HIJOS DEL FUEGO

XXX (Especial)

El cielo está alegre no se quiere unir a mí,
El cielo esta celeste como el agua que te dejó ir.
Princesa de agua con hijos de fuego,
Princesa que pasas tus días de duelo.

No llores amada, no llores mi cielo
Cada día que pasa yo más te quiero.
El astro rey sale a saludarte
Para permitir que pueda volver a amarte.

Cristian despertó y estaba parado junto a alguien, rápidamente descubrió que se trataba de Julie, por alguna razón la veía desde abajo, parecía ser mucho más alta, ella le hablaba con mucha ternura. Su mano estaba sangrando y su cabello era muy largo y rojo, casi brillante. Ella le brindó una sonrisa y Cristian quería correr a abrazarla.

— Ella es tu abuela— dijo su mamá.

— no es abuela— negó y se acercó a Julie, tomó entre sus manitas su rostro y le dio un beso en la mejilla, quería besarla como nunca antes lo hizo pero solo se limitó a un suave y tierno beso de niño en la mejilla, después de todo era solo un niño.

De pronto estaba en su casa, sentado en su sofá, tenía la sensación de esperar algo, pero no sabía qué, un momento después cruzó por la puerta una mujer muy parecida a Julie, solo que tenía unos ojos tristes y el cabello de un rojo más opaco y con rulos. Cristian se puso de pié y ella se acercó, lo observó detenidamente, como si lo estuviera examinando y sin más remedio, lo abrazó.

— Estás tan grande hijo— dijo la mujer, Cristian la miro confundido— No soy tu madre, soy la madre de ella, como tu madre aún vive no puede venir a verte.

— ¿mi mamá, hablas de Axalia?

— tu mamá se llama Umadalia, Axalia es el nombre que le brindó tu padre para protegerla.

— ¿mi papá no la odiaba? — por alguna razón, Cristian se sentía un niño hablando con esa mujer.

— Umadalia fue la única mujer que tu padre amó y cuido con su vida. Pero no vine a hablar de eso— dijo sentándose e invitando a Cristian a hacerlo— voy a llamarte Mizu, porque ese es tu nombre. La misión que tiene Julieta es protegerte, esa es su única función en este mundo, tiene el poder del sol, el corazón del fuego, es la reencarnación de Calai y su destino es guiarte a ti y a tu hermano. Ella tiene mucho poder y debes ayudarla para que ella pueda ayudarte. Esa es su única misión en este mundo, es la única razón por la que la conociste, una vez que ella cumpla su destino, deberá volver a su mundo.

Cristian sentía que su corazón se partía en mil pedazos, pero supo disimularlo.

— por lo que sé, el fuego también hablo con ella y le dijo que lo que ella tenía que hacer era sacar al actual rey del trono y lo hará, es decir, te ayudara a hacerlo.

— nuestros lazos son más de sangre que de amor— dijo Cristian, ignorando por completo las últimas palabras de la mujer.

— eso no se refiere sólo a la sangre que comparten— llamó la atención de Cristian— el amor es algo que nunca antes le fue permitido a un vestaino después de que los hermanos fuego pelearon por Naye, y cuando alguno se salía de las reglas y amaba, era asesinado porque los hijos de Agnis no debían mostrar esa debilidad. Es cierto que eres primo de Julieta, pero no es un problema, el problema es que el amor que sientes jamás será correspondido de la manera en que tú necesitas ser correspondido.

— ¿de qué hablas? Ella siempre me dijo...

— ella tiene una edad muy corta y no sabe diferenciar el amor de la admiración.