Capítulo 03.- Un sueño... un problema

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El llanto escurre de mis ojos, el dolor es intenso. Intento abrir mis ojos y ver qué sucede a mi alrededor, pero al hacerlo la luz era tan intensa que los cerré de inmediato. Escucho gritos de alegría a la distancia y repentinamente alguien me levanta del suelo.

La suave sensación de unas mantas limpiando mi cuerpo, así como aquella melodiosa voz persa que me tiene en sus brazos me da cierta tranquilidad. El dolor de usar mis pulmones parece desaparecer conforme pasa cada segundo.

No puedo explicarlo del todo, pero en ese momento, pase de un estado de sufrimiento a uno de completa calidez, era tanta la tranquilidad que llegue a sentir en ese instante que no pude evitar caer dormido.

Por primera vez desde que renací, desperté sin ver la baba rojiza a mi alrededor, por el contrario, ahora me encontraba en una habitación ligeramente oscura, no había ninguna fuente de luz que pudiera localizar, pero podía ver sin ningún problema.

Respire profundamente, solo quería sentir esa cálida sensación, y perderle el miedo. Como esperaba ya no había dolor, sonreí por inercia.

Con un buen estado de ánimo, es momento de comenzar a analizar este nuevo entorno. El lugar a mi alrededor era muy simple por lo que no tardé en observarlo todo. Estaba en una pequeña cuna de madera, acostado sobre un suave cojín. La habitación no tenía ninguna ventana, las paredes estaban hechas de madera y además de la puerta en una esquina no hay nada más... Bueno, hay una cosa, más bien, alguien más.

Justo a mi lado se encontraba un niño profundamente dormido, una frazada cubría casi todo su cuerpo, exceptuando su cabeza. Por el tamaño no debería tener más de 3 años de edad, una pequeña capa de cabello negro reposaba sobre su cabeza y si debo decirlo, tenía un rostro muy adorable.

Para estar dormido junto a mí de esta forma, supongo que es algún pariente. De momento será mejor no despertarlo, necesito un momento para analizarme a mí mismo, no es que espero mucho más allá de un pequeño bebe, la verdad.

Pasé mi lengua por mis encías, y como esperaba no había ningún diente, la sensación de las encías chocando entre si me desconcierta bastante, y fue esa sensación la que me hizo darme cuenta de todas las cosas que sentía dentro de aquella baba. Levante mis manos, y las observe con detenimiento... Esto es raro, mis manos son pequeñas, pero distan mucho de ser las de un bebe, eran más grandes y menos rechonchas.

Con un impulso alcé mi espalda para sentarme, la manta cayó hasta por encima de donde debia haber estado mi obligo, el cual a desaparecido, y pude ver que mi cuerpo era de hecho el de un niño y no un bebe esto quiere decir, que el pequeño durmiendo a mi lado es mi hermano gemelo o mellizo, probablemente.

Realmente me sorprendí, pero esa pequeña sorpresa no fue nada comparada cuando vi mis pies. Tuve que usar toda mi fuerza de voluntad para no gritar.

La razón por la que el tacto se sentía tan diferente era porque la piel era diferente. A partir de la mitad de mi muslo para abajo una especie de piel escamosa de color gris me cubría. Pero aún más raro que aquella piel eran mis pies.

3 grandes y delgados dedos se extendían hacia el frente y uno más hacia tras naciendo de donde debería estar el talón, todos terminaban en algo que no podía ser llamado uña sino garras, si tuviera que compararlo diría que son idénticos a los pies de un cuervo. Cada uno de los dedos se sentía extremadamente flexible y podía controlarlos con mucha precisión.

Es oficial no soy humano.

Un pequeño golpe me sacó del trance que mis pies me habían colocado. Cuando volteé a ver, pude ver que mi nuevo hermano se estaba revolviendo de un lado a otro y me había dado la espalda, la sabana que lo cubría se había ido, enredándose en sus pies.

¿Eso en su espalda es..?, ¡No puede ser!

El chico tenía cuatro alas pegadas a su espalda, dos daban al lado izquierdo y otras al derecho, las alas eran ovaladas y transparentes y cada una debería medir unos 60 o 70 centímetros, al verlas es fácil describirlas como alas de libélula.

El verlas en su espalda me hizo preguntarme...

Y como si fuera un interruptor, de inmediato tome conciencia de algo a mi espalda, era una sensación muy extraña, era como si tuviera brazos pegados a mi espalda. Me tomó un instante darme cuenta que podía moverlas sin problemas, tal como esperaba ahí estaban las mismas cuatro alas.

No podía verlas completas, ya que, bueno están en el centro de mi espalda, pero estoy seguro de que son iguales a las de él.

Solo espero que estos pies y alas sean una constante en este lugar, no quiero que se entrometan en mi objetivo de conquistar a tanta dama quiera.

¡Pash! Nuevamente este idiota me golpea.

¿Es que no puede dormir sin moverse tanto?

Respiro profundo, y controlo mi deseo de golpearlo.

¡Oh! Me he confundido, ahora que la sabana se ha ido y ha terminado con el estómago al techo, puedo verlo bien, no es un niño si no una niña.

¡Espera! Si ella es mi hermana gemela, quiere decir que yo...

No, de seguro es mi melliza, no es posible que el destino sea tan cruel conmigo... ¿verdad?

"!Aaaaaaaaaah¡"

Esto debe ser una maldita broma. Cuando levanté mi sabana vi lo que menos quería.... Mi amiguito había desaparecido... Era oficial, en esta nueva vida renací como una especie de chica pájaro insecto.

Esta frustración no sería tan grande de no ser por culpa de esa idiota enana, juro que si tengo la oportunidad, pagará por haberme negado los dulces labios de una doncella...        

Melody y Modesty, Contra el mundo de fantasía.Where stories live. Discover now