Elegir un Bando

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Elegir un Bando

Hermione esperaba a Draco en la sala de premios anuales, necesitaba agradecerle, pues si bien había terminado herida por su causa, sabía que todo lo había hecho por ayudarla. Cuando la puerta se abrió dejo paso a un elegante muchacho que apenas llego se acerco para hablar con ella.

-Eres demasiado lenta, no te pude facilitar más las cosas. -Le dijo sarcástico ocultando el  alivio al ver que después de todo no parecía que estuviera mal y como siempre empleaba sus ironías para restarle peso a sus declaraciones y  no afectar su orgullo.

-Gracias. -Le contesto sin importar que la mirara con burla pues con el paso de los días había aprendido a conocerlo lo suficiente para traducir su peculiar lenguaje.

-¿Qué piensas hacer? -Pregunto de inmediato para cambiar de tema.

-Aun no lo sé, Ron y Harry creen que  lo mejor será que  no regrese a la clase, pero no estoy muy convencida.

-Son unos cobardes, lo que tienes que hacer es enfrentar los problemas y no huir de ellos.

-Sabio consejo Malfoy y por cierto ya tienes una respuesta para la oportunidad que te ofrecí.

-Aun no lo sé. -Se sentó en uno de los sillones.

-¿A que le temes? ¿Dónde está el que acaba de decir que hay que enfrentar los problemas y no huir de ellos? -Hermione uso las palabras de Draco en su contra.

El rubio se quedo un poco contrariado no estaba acostumbrado a que usaran sus palabras en su contra.

-Está bien. -Acepto molesto.

-No me malentiendas. -Se corrigió al notar el enojo en sus palabras. -no desearía que te sientas presionado, si no esta seguro puedes pensarlo un poco más.

-El resultado será el mismo, no cambiara en nada lo que obtendré de esto.

-¿A que le temes? -Volvió a pregunta notando la tención en su voz y la repentina amargura en sus ojos grises.

-A mi padre. -Se sincero desviando la mirada avergonzado.

Era un fenómeno extraño poder sincerarse de esa manera con alguien, pero le resultaba liberador en muchos sentidos, a esas alturas habían compartido tantas secretos que uno mas no haría ninguna diferencia.

-Pero el ya no puede hacerte daño. -Sobrecogida al verle de esa manera no pudo evitar acercarse y poner su mano sobre la suya para consolarlo.

-Lo se. Pero no es eso lo que me preocupa.

-¿Entonces?

-Sé lo que me pedirá. -Dijo levantándose del sillón y comenzó a caminar en la sala de un extremo a otro buscando calmarse, Hermione solo lo observaba esperando que continuara hablando.

-Me pedirá que ponga en alto el apellido, que busque terminar lo que inicio.

Hermione se levanto para ponerse frente a Draco y no lo dejo seguir caminando al colocar sus manos sobre los hombros.

-Debe de entender que las cosas han cambiado, que siguen cambiando y que no puedes seguir por el mismo camino herrado. Tu estas poniendo en alto tu apellido al ser parte de ese cambio, porque reconocer tus errores es el primer paso y tu lo has hecho.

-Eso no cambia nada, conozco demasiado bien a mi padre, se que la muerte no cambia en nada su manera de pensar, lo que espera de mi siempre a sido claro y aun muerto pretenderá que siga con sus enseñanzas, esperara que sea el heredero perfecto de sangre pura. -Hablaba cada vez con más amargura, sabiendo todo lo que significaba poner en alto el apellido para su padre.

-Mírame. -Le pidió. -No puede obligarte a hacer algo que no quiera, ya no puede hacerlo.

Draco sabía que tenía razón, pero no podía quitarse ese malestar que sentía cuando pensaba en su padre, en lo que le diría cuando lo volviera a ver, aun sabiendo que solo sería un espíritu le seguía imponiendo.

-Tengo que irme. -Dijo de repente para dejar de hablar del tema. -El profesor Parkinson me pidió que fuera a su despacho.

-Lo siento. -Se disculpo Hermione. -Espero que no tengas problemas por mi culpa.

Malfoy sonrió burlón. -Valió la pena por desquitarme de aquel golpe que me diste en tercer año. Ya estamos a la par en nuestra cuota de golpes. -Hermione sonrió al recordar ese  momento y se sonrojo ligeramente, mientras ya veía al rubio dirigirse a la salida.

Llego puntual al despacho del Vladimir, paso después de que escuchara que desde dentro le pedían que entrara.

-Toma asiento. -Le pidió el moreno que estaba sentado detrás de su escritorio llenos de expedientes. Renuente Draco se sentó mostrándose inexpresivo ante la mirada penetrante de su profesor.

-¿Para qué me llamado?  -Le pregunto altanero yendo directo al grano. Vladimir sonrió divertido ocultando su molestia.

-Tenemos que hablar de lo que paso en la clase de hoy.

-Todo se resume a que gane, no veo de que mas podamos hablar.

-Podemos empezar con la manera despreciable en que trataste a tu compañera Granger.

Draco sonrió indiferente y burlón cuando menciono el nombre de la Gryffindor, debía mantener su papel a la perfección. -No dije nada que no sea cierto.

-Esa no es manera de tratar a alguien como ella.

-¿Alguien como ella? No me diga que usted es uno más de su club de fans, o de los que piensan que es una heroína y merece que todo mundo le haga reverencias. -Draco empleo su mejor cara para mofarse de Vladimir.

-Es una heroína Malfoy. -Aclaro el profesor intentando tantear el terreno antes de hablar más abiertamente de sus planes reales.

-Es solo una impura con suerte. -Dijo con desprecio el rubio. - Y alguien como yo no se inclina ante ningún hijo de muggles.

El moreno sonrió más abiertamente. -¿Si no la toleras porque te ofreciste a ser su pareja?

-A los que son de su clase solo se les utiliza y se les desecha cuando ya no son útiles, tengo que reconocer que es hábil pero no lo suficiente para estar a mi altura.  -Hablo con vanidad y sonrió de medio lado. -No me diga que usted piensa de otro modo.

-Lo que yo piense ahora no es importante, lo importante es saber hasta dónde llegarías para poner a los de su clase en su lugar.

Draco no se había equivocado en sus suposiciones, era demasiada casualidad que el profesor anterior de Defensa tuviera un accidente tan conveniente para que entrara a suplirlo el tío desconocido de Pansy, además de por si era malo que la morena estuviera tratando de reconstruir la causa de los mortifagos dentro del colegio, y ahora parecía que contaba con el apoyo de Vladimir.

 Desde que había entrado a su despacho y sobre su escritorio había visto los expedientes de sus compañeros Slytherin, supo lo que significaba, buscaba reclutar nuevos miembros para la causa de los mortifagos, no tenía aun muy claro las dimensiones de lo que eso implicaba, pero tenía claro que no era nada bueno.

-Tengo algo que proponerte. -Le dijo el moreno adoptando una nueva postura, al parecer Draco había pasado la prueba y esperaba reclutarlo para  esa nueva rebelión que estaba formando.

Ahora Malfoy estaba frente a Vladimir Parkinson y debía decidir por primera vez por el mismo a que bando quería pertenecer y con esa decisión sellaría su futuro, si es que sobrevivía para tener uno.

Sanando Mis HeridasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora