Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

7. El supuesto enemigo

[Namjoon]

Después de ver cómo mis amigos se quedaban en el patio de los dormitorios, intenté lanzarles una mirada suplicante, para que me salvaran de tener que compartir aire en la misma habitación con el estúpido de Jin y el inútil de Tae, pero ninguno de ellos me miró siquiera. En verdad, no entendía cómo me había metido en este lío todavía, ni entendía por qué debía "pagar" las consecuencias con la presencia del imbécil por el que Jackson se había ido.

Suspiré cansadamente mientras escuchaba la irritante risita de niño de Taehyung y la voz presuntuosa de Jin delante de mí. Ni siquiera estaba escuchando de qué hablaban, y entonces reparé en el hecho de que ninguno de ellos me estaba ayudando con los productos de limpieza para limpiar el comedor.

-¿Por qué tengo que ser yo quien lleve todo? -pregunté al aire, con la esperanza de que ellos me escucharan, pero ni siquiera me voltearon a ver -. Eh, princesa -grité, refiriéndome Jin -, ¿tu manicure no te deja ayudarme? -cuestioné, al ver que no estaba dispuesto a cargar con nada.

-¿Usas manicure, Jin-hyung? -le preguntó Tae riendo, mientras Jin hacía una expresión de molestia.

-¡Claro que no! -le dijo frunciendo el ceño. Entonces volteó hacia mí -. Y no te ayudo porque es tu culpa que estemos aquí -sentenció con indiferencia, para después volver a mirar hacia enfrente de nuevo.

-¿Mi culpa? -exclamé acercándome hacia él, caminando más rápido.

-Sí -dijo, mirándome directamente a los ojos, con una mirada que no pude descifrar -, tu culpa. Para empezar, fuiste tú quien no me dejó meterme entre Jugnkook y Yoongi, y luego me gritaste en la oficina del director, lo que seguramente lo enfureció más, haciendo el castigo más largo -explicó sin dejar de mirarme.

Aunque aquello era cierto, tampoco había sido totalmente mi culpa. Todos sabíamos que los culpables habían sido Jungkook y Yoongi, y de alguna manera nos habían arrastrado con ellos en el acto. Sin embargo, ya no le dije nada.

-Ya, dejen de pelear -nos dijo Tae, haciendo un puchero -. Mejor me hubiera ido con Jimin y Junkook -murmuró para sí, con la misma expresión.

Después de eso, caminamos en silencio hasta llegar al comedor.

-¿Por dónde deberíamos empezar? -preguntó Jin, observando el panorama que teníamos delante.

Las mesas blancas y redondas estaban sucias, llenas de comida y algunos envases de agua o jugo (noté que algunas, incluso, estaban manchadas con algún líquido pegajoso); el piso de cerámica también estaba manchado, como si las personas que habían comido ahí hubiera pisado alguna sustancia viscosa y hubieran estado caminando por ahí a propósito; las sillas blancas, por su parte, estaban desacomodadas, e incluso algunas estaban tumbadas en el suelo. Un desastre total.

-El comedor de las chicas está mucho más limpió -lloriqueó Tae, con el ceño fruncido.

-¿Y tú como sabes eso? -le preguntó Jin rápidamente, extrañado.

-¿Verdad que sí? -estuve de acuerdo con Tae, acercándome a él -. Los baños también son mejores.

-Y de las habitaciones ni se diga -siguió él, sonriendo. Por fin teníamos algo de qué hablar.

-Oh, ya lo sé. ¿Has notado que sus camas son...? -estaba comenzando a decir yo, pero Jin me interrumpió.

-¿Se pondrán a trabajar o seguirán hablando de sus perversiones? -preguntó molestó, mientras tomaba un trapeador y una cubeta.

-No es nuestra culpa que no te gusten las mujeres, Jin-hyung -masculló Tae, deshaciéndose de la emoción de minutos antes.

Jin sólo bufó y comenzó a fregar el piso.