NUEVE

505 93 7
                                    

Tiempo actual

– ¿Puntualidad e irreprochabilidad? –Ríe Vanessa, se burla mientras me ve corriendo de un lado a otro vistiéndome lo más rápido que puedo.

Después de doce años a mi reloj con alarma se le ocurre estropearse hoy, para colmo anoche olvidé dejar cargando mi celular. Resultado: casi una hora de retraso.

–Entonces, ¿cuándo darán el anuncio oficialmente? –Pregunta mientras me anuda la corbata.

–En seis meses.

–Seis meses. ¡Wow! Deben tener muchas cosas por hacer.

Convertirse en el director general de una empresa no es nada sencillo.

–Y que lo digas –suspiro.

*

Me he levantado temprano para llegar a JAGG apenas abran. Mamá y papá me miran sorprendidos, esperaban que por ser sábado hubiera dormido un poco más, la verdad es que sí tengo mucho sueño y tarea, pero no puedo dejar pasar más tiempo.

Una vez en recepción pregunto por la colección privada de registros, me indican el número del piso y me dicen que harán que deje mis posesiones antes de entrar a revisar. Pregunto si podré tomar fotos y me dicen que sí, que puedo conservar mi teléfono o una cámara. Así que sin más miramientos me dispongo a subir.

Al abrirse las puertas del elevador puedo leer "Colección Histórica", salgo del ascensor y doy un vistazo, parece que el piso entero está destinado para ese fin. Únicamente puede verse una oficina al fondo, imagino que del preservador o algo así. Avanzo un poco y veo a una mujer de edad avanzada detrás de un mostrador, cuando se percata de mi presencia parece muy animada.

–Hola, buenos días –dice alegremente–, bienvenida a la colección de registros históricos de JAGG, ¿vienes a dar una vuelta o buscas algo en específico?

–Sí, gracias, estoy buscando los cartones de inmigración del barco "Freedom".

–Oh, muy bien, ¿podrías dejar aquí tus cosas por favor? Si traes cámara puedes conservarla para sacar fotos de lo que necesites. Supongo que comprendes que estos registros son antiguos y hay que tener mucho cuidado.

–Sí, claro, no se preocupe.

–Necesito que también uses estos guantes, si necesitas manipular el libro...

–Mildred, ¿dónde está Jorge?

Nos vimos interrumpidas por un hombre que entró apresuradamente y se dirigió a la secretaria.

–Aún no ha llegado, es la primera vez que se le hace tarde en quince años –pude sentir un poco de preocupación en su voz.

–Y justo tenía que ser hoy –dijo reprochando el hombre mientras se alejaba.

Qué curioso, yo también estoy buscando a un Jorge.

Antes de que pueda decirme algo más nos vemos interrumpidas de nuevo. Esta vez por una muchacha.

– ¿Por qué Jorge no ha pasado a mi oficina por esto? –dice levantando una carpeta en alto.

–Aún no ha llegado –responde Mildred con dulzura.

–No puede ser, ¿qué se supone que haga con esto yo sola?

–Al fondo a la izquierda –me dice Mildred en voz baja señalando hacia la oficina que pertenece al señor Jorge.

Sonrío y me pongo en camino.

Se me hace un poco extraño que los empleados se refieran a él como "Jorge" a secas, en vez de decirle "señor fulanito". Y, además, ¿tanta urgencia porque el historiador no ha llegado? Pero no es asunto mío, tal vez sean buenos amigos.

¿Quién eres?حيث تعيش القصص. اكتشف الآن