CAPÍTULO 20

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Dolor e indignación era lo que sentía, había caído tan bajo rompiendo la promesa que le había hecho
¿Cómo podía seguir con eso? ¿con qué valor la vería la cara? ¡mierda idiota imbécil! Con que facilidad le había fallado, no podía recordar nada de lo ocurrido ¡Nada! Pero eso no cambiaba las cosas el recordar como se dieron las cosas no cambiaba el resultado.
¿Que le diría a Miranda cuando le cuestione el por que no llegó a dormir? Disculpa no llegue a dormir porque dormir en otra cama ¿cómo lo tomaría ella?

¡Maldita sea! El la amaba Entonces ¿por qué lo había hecho? Será su subconsciente recordándole lo miserable que era, lo ingenuo que había sido al creer que podía tener una vida normal y feliz.

De una cosa estaba seguro no se merecía a una mujer como Miranda; ella se merecía a alguien mejor que él... alguien que no hiciera esas bajezas que la respetar hasta con el pensamiento, esto nunca le había pasado y nunca imagino que le pudiera pasar a estas alturas del partido; pensaba en su relación y en su futuro ya había comprado el anillo que con tanta ilusión busco en varias joyerías hasta dar con el indicado.

Y todo...¿ para qué ? Ya podía dar por terminada su relación ella nunca le perdonaría algo así.

El dolor de cabeza era enorme sentía que le estallaría en cualquier momento; llega al estacionamiento del bar donde estaba su coche le liquida la cuenta al taxista.

Baja con la idea de ir adentro y hablar con Pablo así podría aclarar unas cuantas cosas y confirmar la historia que Cristina le contó, no era que desconfiara de su historia sólo que él no era así, nunca había debido hasta quedar inconsciente y con Amnesia.

Recuerda cada palabra dicha por Cristina esta mañana:

-Tranquilo bebé; nada de esto pasó nadie tiene por qué enterarse....yo no diré nada
-camina por la habitación.

-Cristina, yo... -Alex se detiene con la mirada perdida ¿cómo pasó? Lo único que recordaba es estar en el bar y después de eso nada.. -Cristina ¿cuando llegaste al bar? No recuerdo haberte visto y ¿cómo llegué a tu casa? -frunce el ceño, lleva sus manos a la cabeza con cansancio

-Bueno el tipo del bar ... me marcó y fui al bar por ti -le confiesa tranquila mirándolo a los ojos

-¿Cómo es que te marcó a ti? No lo entiendo ¿como él tenía tu número?

-Bueno... Yo te marqué primero, pero no me respondiste y después... el cantinero me regresó la llamada y me dijo el estado en el que estabas y fui por ti... después las cosas se pusieron algo densas -muerde su labio mientras acaricia los botones de su camisa.

-No, no lo entiendo... yo .... ¿Y mi abrigo? ¿mis cosas? ¿dónde están? -busca con la mirada en toda la habitación

-Tus cosas, me imagino que están en donde todo empezó
-comenta con diversión -En la sala -sale de la habitación en busca se sus cosas quería revisar su celular.

-Cristina, -la llama con vos
fría -Quiero que tomes en cuenta que lo que pasó... -libera sus pulmones el aire que tenía contenido. -Estaba ebrio, mucho de hecho porque no recuerdo nada, pero yo sé que eso no es pretexto para justificar lo que te hice -comienza a caminar en círculos por la sala buscando las palabras exactas con desesperación sólo quería salir de ahí.

-Alejandro -llama su atención camina hacia él pasándole la camisa a sus manos, ella ya traía su bata puesta -No pasa nada tranquilo, es hora de que te vayas a tu casa... con tu mujer olvidemos todo esto... yo estoy comprometida o bueno lo estaba, pero eso ya lo solucionaremos y tú -le señala -Amas a esa chica esto no pasó nunca, ahora... ¡vete! -abre la puerta de su casa invitándolo a la libertad.

Más allá de tu MiradaWhere stories live. Discover now