécil por no aceptarlo y perder tiempo tan valioso sin ella... tiempo que no estába dispuesto a perder más por fin se le declararía y sería una verdadera familia.

Perezosamente se levanta de su cama su chica no estaba en casa últimamente brillaba por su ausencia y discutían por todo pero, él estaba seguro que era el estrés lo que la tenía en ese estado. Tenía mucho trabajo atrasado su historia no estaba a tiempo y la mayor parte del tiempo lo pasaba con Diana.

La notaba distante pero confiaba en que todo se resolviera y sólo fuera exceso de trabajo.

Le toma todo su esfuerzo para no volver a la cama y acurrucarse debajo de las cobijas, se obliga en ir a la ducha y arreglarse para su nuevo día y cumplir con sus obligaciones.

-Alejandro Permíteme un minuto de tu tiempo -Dan sale de su oficina en cuanto ve a su amigo, tenía excelentes noticias por darle, su rostro hablada por el -Tengo una noticia que darte

-Espero que no sea que... serás padre -sonríe dándole una palmada en su espalda para animarlo hablar.

-Eso nunca pasará... -lo señala con su dedo índice -Hablaron del banco -rodea el escritorio localizando los documentos que están en el escritorio -Mañana tenemos la cita en el banco nos darán el dinero.

-Grandioso -era una excelente noticia, cuando les autorizaron el préstamo no pensaron que fuera tan rápido.

-Sólo hay un detalle... -toma la carpeta y se la pasa a su amigo -verás piden... el préstamo... no puede estar a mi nombre.... como tampoco el negocio -toma asiento inclinándose hacia él -Para todos yo tengo que parecer tú trabajador -lo ve Atentamente un instante para luego continuar explicando -No puedo, no debo tener propiedad alguna tengo que parecer un completo idiota ¿verdad?

-¿Tu padre? -Dan asiente con la cabeza con una mirada de tristeza y un rostro lleno de decepción.

Su padre era una buena persona o lo era cuando no bebía porque cuando lo hacía no le importaba tomar, robar o vender hasta su propia familia si eso le garantizaba una botella de licor y crédito en las casas de apuestas; si no fuera por Dan y Alejandro el negocio familiar no existiría y la familia estuvieran en la calle.

-Alex, mi padre se escapó del centro reformatorio y ahora tengo miedo, temo por la seguridad de mi madre y mi hermana él no puede... no debe enterarse que este negocio va a flote.

-Al punto Dan, no le des más vueltas al asunto -mueve las manos animándolos a continuar, no entendía a qué punto quería llegar el quería ¿cerrar el negocio? ¿vender? No ¿qué pasaría con él y su futuro?

-Está bien amigo, tú has invertido tiempo y cariño a este negocio si yo conozco el área es gracias a ti. Eres el primero en llegar y el último en irse y siempre buscas opciones o ideas para mejorar y ampliar este negocio. Así que quiero, no, me gustaría que tú te hicieras cargo de todo esto. -sonríe esperando su respuesta.

-Pero ya me encargo, de eso se trata mi puesto ¿Cuál es la diferencia? -le desesperaba eso de su amigo, siempre se andaba por las ramas buscando ser cauteloso y a él le gustaban las cosas directas sin tanto rodeo... al punto.

-¡Quiero que seas el presidente! Mi socio si.... Eso me suena mejor, quiero que seas socio de esta franquicia y te hagas cargo del proyecto que tenemos por el cual tanto has trabajado... es tuyo.

-¿Porque? -frunce el ceño

- Y ¿porqué no? ¿quién mejor que tú? Confío en ti, sé quien eres Y de lo que eres capaz.

-¿Tú qué vas hacer mientras? ¿Cuáles son tus planes? Dime la verdad ¿qué está pasando?

-Yo tengo mejores planes verás.. Me voy a Costa Rica -se recarga en su asiento con la mirada perdida en sus pensamientos.

-Dime ¿qué hay en Costa Rica? ¿Que requiere tu presencia?
-pregunta curioso ante las palabras de su amigo.

-Tengo cosas por resolver allá, mi padre dejo propiedades y algunos negocios es por eso que necesito ir para resguardar lo más que pueda; no sé cuánto tiempo me tomé -suspira soñador -Acepta mi propuesta, tú eres el indicado para llevar esto por buen camino yo...

-Maldito desgraciado, es por una mujer -confirmó sus sospechas al ver la sonrisa traviesa en su rostro; lo conocía mejor que nadie y si él buscaba una mujer no era cualquier mujer -Está bien, acepto tu propuesta -dijo en tono decidido se levanta de su asiento para estrechar la mano de su socio y así cerrar el trato.

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-¡Cariño tengo algo que contarte! -Marca al teléfono de Miranda de camino al estacionamiento moría de ganas de contarle la nueva noticia a su chica pero ella lo detiene y le dice:

-Alex -la voz alterada de Miranda de tiene su paso -¡ven al hospital inmediatamente! -su rostro pierde color, sus piernas parecen gelatina da dos pasos más adelante y se toma de la pared para tratar de mantener el equilibrio algo le pasa a Diana.

-¿Qué pasó? ¿que tiene mi hermana? ¡Contéstame Maldita sea Miranda!.. - levanta la voz recargando la frente en lo fresco de la pared.

-Alex... -su voz sonaba rota no permitiendo que las palabras salieran con fluidez -Sólo es que... ¡Diana despertó! -su hermana por fin despertó, después de más de un año en coma por fin había abierto los ojos. Guarda su teléfono en su bolsillo sin siquiera verificar si mira da estaba en la línea, respira profundamente tratando de tranquilizar a sus desbocado corazón, con la cabeza un poco más tranquila y el corazón hinchado de felicidad corre a su auto con dirección al hospital.

Holaa

¡Diana por fin despertó! Yei Espero que les haya gustado el capítulo
Espero tus votos y comentarios que me encantan leerlos
con mucho cariño
a n n y💋💋

























Más allá de tu MiradaWhere stories live. Discover now