Lado B: Capitulo 5.- La casa del miedo.

2.1K 166 195
                                    

"Quédate aquí mocoso, nosotros nos divertiremos."

Dijo alegremente aquel pan quien dirigía al grupo, recientemente me había convertido en su carga cuerpos.

Este manicomio al que me había unido, pedía que llevaras los cadáveres de tus víctimas, obviamente la gran mayoría a excepción de un par de enfermos, no quieren cargar cuerpos en descomposición por días, por lo que es un puesto popular para aquellos que no tienen el coraje de buscar solos su cuota de un muerto al ciclo.

El lugar tenía reglas muy simples, tu nivel dependía del número de cuerpos que traigas, el dinero y los bienes de las víctimas eran tuyos desde un principio, por lo que la riqueza no los motiva, es el estatus y el miedo que infundes en tus compañeros lo que ganas dependiendo de cuantas muertes tengas.

Debes presentar aunque sea una muerte por ciclo o tú serás la muerte, no puedes hacer matanzas en aquella porquería de ciudad pero unas cuantas muertes estaban bien, ayudaban a mantener el terror.

No podías matar a tus compañeros, no abiertamente por lo menos.

Si te preguntas como un grupo así se mantiene, es simple, estos tipos no son ladrones son dementes, cobardes que aplacan el temor de sus corazones con el grito de los inocentes.

Todos le tienen pánico al jefe, y nadie se mete con ellos por ese temor, es un círculo vicioso de miedo y desesperación.

Además ellos controlan las pocas partes de bestias que entran en estas tierras de nadie, eso quiere decir que ellos están en disposición de los únicos auris de la zona.

Los gritos de terror comienzan a resonar, enfrente de mi esta una pequeña granja de Nogas, estos pobres tipos vienen aquí escapando de los demás países buscando si bien no una vida más fácil, sino una donde por lo menos no tienen que preocuparse por enfermarse de contaminación y morir.

Ahora estas pobres personas sucumben ante un puñado de idiotas.

Estos chicos eran huérfanos del desierto, eran bandidos hasta que se unieron a esta casa del miedo, donde encontraron la diversión, el poder y sobre todo el respeto que deseaban.

Son también estos mismos chicos los que hace dos deceas llegaron a cierto pueblo que vivía de la sal y masacraron a toda su gente.

Pero este es el último día de sus vidas... aun que ellos no lo saben.

Durante la última decea, estuve juntando ciertas partes de bestia, ya que solo tenía derecho a las últimas sobras por mi rango.

Me tomo mucho tiempo pero al final cree varias bombas de carne, son bultos enormes y realmente no son muy fuertes, excepto si las colcas de tal forma que crees una reacción en cadena.

Ayer en la noche coloque treinta seis de esas bombitas alrededor de esta granja, en cuanto explote una todas detonaran en cadena matando a todos los que estén adentro.

Si preguntas como es posible que esos imbéciles o los noga no hayan visto bultos de tela de un metro de alto y medio metro de ancho, bueno, es sencillo.

Alzo la mano izquierda para ver como en la palma de mi mano hay una mancha gris en forma de espiral que parece correrse hasta mi índice cubriéndolo de un aspecto gris rugoso.

Mi auris, toque de aire.

Hace un par de ciclos atrás, entre las sobras de parte de bestias note una concha de remiran, una pequeña bestia de 15 centímetros de largo, una lombriz que vive enrollada dentro de una concha, prácticamente inofensiva y sus materiales no sirven para nada importante.

Melody y Modesty, Contra el mundo de fantasía.Where stories live. Discover now