Beyond The Scene (Jikook, Yoonseok Y Namjin)

59. Regreso inoportuno

[Namjoon]

Los días pasaban con normalidad durante las clases. Me había dado cuenta de Rocky, el amigo de Hoseok, también estaba en nuestra clase de rap, además de que almorzaba de vez en cuando con nosotros, hecho que parecía molestar a Yoongi, quien lo veía con disgusto. Era obvio que estaba celoso, aunque ignoraba el hecho de si ellos ya habían hablado algo al respecto. Sin embargo, Hoseok parecía demasiado inocente, y tal parecía que Rocky ignoraba a Yoongi.

De todas formas, me daba igual. No es como si ese chico me desagradara o yo lo considerara como un amigo. Simplemente, para mí, era como un conocido, aunque un conocido muy agradable. Debía admitir que pasábamos un buen tiempo con él y que Jungkook no era tan molesto cuando él se encontraba cerca. Parecía que ellos dos se estaban volviendo buenos amigos, además de que Hoseok pasaba mucho tiempo con él.

Sabía que era cuestión de tiempo para que Yoongi dejara llevarse por sus celos, pero no pensaba ponerme a esperar por ello. Sabía que, en cuanto ese momento llegara, debía apartarme de su camino para no ser uno de los que saliera heridos en el proceso, aunque estaba dispuesto a darle mi apoyo, si es que él lo necesitaba. Pasara lo que pasara, no me importaba demasiado.

Creo que en lo único en lo que podía centrarme, era en el sexo que tenía con Jin. Sentía que cada vez me hacía más y más adicto a hacérselo, pero no entendía por qué. Siempre pensé que sólo se trataba de sexo y que lo que creía sentir por él, era algo que se iría con el tiempo, y hasta ahora no se había ido, sino que se había hecho más fuerte, lo que me preocupaba.

De todas formas, intentaba ignorar eso a toda costa y a convencerme con que simplemente me gustaba muchísimo tener sexo con Jin, y eso era todo.

Además, debíamos cuidarnos mucho, ya que, ahora que los chicos habían comenzado a sospechar que habíamos tenido algo en vacaciones por la llamada que Tae había hecho, teníamos que procurar no hacer demasiado ruido mientras lo hacíamos o que no nos descubrieran cuando, de repente, las cosas se calentaran en la cocina o en cualquier otro lugar de la casa en el que ellos pudieran vernos.

Por lo menos, teníamos nuestro cuarto, donde solíamos hacerlo cuando queríamos y cómo queríamos, siempre y cuando no hiciéramos demasiado ruido.

Hoy, por ejemplo, que ya había pasado la primera semana de clases, estábamos en nuestra habitación. Yo había comenzado a acariciar a Jin con lentitud debajo de la ropa mientras besaba sus labios con suavidad; y el me correspondía de la misma manera, acariciando mi cabello con sus brazos rodeando mi cuello, desde abajo.

Había estado pellizcando un poco sus tetillas, hecho que provocaba que él arqueara su espalda un poco, lo cual me excitaba cada vez más. Ya sentía la erección que tenía en mi pantalón, y también sentía la suya, ya que la rozaba con la mía de vez en cuando, haciendo que gimiera en voz baja.

Fue entonces que bajé mis manos hacia su entrepierna y comencé a mover mi mano sobre su miembro, masturbándolo. Él, para no emitir ningún fuerte sonido, mordió mi labio inferior con fuerza, pero no me molestó, sino que me excitó más, así que la masturbé con más rapidez.

Sentí que él estaba quitándome la camisa, así que me separé de él para acabar de sacarme la prenda, cosa que aprovechó para tumbarme a su lado y ponerse sobre mí, quitándose su camiseta también. Después se inclinó hacia mí y me besó con ternura, apenas rozando nuestros labios un poco, para separarse casi de inmediato y mirarme a los ojos de una manera extraña, mientras que una de sus manos comenzaba a acariciar mi mejilla con gentileza.

Percibí que los latidos de mi corazón se hacían más rápidos y que se revolvía mi estómago, por alguna razón, simplemente por la mirada que él estaba dándome. Parecía como si quisiera transmitirme algo con ella, pero no entendía qué, hasta que habló.