Epilogo

107 7 4
                                    


El joven estaba mirando por la ventana, sabía cuál su deber aunque no quería hacerlo, siempre pensó que aquella chica era muy buena, pero su padre lo amenazó, si no lo hacía matarían a su esposa y lo que menos quería era ver morir a la única persona que no lo trataba como un espécimen raro. Recordó que el cabello rojo y los ojos color miel de aquella mujer eran igual de raros que su propia apariencia, hasta se le ocurrió que tal vez ella era igual a él, pero rápidamente descarto la idea, no debía crear vínculos con esa mujer.

— príncipe Toru, el rey exige su presencia en el salón real— dijo el guardia.

El joven odiaba la habitación en la que vivía, pero prefería quedarse ahí que ver a su padre. Al llegar al salón real la puerta se abrió, ahí estaba Inés, inocente, inconscientemente Toru corrió a abrazarla, la pareja fue interrumpida por el rey que se puso de pié y se aclaró la garganta.

— Anemoi exige de tu servicio Hijo mío, irás con tu esposa Inés a Ohian y vas a presentar esto al rey— elevo un su mano para mostrar un rollo de pergamino— y sabes lo que tienes que hacer— agregó con algo de cinismo.

Toru no quería hacerlo, pero al día siguiente emprendieron, él y su esposa Inés, un viaje hacia Ohian. Durante los cuatro días de viaje la tensión era muy densa, sólo hablaban por momentos para lo estrictamente necesario, los guardias no los dejaba solos ni un momento. Al quinto amanecer, ya estaban en la entrada de Ohian, el castillo celeste era imponente, parecía construido sobre un lago que lo rodeaba por completo, después de que alguien de la caravana anunciase la presencia de los príncipes de Anemoi, un puente bajó elegantemente, al cruzarlo, el guardia que los acompañó en todo el viaje, por fin bajo de la carroza que traía a la pareja.

— Tutu, ¿qué es lo que te obligan a hacer? — dijo la joven princesa, el muchacho no contestó, entonces la mujer tomó sus manos y lo obligó a mirarle a los ojos— Toru, dime lo que tienes que hacer.

— no puedo, cuando esté hecho, lo sabrás.

La puerta se abrió y estaban frente a una fuente de agua, era enorme y hasta podían sentir las suaves gotas llegar a su rostro, era como una llovizna casi insensible a la piel, tras él se podía ver la entrada del castillo donde habían unas cuantas personas, entre ellas creyeron reconocer, a lo lejos, a Julieta, estaba igual a como la recordaban, tenía puesto un vestido rojo que parecía hacer brillar a su largo cabello rojo, junto a ella estaba un chico de cabello negro, el muchacho estaba un poco despeinado por el viento, su traje era completamente celestes y con algunos toques de blanco contrastando el uno del otro, al llegar junto a ellos se percató de la presencia de la de otra mujer, era de cabello castaño casi rubio, su vestido era amarillo y llevaba la corona puesta.

— Nos complace recibirlos en Ohian— habló la castaña de ojos verdes— mi nombre es Inés, soy la hija mayor de Julieta y Yuki del Agua, ellos son mis hermanos, Neferet y Dalai.

— Muchas gracias, mi nombre es Toru y ella es mi esposa Inés, estamos encantados de verlos, pero nos hubiera gustado también poder saludar a Julieta, nuestra antigua amiga.

— Ella se encuentra en otro reino, pero volverá esta misma noche— agregó la princesa.

Pasaron al salón comedor, ambos fueron invitados a desayunar, la mesa estaba repleta de alimentos, varias jarras de jugo, panes de miel, uvas, naranjas, varios vasos limpios listos para ser usados y platos celestes, al igual que los vasos. Toru se acercó a la mesa, ahora sentía que podía respirar, el tener todo el tiempo a los guardias respirando el mismo aire que ellos era muy agobiante y estar lejos de ellos le causaba cierta paz.

— La verdad que es quedamos muy sorprendidos al saber que los de Anemoi querían visitarnos— dijo la que se llamaba Ines.

— cuando nos enteramos que el nuevo rey de Ohian había sido coronado quisimos enviar un regalo, pero cuando nos enteramos que Julieta era la reina decidimos venir a visitarlos— dijo Toru.

HIJOS DEL FUEGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora