Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

51. Sólo sexo

[Jin]

Me quedé un momento mirando mi móvil, mientras pensaba en lo que mi hermano me había dicho antes de colgar. Creía que no era una buena idea pasar la navidad con mi familia, ya que mis padres ni siquiera me habían invitado, así que realmente no me daban muchos ánimos de ir. Sabía que algo malo pasaría, que ellos me rechazarían. "¿Y si no es así?", resonó la pregunta que me había dicho Jung en mi cabeza, dejándome dudoso acerca de ello. ¿Qué debería hacer?

Estaba en la cocina, a donde había ido a parar cuando él me había llamado, dejando a Namjoon solo en la sala de estar, donde estábamos mirando una película; aunque, si dijera que realmente estábamos besándonos en el sofá mientras la película se reproducía sobre el televisor, creo que sería lo más acertado.

No sabía qué era lo que habíamos estado haciendo los últimos días, pero me gustaba, y parecía que a él también, hecho que me excitaba a sobremanera. Desde aquella noche en que lo habíamos hecho cuando yo estuve un poco enfermo, estuvimos haciéndolo, casi a todas horas del día, como si no pudiéramos saciarnos. Era algo extraño, porque lo que hacíamos sólo era sexo. Él, de vez en cuando, me decía que era adorable o cosas como esas, pero nada más. Nunca me había dicho que le gustaba o algo parecido, pero tampoco me importaba mucho.

En fin, debía pensar en qué hacer con la invitación tan insistente de mi hermano, pero era un gran dilema. Por un lado, si no iba, sabía que corría el riesgo de fallarle y de perderlo, esta vez para siempre, lo cual no quería; pero si iba, me exponía al maltrato psicológico por parte de mis padres, cosa que me preocupaba porque sabía que no tendrían piedad conmigo. Decidiera lo que decidiera, estaba jodido.

Fue en ese momento que sentía que Namjoon me abrazaba desde atrás, poniendo sus manos sobre mi cintura, apretando suavemente, mientras comenzaba a besar mi cuello ligeramente.

-¿Todo bien? -cuestionó, sin separar sus labios de mi piel, provocándome un pequeño escalofrío por su proximidad.

-Claro -contesté, cerrando los ojos para dejarme llevar por sus caricias.

Sentí que comenzaba a subir sus manos a través de mi cuerpo por debajo de mi camiseta, comenzando a jugar con mis pezones y mordiendo y chupando un poco mi cuello. Aquello me hizo soltar un gemido, pero él no se detuvo en ningún momento, sino que se deshizo de mi camiseta y la aventó por ahí, para después volver a mis pezones, aunque haciendo un camino de besos por mi hombro y deteniéndose un momento ahí, succionando la piel.

-Eres muy sensible cuando hago eso -murmuró, comenzando a lamer el área que había chupado antes.

Yo no contesté nada; en primera, porque si decía algo, seguramente mi voz saldría entrecortada; y, en segunda, porque realmente no tenía nada inteligente para decirle en aquel momento, simplemente no podía pensar con claridad, así que me quedé callado (o lo que mis gemidos me lo permitían).

-Pareces un poco tenso -comentó, deslizando sus manos hacia abajo, seguramente para dirigirse hacia mi entrepierna, donde ya había una gran erección -. ¿Estás seguro que no pasa nada? -preguntó, desabotonado mi pantalón y bajando la bragueta lentamente, respirando sobre mi oído, haciéndome estremecer.

-S-sí -balbuceé, intentando calmar un poco mi respiración, pero eso era imposible.

-¿Quién llamaba? -cuestionó, metiendo sus manos sobre mi pantalón, sobre mi ropa interior, tocando con suavidad mi miembro erecto, con lo que gemí de nuevo.

-Mi he-hermano -respondí, sintiendo que comenzaba a masturbarme.

-¿Te invitaba a pasar navidad en casa? -me preguntó, sin detener sus caricias.