Él es mi crush (Editando)

42. El interrogatorio

Capítulo corto, es más para soltar algunas cosillas. Ya habrán otros más interesantes. Gracias por leer.❤❤❤

Capítulo 42: El interrogatorio.

—está bien, jasper.—le tomo de los brazos para calmarlo. Es la primera vez que le veo así, y no sé como calmarlo.—tranquilo, no tienes que darme explicaciones de algo que se te hace difícil, no tienes que rendirme cuentas, tranquilo.—repito.

—aun así debo contarte.—suena afligido. Larga un suspiro.

Le sonrío ladeando la abeza.

—está bien, si es lo que quieres, puedes hacerlo. Pero quiero que sepas que yo no quiero que sientas que estamos amarrados a algo, cuando quieras llevarme un rato a tu pasado, solo dime, ahora estamos en el presente.—hablo. Trato a mi misma también de grabarme aquellas palabras. La confesión de la chica me tomó por sorpresa ya que no sabía que él había tenido alguna relación seria, no es normal de un prostituto como jasper. Soy mala acosadora, ojala no lo sea como detective. Pero no me voy a morir porque la ex vuelve, o más bien me lo hace saber directamente y de mal genio de su pasada relación con jasper. Debo confiar en mi misma como también en jasper.

—enserio no terminas de sorprenderme.

Le doy una mirada confusa.

—¿por qué?

—eres una obsesiva rara.

—¿eh?

—soy tu obsesión, pero no te amarras a seriedades conmigo.

Le miro mal por ser tan arrogante, pero al fin y al cabo es verdad.

—es mejor ¿no? Tu no eres de seriedades, eso yo creía,—indico por donde se fue la pelirroja hace un rato.—bueno da igual. Es mejor ser una obsesiva relajada y no una complicada. Agradece por favor.

Él ríe acercándose a mi.

—¿cómo te agradezco?—me toma de la cintura apegándome a su cuerpo. Una sonrisa encantadora que no debería ser tapada con la mía. Pero él así lo quiere, que puedo hacer yo. Nos besamos efusivamente.

—aquí no.—digo recobrándome de su efecto. Trato de separarme pero vuelve a apegarme a él.

—¿cómo te pago?—me ignora. Como tonta sonrío.

—¿dejandome ir?—bromeo.

Una sonrisa arrogante se forma en sus labios.

—mentirosa.—su mano se mete debajo de mi blusa, teniendo contacto directo con mi piel. Mis ojos se abren.

—¡jasper!

—¡loca!

—¡aprovechador!

—¡acosadora!

—¡tonto!—comienzo a quedarme sin insultos.

—¡pervertida!

—¿qué? ¿pervertida?—él solo asiente con la cabeza.

—sí, se muy bien que tu mente me hace muchísimas cosas.

Carcajeo fuertemente.

—no hago eso. Eres muy arrogante y crees que todas te desean,—es estúpido que lo diga, ya que todo es verdad. Las demás le desean.

—¿te gustó el beso?

—emm quizás.

—¿entonces debo matar a Javier? ¿qué dices?—juega con sus cejas. Pero yo me encuentro confusa como para darle una respuesta.