Especial: ¡Un Negima!

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LEEME: Antes de empezar tengo dos cosas que decir, acabo de subir un capitulo normal hace un momento, así que a leer si no lo has hecho antes y dos, este especial tiene algunas partes de yuri explicito algo subido de tono, no pasa nada si no quieres leerlo, no afecta directamente en la historia.

"¿Qué es eso?"

Pregunto Modesty mientras se agachaba para ver entre las raíces de un árbol.

Hoy no teníamos nada que hacer así que Ela, Modesty y yo, decidimos ir a pasear al bosque rojo. Después del entrenamiento de mi madre y el auris del carajillo no hay realmente ningún problema siempre y cuando no nos adentremos demasiado.

"¡Miren, miren!"

Gritaba felizmente mientras sostenía un viejo zapato de tela con suela de madera, dentro de él crecía un pequeño bonsái, con pequeñísimos frutos similares a las naranjas solo que de apenas un centímetro de diámetro entre sus ramas.

"Modesty, deja eso no sabemos..."

Mientras intentaba detener a Modesty, un pequeño grito de asombro me interrumpió.

Aquel sonido vino desde donde nunca pensé que vendría. Ya que al girar pude ver a una muy impresionada Ela la cual sostenía su mano sobre su boca.

"Es... no... se suponía que solo era una leyenda."

Confundida, volteo a ver a Ela quien veía incrédula el extraño zapato.

"¿Por qué tanta sorpresa, solo es un viejo zapato?"

Exclamo. Intentando entender el significado de sus palabras.

"Es, es igual que en las leyendas, ese zapato es idéntico al zapato del negima."

"¡Si el Negima!"

Gritó emocionada Modesty, mientras agitaba el zapato provocando que las hojas del arbolito dentro de él se mecieran. Si me preguntan es obvio que no tiene ni idea de que es un negima.

El negima es una leyenda de este mundo, según cuentan hace milenios un poderoso ingeniero decidió que quería crear su propia aguja del creador, y así poder usar su poder para alterar los alrededores.

La gente obviamente le dijo que aquello no solo era imposible, sino que era un sacrilegio. Pero el no quiso rendirse.

Su empeño en entender lo inentendible conmovió al creador por lo que un día en un sueño el mismísimo creador le ofreció un trato, él le daría el poder de una aguja, pero no podría usarlo para sí mismo, sino que tenía que compartirlo con todo el mundo por igual.

El negima acepto y decidió poner sus casas por todo el mundo prometiendo conceder un deseo a quien las encontrara...

Entonces, si Ela tiene razón esta sería la casa de un negima... Es imposible, es una leyenda, nunca nadie ha podido confirmar siquiera la existencia del ingeniero, menos del ser mágico que concede deseos.

Mientras intentaba calmar mis infantiles expectativas el árbol comenzó a brillar y empezó a crecer, eventualmente fue tan grande que incluso la estúpidamente fuerte de mi hermana tuvo que dejarlo caer al suelo.

El árbol creció hasta que su follaje hacia parecer que el cielo se había vuelto de un verde oscuro intenso.

En el centro del árbol un pequeño hueco se abrió y de él algo salió.

En un inicio pensé que era una ardilla, pero al verlo bien pude darme cuenta de que era más como un hurón con su largo cuerpo y esas pequeñas orejas.

Melody y Modesty, Contra el mundo de fantasía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora