Capítulo 46: Reencuentro agridulce

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NOTA: Si estas aquí y no te acuerdas bien de todo vuelve un capitulo a tras y lee la Hoja de trucos.

Una taza de té humeante descansaba sobre la mesa, todo paso tan repentinamente que tengo la sensación de que pasaron meses desde que esta extraña chica de cabello blanco había entrado en nuestra casa.

Mi mamá abrazaba tiernamente a la mujer, mientras gritaba desconsolada entre sus brazos dejando que la suave caricia de mamá alivie aunque sea un poco su dolor.

Pasaron alrededor de 15 minutos cuando la chica por fin dejó de llorar y empezó a tomar su té, el cual obviamente ya estaba mas que frio, pero eso no parecía importarle.

"Ahora Shi, creo que es momento que me cuentes que paso... pero antes."

Mamá comenzó a hablar de lo que realmente quería saber pero se detuvo antes de dejar que la conversación siguiera avanzando, para tomar una fruta de un tazón que estaba sobre la mesa y lanzarla hacia la entrada del comedor.

Debo decir que estaba demasiado centrada en la plática que ni siquiera pensé en reaccionar cuando la fruta golpeo nuestros pies haciéndonos caer al suelo precipitadamente, conviertiendonos a las cuatro en un sandwich de Melody con pan de Ela y Modesty con una aceituna de Sofía.

"Shi, te presento a mis chismosas hijas."

Dijo mamá con una tierna sonrisa mientras nos miraba a todas en el piso.

"¡Tantas!"

Grito una muy exaltada chica de cabello blanco al punto de derramar su té sobre la mesa.

"¿Que?... No, solo las gemelas son mis hijas, las otras dos son sus amigas, aunque no puedo decir que no las quiero como tal... ¿Como podrías pensar que todas son mis hijas si ni siquiera son sireis?"

"Bueno es de Melinda de Caer de quien hablamos, la mujer más extraña que conozco."

"¡No soy extraña!"

Era la primera vez que veía esa curiosa expresión de vergüenza en mi madre, tengo que decir que se veía muy linda mientras miraba nerviosamente a Shi, con la cara sonrojada. Por otro lado la chica de cabello blanco no parecía estar bromeando con su declaración.

Tardó unos instantes pero finalmente mi madre se relajo y trato de actuar como si nada hubiera pasado, pero fue inútil su linda cara de vergüenza quedará grabada en nuestros corazones de por vida.

"Vengan a sentarse, ya que todo esto a picado su curiosidad sería demasiado trabajo evitar que lo averiguen, así que supongo que es mas facil si solo lo escuchan de primera mano."

Con la invitación de mamá las cuatro nos sentamos en la mesa del comedor. Supongo que debemos presentarnos, después de todo, estábamos espiandolas hasta hace poco.

"Soy Melody y esta es mi hermana Modesty."

"¡Hermana Mayor!"

Grito Modesty interrumpiendo.

"Creo que ya habíamos aclarado que yo era mayor que tú mocosa."

"Lamento romper tu burbuja pero yo soy más alta así que percebe, debo ser mayor."

Modesty se paró en su silla viendo desde lo alto, mirandome con un aire de satisfacción, como si necesitara pararse en la silla para verme hacia a abajo, además del hecho de que estoy sentada a su lado.

"Eres tan estupida que ni siquiera se por donde comenzar, primero, es per se, no percebe, segundo, la altura no tiene nada que ver con la edad, además si hablamos de atributos físicos adultos..."

Melody y Modesty, Contra el mundo de fantasía.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt