Obsoleto - El Orden Natural De Las Cosas - Obsoleto

Cuando Algo Termina, Algo Comienza

Disclaimer: Nada de Harry Potter es de mi propiedad, los personajes y todo lo relacionado a la historia canon que pueda aparecer, a excepción de lo creado y modificado por mi persona, pertenecen a J.K. Rowling.

Summary: Harry Potter, un muchacho consciente de la magia, con una gran inteligencia, pero roto por culpa del maltrato de sus parientes. Hasta que por azar del destino, su vida va a cambiar completamente y ya nada va a volver a ser igual.

El Orden Natural de Las Cosas.

Epilogo

Capítulo XCI

"Cuando Algo Termina, Algo Comienza"

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—DIALOGO NORMAL—

—(PENSAMIENTO)—

—"PARSEL"—

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El sol entró con sus tentáculos de fuego atravesando el cristal de las ventas, atravesaba la habitación con oblicuos rayos de luz que palpitaban de forma casi imperceptible debido al poco polvo que flotaba en el espacio. Uno de los destellos se reflejó en el dorado metal de un par de horquillas; la primera de plata con un tulipán representado con pétalos de oro y pequeños jades que simulaban al tallo de la flor. Y la segunda también de oro puro que tenía forma de una rosa con sus pétalos abiertos del mismo material, pero decorados en rojo y en el centro un pequeño rubí que brillaba destacando.

Con una sensación húmeda en el bíceps, un par de parpados se abrieron con lentitud y dejaron ver a dos ojos verdes. Algo adormilado, se movió lenta y torpemente y trató de mover su brazo, pero algo lo sujetaba. Miró hacia un costado y vio una mujer con finos pero alborotados cabellos dorados, vestida con una camisa de hombre que parecía dormir profundamente luego de una tortuosa noche. Sonrió al sentir el aroma a rosas en su nariz y al ver como ella había tomado su mano y la sujetaba fuertemente contra su vientre mientras ambos dormían lo más juntos posibles; el atrás de ella abrazándola.

Logró soltar su mano y le quitó un par de cabellos de la cara. Con lentitud escapó de su agarré y vestido con un pijama negro de ceda, se levantó con cuidado y caminó hasta pararse delante de una cunita, en donde un pequeño bebé de 6 meses miraba con interés como figuras se movían delante suyo. El pequeño miró al hombre y sonrió divertido al ver como este le sonreía con cariño y amor para luego levantarlo en brazos.

—Buenos días, mi vida —dijo el hombre con un tono susurrante —. ¿Te gustaría que nos bañemos juntos antes de que me acompañes al trabajo? —el bebé respondió con balbuceos inentendibles mientras se reía —. ¿Eh, pequeño Señor Oscuro que no deja dormir a mami? Con mami derrotamos a dos el mismo día, y no creas que nos vas a derrotar.

El niño balbuceó con diversión mientras el hombre con cuidado de no hacer ruido para no despertar a la mujer que dormía profundamente. Abrió la puerta del baño y pasando para cerrarla detrás de sí, se adentró dentro de la habitación.

La mujer sonrió divertida mientras se relajaba para tratar de dormir un rato más...

El hombre le sonrió al bebé mientras lo apoyaba cuidadosamente sobre una manta que estaba encima de una mesita y lo desvestía. Lo dejó ahí por un momento y también se desvistió mientras que abría el agua y dejaba que la bañera se llenara. Mirando al bebé el hombre comenzó a quitarse una venda que cubría uno de sus antebrazos y cuando terminó tomó al pequeño en brazos que comenzó a chupetear y babear su hombre. Él sonrió.

Cuidando de que el agua estuviera lo suficientemente tibia ambos entraron con cuidado. Él se sentó y recostándose levemente sentó al pequeño sobre su estomago que al contacto con el agua comenzó a chapotear jugando con ella mientras se reía. Tomó un pequeño recipiente que tenía y lo llenó con el agua de la misma bañera y lo vertió con cuidado y suavidad por la espalda del bebe que seguía salpicando agua para todos lados. Volvió a repetir el proceso varias veces para luego tomar al niño con extremo cuidado, sosteniendo la cabeza con una mano, el resto del cuerpo el antebrazo y, acostado, evitando que se mojara el rostro lo sumergió para que toda el agua lo mojara.