74. Haciendo el amor

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[Namjoon]

Cuando escuché que la puerta del aula se abría y se cerraba, volteé con rapidez para ver de quién se trataba, percatándome de la ausencia de Jin ahí. Sabía que no había estado bien que nos burláramos tan descaradamente de él, pero no había podido evitarlo. Y es que se había visto tan malditamente lindo que, más que darme gracia, me dio ternura, por lo que mejor me fui a reír a un rincón, para que nadie se diera cuenta del calor que sentía sobre mis mejillas gracias a eso.

Sin dejar de reír, decidí ir por Jin, ya que presentía que no se había tomado demasiado bien nuestras burlas. Sabía que, aunque fingiera fortaleza, en el fondo era muy frágil, y estaba seguro de que necesitaría a alguien para no sentirse tan mal. Así que salí detrás de él, tomando mis cosas, sin decir nada, como él había hecho.

Al salir, no lo vi por el pasillo, así que me apresuré a llegar a las escaleras para alcanzarlo. Tampoco estaba por ahí, pero no me detendría hasta encontrarlo. La verdad, no habíamos vuelto a hablar acerca de nosotros desde aquel día cuando le había dicho que me gustaba, pero era porque no habíamos tenido tiempo a solas para eso. Sin embargo, compartíamos miradas y sonrisas de vez en cuando, pero eso era todo. Ni siquiera lo había besado, pero no era algo que me importara demasiado, aunque mentiría si dijera que no me había tentado a hacerlo.

El problema era que no sabía cómo acercarme a él de la manera correcta, ya que no lo había hecho antes. Recordaba que siempre intentaba conquistar a las chicas, pero para tener sexo con ellas, no para hacerlas mis novias, así que era algo que me tenía un poco nervioso. Estaba seguro que ya encontraría la manera y también sabía que él estaba esperando a que lo hiciera, porque no me había presionado, sino que parecía tomarse las cosas con calma, lo cual agradecía.

En fin, seguí corriendo para encontrarlo, pero no fue hasta que salí del edificio que lo vi caminando con rapidez hacia la casa, por aquel sendero. Sin pensarlo dos veces, comencé a correr hacia él para alcanzarlo.

—Jin —lo llamé, cuando estuve detrás de él, y después me puse a su lado, intentando recuperar el aliento por mi anterior carrera.

Él no contestó, pero tenía la mirada sobre el suelo, como apenado.

—Oye...

—Déjame en paz —me interrumpió, poniendo una expresión de molestia, pero sin dejar ese atisbo de tristeza en sus ojos.

—Lo siento, Jin —le dije, sin inmutarme ante sus palabras.

—Ya sé que no soy bueno en casi nada, mucho menos bailando, pero no era necesario que se burlaran tanto de mí —dijo, bajando de nuevo la mirada.

—No nos reíamos de ti —le dije —, nos reíamos de tu baile. Además —agregué —, tú eres bueno en muchas cosas. Eres una persona increíblemente talentosa.

—No lo soy —negó, caminando más rápido.

Ya casi llegábamos a la casa, pero no nos detuvimos en ningún momento.

—Claro que sí —aseguré, caminando a su lado. Como no contestó nada, tomé su mano con una de las mías, haciendo que se detuviera de repente, y la levanté hacia mis labios, besándola —. Para mí eres el mejor, princesa —murmuré, mirándolo con una pequeña sonrisa.

Noté que enrojecía más y desvió su mirada, avergonzado. Fue entonces que comencé a caminar hacia la casa, sin soltar su mano, trayéndolo conmigo, quien me siguió sin decir nada, como si no pudiera emitir ningún sonido por la sorpresa que le habían causado mis palabras.

No dejé de caminar y, cuando llegamos frente a la casa, saqué la llave, que no había regresado en ningún momento y la tenía en el mismo llavero donde tenía la de mi dormitorio, y abrí la puerta, dejando que él pasara primero, y luego entré detrás de él, cerrando la puerta, pero sin soltar su mano aun, por lo que no se alejó de mí.

Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora