Sanando Mis Heridas

Ambos han sufrido mucho

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Ambos han sufrido mucho

En el silencio de la noche el castillo parecía abandonado, afuera solo el viento silbaba con insistencia agitando las ramas de los arboles que ya habían perdido todas sus hojas, la pasividad del recinto resultaba claustrofóbica y a pesar de ello esos momentos en la soledad eran los mejores para pensar.

Harry caminaba sin prisas por los corredores, cubierto por la capa de invisibilidad, a pesar de la aparente calma su corazón se agitaba aprensivo. Sabía que la guerra había terminado y atrás habían quedado sus más grandes aflicciones, pero la verdad era que aun podía sentir en el aire las zozobras que había dejado la guerra a su paso. Quizás su más grande preocupación era rescatar a Hermione de su ensimismamiento, deseaba con todas su fuerzas que lograra recuperarse y ser la misma, pero no tenía la confianza de lograrlo.  

Desde que regresaran al colegio habían sido muchas las ocasiones que quiso contarle a Ron sobre la tragedia que envolvía a Hermione, pero en el último momento guardaba silencio, el no era quien para revelar el secreto, por un lado no podía romper su promesa y por otro, su mejor amigo  aunque no fuera capaz de expresarlo aun se dolía de la pérdida de su hermano.

Lo mismo ocurría con Ginny que pretendía ocultar lo hinchado y enrojecido de sus ojos, pues todavía  lloraba algunas noches al recordarlo y que al ver que alguno de los alumnos de primero tenían en su poder algún sortilegio Weasley suspiraba con nostalgia y abatimiento.

Ellos no eran los únicos dolidos, el ambiente dentro del castillo tenía un toque lúgubre a pesar de que intentaban afanosamente continuar con el ciclo imparable de la vida. Los más afortunados intentaban ser optimistas y no pensar mucho en lo ocurrido, pero sin duda ese grupo reducido eran los menos, por lo contraria de aquellos desdichados que habían perdido a algún ser querido, padre, madre, hermanos, tíos o primos, cuantos mejores amigos y familias completas  yacen bajo tierra, ese pensamiento lo hizo estremecer.

No había notado que había detenido sus pasos y se encontraba apoyado a una fría pared de piedra como si le contara mantenerse de pie y necesitara de su soporte.

-Hola Harry. -Una vocecilla a sus espaldas lo hizo brincar sobresaltado y aunque no era una voz desconocida le costó un poco de tiempo reaccionar para girarse al encuentro de la dueña de esa voz.

-Que susto me has dado. -Admitió llevándose una mano al pecho tratando de controlar su acelerado corazón.

-Lo siento. -Se disculpo

-No importa. -Dijo descubriéndose. -¿Cómo has sabido…?

-Has crecido bastante y tus pies sobresalen de la capa.

-Entiendo. -Se sintió estúpido por un momento, pero al menos estaba agradecido de que fuera Luna quien lo encontrara rondando los pasillos y no alguien más.-Tampoco puedes dormir. -Dijo la rubia meciéndose en sus pies como si nada sin dejar de mirar al pelinegro con sus grandes ojos azules.

-No consigo dormir.

-Te apetece caminar conmigo o prefieres estar solo.

-Vamos. -Le indico y caminaron uno al lado del otro.

-Hermione estará bien. -Dijo luna después de un largo silencio como si fuera capaz de adivinar los pensamientos de Harry.

-En verdad quisiera que así fuera. -La voz salió con desesperanza de los labios del chico.

-Así será Harry no te preocupes, Hermione es fuerte.

-Se que lo es, pero lo de ahora la sobrepaso.

-Ver morir a los que quieres es sumamente doloroso, y llevar en tu conciencia una muerte debe ser un peso enorme. -Señalo con sus ojos fijos en el cielo. Habían llegado sin sentir a uno de los jardines.

Harry se había quedado helado al escuchar las palabras de Luna. -Tú lo sabes. -Fue lo único que fue capaz de decir.

Luna seguía absorta en sus propios pensamientos con la vista perdida en el firmamento, como si sus afirmaciones de hacia un momento tuvieran tan poca relevancia como hablar del clima. Pero había escuchado muy bien la afirmación acusadora de Harry.

-Yo pensé que…

-Que no lo sabía. -Se encogió de hombros. -Era imposible no escuchar los gritos cuando tenía pesadillas, a pesar de estar en otra habitación. -Dijo a manera de explicación

Harry se sintió un tonto al no tomar las precaucione necesarias, tenía miedo de que sabiéndolo la imagen que tenia de Hermione se hubiera deteriorado.

-Hermione es buena. -Comenzó intentando justificarlo.

-Lo sé. -Lo corto antes de que siguiera. -No la juzgo quizás yo habría hecho lo mismo. Sabes, mi papa es lo único que tengo y ver a mi madre morir fue algo muy duro, no se si podría soportar que le ocurriera algo así a mi padre. -La voz de Luna no había cambiado mientras sopesaba la idea de hacer lo mismo en el lugar de la castaña. -Para mi Hermione sigue siendo la misma y solo necesita perdonarse y afrontar que la muerte no nos puede arrebatar lo mas importante, el amor y el recuerdo de los que amamos, ellos siempre están aquí. -Puso su delgada mano sobre el corazón de Harry.

El pelinegro se sintió un poco aliviado al escuchar las palabras de Luna, debía admitir que le debía mucho a esa chiquilla, en su momentos de debilidad siempre había encontrado a través de sus palabras la calma, el consuelo y la esperanza que le ayudaba a seguir luchando.

De nuevo silencio, pero este le reconfortaba.

-¿Tú crees que los duendes del sueños ya nos dejen dormir? -Pregunto de repente la rubia.

-Supongo que sí. -Contesto Harry con una sonrisa en los labios antes de caminar de regreso al castillo.

-¿Cuánto tiempo falta para que termine la cuarentena?

-Dos semanas. -Frunció el ceño con preocupación, no se le olvidaba de que habían pasado dos semanas desde que iniciara la cuarentena y que aun faltaba mucho para ver de nuevo a su amiga.

-No te preocupes, les viene bien estar juntos.

-¿Malfoy y Hermione? -Pregunto con incredulidad.

-Ambos han sufrido mucho no crees. Malfoy también lo perdió todo.

No pudo contestar nada a esa afirmación, Harry no había entendido mucho a que se refería Luna, pero ya recostado en la comodidad de su cama sus pensamientos se aclararon un poco dándole la respuesta. Siendo quien era Potter tenia exceso a información privilegias, por lo que sabía muy bien sobre muchas familias que habían sido juzgadas después de la guerra, los Malfoy fueron una de las muchas familias de sangre pura aliadas al innombrable que no se libraron de pagar sus cuentas pendientes.

Lucius Malfoy recibió el beso del dementor, eran demasiadas las vidas que debía para ayudarle la última acción de su esposa para librarlo de su fin, Narcisa fue liberada pero habría enfermado semanas después y luego de meses enferma había fallecido. Se sabía muy poco de Draco desde entonces,  pero no era difícil deducir que estaba completamente solo como lo había señalado Luna.