Capítulo 44.- ¡Es momento de hacerlo!

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"Tres litros de sangre de bestia, un pincel fino y una aguja de plata ¿Algo mas Mel querida?"

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"Tres litros de sangre de bestia, un pincel fino y una aguja de plata ¿Algo mas Mel querida?"

"No, eso es todo."

"Excelente, te lo traigo en un segundo."

Me quede viendo las cosas mientras esperaba que la señora traiga lo que le pedí de la tras tienda. La verdad de pensar en lo que estaba por hacer me daba un poco de nervios.

Quien pensaría que ya había vivido 14 deceas en este mundo, un par de deceas más y abre vivido más que en mi antigua vida. Mientras evitaba el impulso de comerme los dulces que estaban sobre el mostrador, la señora regreso con las cosas que necesitábamos.

"Listo, ¿Linda, no me digas que vas a hacerlo?"

"Sí, es exactamente lo que esta pensando."

"¡Pero Mel, aun eres una niña...! Puedes tener un cuerpo de envidia pero sigues siendo una niña, hacer esto es muy importante, no es algo que debas tomar a la ligera."

"Vamos, no es gran cosa, después de todo será con ella."

"Supongo que era de esperarse... ¡Aaah ~! Parece que era ayer cuando eras una niñita que tropezaba cada tres pasos solo para que le regalaran dulces."

No me tropezaba por que quisiera... es más, puede dejar de recordarlo.

"Si... Bueno, gracias. Nos vemos."

En lo que giro el rabillo de mi vestido se atoro con un clavo que sobresalía del mostrador, provocando que pierda el equilibrio y caiga estrepitosamente al suelo.

"Bueno, supongo que algunas cosas nunca cambian, ten, un recuerdo."

Dijo la señora mientras me ayudaba a levantarme y me ofrecía una paleta. Le di las gracias y tome mi paleta, no importa que si sumas mi edad actual con mi vida pasada tenga más de treinta años, ¡un dulce nunca se rechaza!

Mientras caminaba por las calles de la ciudad, me di cuenta que a pesar de que tiene 7 deceas desde el incidente en la capital, nada ha cambiado realmente.

Debo decir que tener una vida tranquila es lo mejor, tiene dos deceas que termine los niveles normales de la escuela por lo que de momento estoy ayudándoles a mis papás con la administración del plantío.

Puedo decir que estoy completamente integrada en esta ciudad cuando veo como todos en los alrededores me saludan al pasar, es una ciudad pequeña, es natural que eventualmente terminas conociendo o todos.

Hasta el final, en la escuela todos terminaron manteniéndose a la distancia, haciendo que los únicos con lo que suelo pasar mi tiempo son Ela, Flora y Sofía.

Tanto Modesty como yo, hemos continuado con el brutal entrenamiento de mi mamá, el cual solo se vuelve cada vez más y más intenso.

Al llegar a la casa veo a Sofía sentada en una silla del comedor mientras dibuja una serie de planos frente a ella.

Melody y Modesty, Contra el mundo de fantasía.Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz