CAPÍTULO TREINTA Y SEIS

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Era consciente de que se estaba metiendo en problemas ajenos... Qué se estaba volviendo una "Metida" pero no lo hacia de mala voluntad. Lo hacia por amor hacía ellos.

Sí, y como buena amiga se sentía con la necesidad de ayudar y apoyar si así fuera el caso.

Y estaba segura que este lo era. Maximiliano estaba enamorado hasta los huesos de Yuliana, entonces ¿por que diablos se comportaba así? ¡Hombres! Tan brutos, mientras más enamorados más primitivos parecían ser.

—No se de que me estas hablando -Maxi le dice a la defensiva desviando su atención  para ver de mala gana como baila Yuliana en la pista con un Rubio que se pegas más a ella.
Miranda pone los ojos en blanco, pero si era evidente.

—Eres un Idiota Maximiliano, has las cosas bien. Acepta que sientes algo por ella; que estas loco por estrecharla entre tus brazos y probar esos labios. -"si es que no lo ha hecho" pensó —Eso es lo primero que tienes su hacer, y después declararle tu amor. -toma de su mano para transmitirle confianza y hacerle saber que ella estaba con él y no en su contra.

-Diana me llamo -cambia de tema, Miranda hace una mueca de disgusto por cambiar tan cobardemente el tema. Pero no le iba a insistir... No por ahora.

—¿Como esta? -toma su mojito a medio terminar.

—Miranda, Diana tiene que venir. Hay una junta con un cliente muy importante y solicito su presencia. No la podré demorar por mucho tiempo. -le confiesa apenado por no poderla ayudar más.

—Lo sé, también me llamo. No te preocupes Maxi que llegue cuando tenga que llegar. Se que te pedí que trataras de  evitar su visita pero estoy segura que hiciste lo que pudiste. -sonríe nerviosa.

El saber que Diana podría llegar en cualquier momento le ponía ansiosa. Si ella se enteraba de su ubicación se la podría pasa a Alex y él... Pero que boberías estaba pensando, Alejandro no vendría a buscarla. El esta de lo mas feliz viviendo su sueño de una familia feliz en su casa perfecta. Seguramente ya la había olvidado.

—No tienes que preocuparte de su visita. Tiene un viaje a N.Y y temo que pasara una temporada por allá. Tendrás tiempo para que tú te  recuperes y termines tus proyectos. La fecha de estreno se acerca ¿como vas con el libro?

El libro... suspira con pesar al recordar que el libro estaba mal. No tenia cabeza para eso...

—Miranda como es posible que no lo tengas listo -le reprende. Estaba sorprendido con la actitud de esa mujer... Nunca, nunca se había comportado tan irresponsable en su trabajo... Él no podía dejar que siguiera así y que pusiera en riesgo su trabajo, no ella tenia que salir de esa situación y ¡Ya!

—Estoy presionada... Tengo una etapa difícil. -trata de sino se fuerte y no soltarse a llorar en frente de él.

—Miranda, -llama su atención —Todos, -hace un ademán con las manos señalando a la gente que le rodea —Todos tenemos problemas, pero lo importante es como los afrontamos y tú... -le señala con el dedo índice —Mi querida amiga no lo estás haciendo. Tu no eres una cobarde ¿por que te estas comportando de esa manera?

Miranda lo ve anonadada. Maximiliano hablándole se esa manera... ¡Era irreal! Aunque le dolió; todas y cada unas de sus palabras fueron ciertas tan ciertas como un sacerdote dice su sermón.

Se estaba comportando como una cobarde y ella no lo era y se lo demostraría. Tenia un deber con su trabajo y con ella misma.. Era más que su trabajo lo que estaba en riesgo, era su integridad y su esencia.

El escribir la llenaba de satisfacciones inigualables era liberar sus locuras, abrir su mente y permitir que otros se llenaran de ello.
Escapar de su realidad y crear otros mundos paralelos a este.

Más allá de tu MiradaKde žijí příběhy. Začni objevovat