CAPÍTULO TREINTA Y NUEVE

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                ~• [DIANA] •~

—Hola, ¿como te encuentras hoy? -saluda con una sonrisa en su rostro. Le encantó saber que iría a visitarlo.

—Mejor que tú. -contesta secamente. Camina hasta la silla que esta a un costado de su cama. Con elegantes movimientos se acomoda en el asientos cruzando sus piernas y colocando sus manos en el regazo.

—Pensé que no vendrías. -el tono triste que sale de su boca desarma por completo a Diana, baja su mirada hacia sus manos pensando en sus próximas palabras.

—Al final de cuentas eres mi Padre. Así que, no podía negarme. -le ve a los ojos. Eran palabras quizá duras, pero así ella era. -¿Para que querías verme? -va directo al grano. Apunto estaba de ir al aeropuerto y tuvo que cambiar el vuelo para mas tarde. Por que de que volaba hoy para Costa Rica volaba.

—Hija. Me estoy muriendo, pocos días me quedan de vida y quiero, no. Necesito arreglar los documentos para reconocerlas como hijas. -Diana frunce tanto el entre cejó que parecía tener solo una ceja. -Arreglar el testamento. La herencia -comentaba mas para si mismo, recordando todo lo que tenía que hacer y el poco tiempo que tenía.

—Lo siento, pero yo no pienso cambiar mi apellido por el tuyo. Ya tuve un padre y los pocos recuerdos que tengo de él vivirán en mi consciencia y corazón por siempre. -orgullosa de sus orígenes pone su frente en alto. No le importaba si sus palabras sonaban crudas. Sentía que era una traición a ese hombre que la trato y amo como sangre de su sangre.

—Lo entiendo. -hace una pausa observando la sábana en su regazo. —Aun así estarás en mi testamento. Serás una heredera al igual que tu hermana -termina por decir. Diana frunce el entre cejó confundida ¿hermana? Tal vez tuvo hijos en su matrimonio pasado, era lógico. Pero estaba equivocado si pensaba que su amor estaba en venta.

—Yo no tengo hermanas. La única que tengo es de alma y por que yo la elegí. -se levanta de su lugar acomodando su ropa y pasando la correa de la bolsa por sus hombros. Ya era suficiente de estar en ese lugar donde no se sentía segura.

—No sabes nada ¿verdad? -la forma en que lo dijo detuvo su paso plantando la semilla de la curiosidad. ¿A que se refería? ¿habían mas verdades a medias?
—Diana.. Tienes una hermana... ¿No te lo dijo Miranda? -Satisfecho con su comentario observa como la duda pasa por su rostro desequilibrando su seguridad. Le gustaba verla frágil, angustiada. Solo así ella regresaba a él.

—¿De que estas hablando? ¿Qué tiene que ver en todo esto Miranda? No entiendo -vuelve a su asiento con el entre cejó marcado.

—Ven hija; te contaré una historia....

~•~•~•~•~•~

—Diana ¿te encuentras bien cariño? -Draco le cuestiona al verla entrar con cara lúgubre. Sin pensarlo dos veces y en tres zancadas llega con su mujer. Se le veía mal, pálida y con los ojos rojos por las lágrimas.

Ligeramente la sacude por los hombros, tratando con ello de traerla de vuelta a la realidad.

Diana poco a poco enfoca la mirada en su marido quien la ve con preocupación.

La noticia que su "padre" le había dado le dejo deslocada, fuera de sí. Tenía que estar fascinada y emocionada con la idea de tener a una hermana de sangre, pero no era así.
Sino todo lo contrario se sentía engañada traicionada por las personas que más amaba ¿qué otra cosa le ocultarían?  Ellos conocían la verdad desde años atrás y le negaron la dicha de poder disfrutar de una hermana. Ella tenía todo el derecho de saber la verdad y mas cuando esa verdad la incluía. Ahora mas que nunca necesitaba ir a Costa Rica y enfrentarse con Miranda tenerla frente a frente y exigir la verdad.

—¿Arreglaste los papeles?¿ Ya están las maletas listas? -cuestiona con la voz apagada a su marido. Él con un asentamiento de cabeza le confirma que todo estaba en orden, Diana continua: —En unas horas abordaremos el avión hoy mismo salimos a Costa Rica.

—¿Por qué tanta prisa muñeca? Y ¿por qué estás tan alterada? ¿qué fue lo que te hizo ese hombre para que estés así? Sólo mírate -hace un ademán con su mano para señalarla —Estás tensa y te ves abrumada. -toma de su mentón con la firmeza necesaria para obligarla a levantar su rostro y verla directo a los ojos enrojecidos por las lágrimas contenidas.

—¡Miranda es mi hermana!
-confiesa en un hilo de voz. Draco la ve con sorpresa e incredulidad.

—Eso... ¿No te gusta? -le pregunta aún sin entender bien lo que pasaba.

—¡Claro que sí! -contesta sin dudarlo. —Es sólo que ellos lo sabían... Y..

—Te sientes traicionada.
-termina la frase por ella, la conocía tan bien que se podía imaginar el dolor que sentía en esos momentos.

—Sí. Tengo tanta rabia.. ¿Por que lo hacen? No entiendo el por que ocultar la verdad. -dice entre sollozos.

—Muñeca tranquila. Sólo recuerda que pasaron muchas cosas, -toca su nariz con el dedo índice —Tu secuestro, el coma. Creo entender por qué no te lo contaron; -la toma por la cintura par encaminarla a la sala e invitarle a tomar asiento. —Las cosas llegan en su momento. Este es tu momento en el cual puedes asimilar la situación y poner manos a la obra no no te adelantes a los hechos es mejor esperar y escuchar su versión te aseguro nena que sea el motivo que los novioa ocultarte este hecho tan importante en tu vida fue por tu bien y para bien, con esto no quiere decir que justifiquen los medios, pero sí agradezco que te protegieran en su momento. Por que eso hacemos por las personas que amamos. "Protegemos a las personas que amamos" Así que deja de darle tantas vueltas al asunto y espera a hablar con ellos.

Diana abre y cierra la boca, no se le ocurría nada que decir. Draco tenia razón, ellos nunca harían algo para lastimarla.

—Odio que seas tan sabiondo -pone sus manos en jarras como una niña caprichosa.

—Y yo Odio que seas tan hermosa... Y aun así te acepto -se acerca a ella para de pivotar le un beso en su nariz. —¡Vamos! Tenemos un viaje que hacer.

Hola hola
Les dejo otro capitulo más.
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Me encanta leerlos
Con mucho cariño
Anny💋💋

Me encanta leerlosCon mucho cariñoAnny💋💋

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Más allá de tu MiradaWhere stories live. Discover now