95. Drama

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[Jungkook]

Iba a entrar a la clase de música, cuando recordé que había olvidado mis baquetas en casa, arriba del ropero, donde siempre las ponía todos los días al llegar. Qué estúpido. ¿Cómo se me pudieron haber olvidado? Ir sin ellas a la clase de música era igual a ir a la guerra sin armas, y estaba seguro de que si le decía al profesor que no las había llevado me bajaría puntos, cosa que no me convenía, ya que este ciclo escolar casi terminaba.

Como pude, después de la clase de rap, fui corriendo hacia la casa con mi mochila en mi espalda, sabiendo que Yoongi podría hacer cualquier travesura si la tenía en sus manos. Imaginaba que la llevaría al baño con él y la orinaría, o que la colgaría del segundo piso, o la tiraría del tercer piso, o también se me ocurría que se pondría a jugar futbol con ella. Sí, definitivamente no podía dejarla a su merced.

Al llegar a casa, me dirigí rápidamente a mi habitación y busqué la bolsa de las baquetas con la mirada sobre el ropero, pero no estaban ahí. ¿Cómo era posible? ¡Yo recordaba haberlas puesto explícitamente ahí! Como un loco, comencé a buscarlas por todas partes: dentro del armario, en la mesita de noche, en la cama, debajo de la cama... La busqué de tal manera que hice un cochinero en la habitación, dejando las ropas de cama sobre el suelo y las almohadas, así como nuestra ropa (mía y de Jimin).

Estaba desesperado, y sentí que mi corazón latía rápido porque sabía que la clase ya había comenzado, lo que significaba que me pondrían falta por hoy. Sin saber qué más hacer, me senté en la cama e intenté recapitular el día de ayer para recordar dónde las había dejado.

Mientras pensaba, escuché que la puerta principal se abría y se cerraba, y entonces se comenzaron a escuchar voces. Tal cosa me pareció de lo más extraña, pues se suponía que todos debíamos estar en nuestras respectivas clases, y al parecer alguien no lo estaba (además de mí).

Con cuidado de no hacer mucho ruido, me dirigí hacia la puerta y me asomé hacia el pasillo, pero estaba claro que las voces provenían de la sala de estar, así que comencé a caminar hacia ahí y me di cuenta, a medida que me acercaba, que aquellas voces eran de Tae y... ¿Jiwoo? ¿Qué hacía Jiwoo aquí con Tae? ¿Acaso estaban planeando tener sexo de nuevo a las espaldas de Hoseok? No entendía qué sucedía, pero estaba claro, por sus tonos de voz, que no estaban aquí precisamente para hacerlo... entonces, ¿qué pasaba?

Antes de salir definitivamente del pasillo para entrar a la sala, me detuve y me asomé por el borde, procurando que no notaran mi presencia.

—¿Por qué me has estado evitando? —le preguntaba la chica a mi amigo, quien ni siquiera la miraba a ella, sino que tenía una actitud indiferente, aunque, por el movimiento de sus manos, se notaba que estaba nervioso.

—Te dije que no te he estado evitando —dijo Tae, con voz inexpresiva.

—¿Entonces qué pasa? —insistió ella, comenzando a impacientarse.

—He estado ocupado, eso es todo —contestó, con el mismo tono de voz, y poniendo las manos sobre sus bolsillos, como si ya no las pudiera tener expuestas. ¿En serio Tae había dicho eso? ¡El desgraciado no hacía nada en todo el maldito día! En realidad, al llegar de la escuela, se iba a su habitación y no salía hasta que era hora de la comida, además de que últimamente estaba un poco extraño, como demasiado pensativo y perdido. Jimin y yo habíamos intentado hablar con él, pero no había querido hablar, e incluso había evitado el tema como si no fuera la gran cosa, asunto que mi novio y yo no lo tomamos tan a la ligera, aunque no habíamos podido averiguar qué era lo que le pasaba... hasta ahora.

—Mientes —le dijo ella, frunciendo el ceño. ¡Por supuesto que miente!

—No es así —negó Tae, endureciendo un poco su voz.

Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora