CAPÍTULO 29

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—¿Están seguras que no quieren que las lleve? -pregunta por en décima vez con cara refunfuñón cruzado de brazos observando atentamente a las chicas de aquí para acá por toda la casa arreglándose para salir.
Por dios su van a ir al salón de belleza ¿que caso tiene arreglarse? Se cuestionaba al descubrir a Yuliana colocándose un brillo labial y ese perfume que le caracteriza, le recordaba las el aroma de las frescas flores de la primavera.

—Por ultima vez..-Yuliana asoma su cabeza por el marco de la sala para que le escuchara. —¡No!.. Es una tarde de chicas así que... Tú no puedes acompañarnos.

—P..pero.. Puedo ir por Tefy al aeropuerto.-aletea sus largas y espesas pestañas intentando con eso convencer a Yuliana.

—No, Tefy llegara al salón.-sonríe triunfante, casi caía en su trampa...casi

—¿Que haré solo todo el día? -pregunta torciendo la boca, no le gustaba estar solo, le recordaba cuando era pequeño y sus padres lo dejaban solo en esa enorme mansión. —¿No puedo hacer nada para convencerte de acompañarlas? Soy fuerte, puedo cargar todas las bolsas -sube y baja las cejas.

Yuliana abre la boca..pero la vos de Miranda la interrumpe haciendo que vuelva a cerrarla tan rápido que nadie se dio cuenta.

—Hay Maximiliano eres patético- suelta mirándose las uñas —Mira que rogar por un poco de compañía -mueve la cabeza de un lado a otro decepcionada. Se comportaba como un niño mimado y berrinchudo.

—¡Miranda! -Yuliana le reprende ¿como se le ocurría hablarle así?

—Esta bien.. Vayan y nos vemos antes de la fiesta o ¿también me van a privar de su compañía esta noche? -las observa con fijeza bueno a Yuliana que le regala la sonrisa más melosa que ha visto en su vida.

Esos dos jugaban con fuego pero uno de ellos ardería en llamas.

—Sí sigues de enfadoso tal vez es mejor que vayamos solas -le dice poniendo sus manos en forma de jarra.

Maximiliano abre los ojos como platos a causa de la sorpresa, se molestaría si ni la conociera a la perfección, emboza una sonrisa lobuna si a molestar se trataba el lo podía hacer mejor:

—Esta bien haber quien te presenta a cierta gente que cierta jovencita necesita para posicionar  su nueva historia -se recarga hundiéndose mas en el sofá satisfecho por su comentario.

—¡Mira nada más! El lobo enseño el colmillo -suelta una sonora carcajada en la que maximiliano se une inmediatamente a ella.

Yuliana los ve como si fueran de otro planeta, no entendía el humor de ellos.

~*~*~*~

Minutos después se encontraban en el punto de encuentro, una cafetería linda donde esperarían a la prima de Yuliana en frente de esta se encontraba el salón de belleza que estaba de moda.

A unos locales a la derecha había una biblioteca modesta era un tipo bazar del libro donde remataban libros viejos, ese tipo de lugar le encantaban a Miranda era como una isla del tesoro. Impaciente le comenta su idea de visitar ese local a Yul, pero se niega su prima esta por aparecer y no quería moverse de su lugar, así que Miranda va sola prometiendo no tardar.

Apenas con 5 minutos de haber llegando al lugar  ya contaba con cuatro libros bajo el brazo, estaba contenta, fascinada, hechizada... El ver y poder tocar esas portadas viejas de pasta dura, grandes y pesados libros de hojas amarillentas con mundos diferentes en su interior era Mágico.

Toma el libro mas viejo estudiándolo contemplándolo, tocaba las hojas y sonreía como boba, lo compraría eso no estaba en duda, el libro le llamaba le rogaba que lo abriera y leyera su interior y ¿quien era ella para rechazar esa oportunidad? Así que lo abre y comienza a leerle el primer capitulo levantando la mirada de vez en cuando para no golpearse con algo, pero algo dentro del libro la engancho tanto que olvido ver por donde caminaba chocando con algo haciéndola trastabillar e irse de espaldas, ante tal suceso su única reacción fue cerrar los ojos y prepararse mentalmente para el golpe que a continuación se daría... Pero el tiempo paso y no cayo, unas manos fuertes la tomaron por la cintura evitando su caída, fue su colonia lo que la hizo volver en sí, acerco los libros mas a su pecho por si se tratase de un ladrón aunque no creía que lo fuera.

—¿Esta usted bien? -una voz armoniosa y varonil hablo murió cerca de su oído ¿como paso eso?
Abre los ojos rápidamente haciendo consciencia, el esta muy cerca de ella y todavía mantenía sus manos en su cintura, frunce en seño el hombre que tiene delante de ella le sonríe de medio lado, una sonrisa pícara y traviesa.

Traga pesadamente y nerviosa trata de alejarse de él, pero el hombre misterioso al percatarse de eso reafirma su agarre no haciéndole fácil escapar de él.

Algo pasa entre ellos una fuerza descomunal los envuelve separándolos del mundo exterior.

Él la ve detenidamente fascinado por aquella chica distraída, tenía una boca libertina eso y ...¿que no haría con ella?
La ve como frunce la boca en un gesto de molestia, sus ojos brillan de rabia que lo llevaba de la mano con la pasión, entre ellos unos libros los separaban, robabandole  el calor de su cuerpo y eso le molesto, se sintió celoso por no ser él al que ella se aferraba con uñas y dientes, ¿que le estaba pasando? Apenas y la había visto y ya sentía esa necesidad, pero es que no le pasaba desde... No mejor no pensar en eso, se recriminó y con todo el poco control que tenía se obligó a separarse de esa mujer escandalosamente bella.

—S..sí - carraspeo aclarando su garganta —Estoy bien, disculpe yo...-el chico misterioso le sonríe haciéndole olvidar el hilo de la conversación —Estaba distraída y...-estaba nerviosa y eso no le pasaba nunca, ni cuando conoció a Alejandro ¿Que le estaba pasando? Toma el ante brazo del hombre misterioso con cautela lo separa de su cuerpo, retrocede unos pasos para poner distancia entre ellos

—Eso no importa... Solo digame ¿se encuentra usted bien? -su voz sale mas ronca de lo normal, lleva una de sus manos al hombro desnudo de Miranda, no lo pudo evitar la blusa que llevaba dejaba un hombro desnudo, sus dedos picaban por querer tocar y comprobar que tan suave era al tacto aunque también le encantaría saber a que huele y sabor tenía su piel.

—Yo...-separa sus labios para poder respirar mejor se sentía un poco fatigada y sorpresivamente  algo acalorada, su mano acaricia su hombro en una simple caricia pero ella lo siente denigró modo y sabe que tiene que apartarse su conciencia se lo recuerda, que mantenga su distancia y se de a respetar, eso le decía la vocecita de su cabeza, pero su cuerpo estaba en trance... Hechizado por ese hombre y tenia la sensación que haría y se dejaría hacer todo lo que él le indicase.

El hombre se acerca mas recuperando un poco del calor que ella le arrebato al alejarse.

—Tú... ¿Tienes nombre? -pregunta en un tono tan bajo que Miranda tuvo que posar su murada en sus labios para entender un poco mejor.

—Tú primero -susurra siguiendo el juego, el hombre se acerca más a ella hasta llegar a su oído y le dice.

—Erickson, pero para ti soy Erick -le dice tan bajo yo que sus palabras le hacen cosquillas por toda la columna vertebral y eriza su piel de la nuca.

Erick se aleja un poco solo para encontrar su mirada excitada y sus pupilas están obscurecidas del deseo y eso le complace en demasía por que el estaba que ardía por ella.

Hola hola
Wow Erickson eh 😏😏
Bueno les dejó otro capitulo
Con mucho cariño
Anny💋
No olviden sus votos y comentarios son muy importantes para mi

Más allá de tu MiradaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang