CAPÍTULO 31

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—¿Dan...Daniel? -Tenía años que no nombraba y embocaba ese nombre que le había cambiado la vida.

—¡Yuliana! -Dan se acerca con pasos agigantados extendiendo sus manos hasta llegar a ella y envolver su cuerpo con ellos —¡LIA! MI LIA TE ENCONTRÉ... 

Miranda observa la escena impactada a lo poco que había escuchado el era un amor pasado ¿quien lo diría?

—Disculpen uste...- una mano en sus labios evita que siga hablando Erick niega con la cabeza tomándola por el codo la saca casi arrastras del lugar cerrando la puertas tras salir de ahí.

—Hay que darles espacio... Tienen mucho por hablar -la acerca mas a él, le encantaba su aroma ¿Que diablos tenía esa mujer?

—Oye, te estas tomando demasiadas atribuciones para conmigo ¿no te parece? -le riñe soltándose de su agarre se acomoda su vestido girando sobre sí para tomar camino a la mesa.

—Miranda -Erickson le llama provocándole un escalofrío por todo su cuerpo.

Por un momento se plantea seguir su camino y fingir demencia y esa era una excelente idea así que continúa con su paso pero antes de dar vuelta para llegar al jardín en donde todo la gente disfrutaba de la velada una mano se aferra a su brazo con fuerza no tanto para lastimarla pero si lo bastante firme para guiarla.

Erick sonríe al ver como ella pretende salir airosa de todo esto, como si nada hubiera pasado entre ellos.

¡Mierda! Si esa mujer no hubiera llegado.... Si, la hubiera tumbado en la alfombra o en es sofá, le hubiera arrancado ese vestido con uñas y dientes de ser necesario.

Estaba loca él no era de los que se rendían tan fácilmente, con una  seguridad recargada va tras de su presa analizando el lugar que conocía bastante bien.

Era la casa de su abuelo dónde pasaba la mayor parte del tiempo así que la conocía como la palma de su mano, sin perder mas tiempo la toma por el brazo para encaminarla a un lugar más íntimo donde nadie los pueda molestar.

—¿Que haces? ¡Sueltame! -sin decir palabra con semblante serio y sus pupilas obscuras Erick camina con Miranda, no quería que se alejara de él sin saber mas de ella  ¿y si  desaparece? ¿Como la encontraría después si apenas y sabia su nombre?  —Ok ahora en verdad me estas asustanto -se aleja de él al darse cuenta que la puerta esta cerrada con llave.

Eso no era bueno, los dos encerrados con esa química sexual recién descubierta, no... Mejor que este alerta si no quiere después llorar por las consecuencias que puedan traer.

—¿Que es este lugar? -cuestiona mientras analiza el lugar con la mirada. Una sala de piel negra, un Mini bar al fondo,y un gran balcón con una vista espectacular o eso suponía ya que estaban el  tercer piso.

—Éste es mi lugar favorito, tiene una gran vista -señala en una clara invitación. Miranda asiente con la cabeza, pero no se mueve de su lugar. —Quería estar a solas contigo... Conocernos mejor -camina hacia ella —Pláticame ¿A que te dedicas? -la toma de la mano y la dirige a la sala.

Miranda lo complace tomando asiento. En su interior una vocesita le dice que eso esta mal, que saliera de ahí ¿Qué pensaría Alejandro de su actitud?.. ¡Idiota! Se da una cachetada mental. ¿Qué pensaría alejandro? Alejandro de seguro que ni la recuerda. Seguramente está tan emocionado en su papel de padre que ya no la .... Recordaba y ahí estaba ella dedicándole unos minutos de su tiempo... Recordándolo.
Idiota.. idiota.. idiota

Cierra los ojos evitando con ello que las estúpidas lágrimas salgan y delaten sus sentimientos. Los vuelve abrir un poco más tranquila y consciente del lugar y de quien la acompañaba.

Más allá de tu MiradaWhere stories live. Discover now