Dramas Paralelos

La Chica Nueva

Miércoles, 6 de marzo de 2013.

Era mi primer día en la nueva escuela, yo tenía 17 años...

Era mi primer día en cuarto año de la secundaria superior. Había recursado dos años por cambios, mudanzas y conflictos familiares.

Entré por la entrada principal con entusiasmo. Tenía puesto el uniforme. Una chomba blanca con el logo del colegio, un jean azul marino con pequeñas tachas en el borde de cada bolsillo, unas Converse negras, una mochila violeta a cuadros con una «M» de metal que colgaba del cierre. Mi pelo largo suelto y un maquillaje natural con apenas un toque de delineador remarcando mis ojos miel.

Caminé por el patio enorme con pasos lentos a través de todos los chicos a mi alrededor, observando el lugar, estaba realmente alucinada. Todo era de color verde y azul prolijamente combinado, incluso las cortinas de los salones. Sonreí para mí.

No podía creer que había vuelto al colegio donde estuve cuando tenía tan solo 6 años. Algunas maestras me habían reconocido y me dieron la bienvenida nuevamente. Como para no acordarse de mí, les hice la vida insufrible hasta que en quinto grado mis padres me cambiaron de escuela porque querían que yo tuviera una educación un poco mejor.

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Estaba sentada en un sitio al lado de la ventana. Una profesora no muy alta con pelo rubio y liso ingresó al aula.

— ¡Muy buenas tardes a todos! ¿Cómo les va? Yo soy la profe de contabilidad. —saludó enérgicamente con una enorme sonrisa. Su alegría era contagiosa. Me hizo sonreír también. Por alguna razón, ya me caía muy bien.

— Buenas tardes, profe. —respondimos todos algo extrañados. No estábamos acostumbrados a tener profesores tan buena onda.

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Una hora después, estábamos todos divididos en grupos de cinco integrantes para simular que formábamos parte de una empresa. A mí me había tocado con un grupo de chicas.

Una chica de cuerpo robusto, piel pálida, ojos oscuros y grandes, pelo largo castaño con sus puntas de color fucsia, acercó un poco su silla a la mía. Ambas nos quedamos calladas mirando cómo las demás hablaban como cotorras.

— ¿Vos también sos nueva? —la chica del pelo fucsia me habló rompiendo el hielo de la situación.

— Sí... hoy es mi primer día. —respondí tímidamente.

— El mío también... ¿Cómo es tu nombre? —preguntó curiosa.

— Soy Mía, ¿vos? —dije nerviosa.

— Soy Macarena, pero me dicen Maqui. —se presentó con una sonrisa amistosa.

— ¡Un gusto, Maqui! —le devolví la sonrisa.

Transcurrieron dos horas y media. Al terminar la clase de inglés, antes de salir del aula intercambiamos nuestros facebook's y números de teléfono.

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Viernes, 15 de marzo.

Estábamos sentadas en el patio, en el recreo. Me contó un poco acerca de su grupo de amigos más cercanos. Así fue como supe de su pésima relación con su hermano mayor y de su mejor amigo. Escribió sus nombres en un pedazo de papel para que les enviara la solicitud de amistad en facebook.

Según ella, todos me iban a adorar. No tenía nada que perder, así que cuando llegué a casa, luego de comer algo, busqué ese papel y escribí en la barra de búsqueda de la sección de Amigos en el muro de Maqui...

Comencé a enviar solicitudes a las personas que ella me había anotado. Hasta que finalmente, cliqueé en la única foto que me aparecía con el nombre que había escrito, Dante Slipknot. Su perfil era extraño, tenía una foto oscura con un chico ocultando su cara con su pelo, apenas se distinguía.

¿Qué le pasaba?

¿Qué manía era esa de ponerse una foto sin apenas luz?

Horas más tarde, terminé de cenar, lavé los platos y volví a mi cuarto. Me senté de nuevo frente al monitor y revisé las notificaciones. El primero en aceptarme fue su mejor amigo. Inmediatamente me escribió.

Dante Slipknot:
Hola.
¿Quién sos?

Mía Lee Estilo Punk:
Hola... soy Mía.
Compañera de Macarena.

Dante Slipknot:
Ah, si es de parte de Maqui no pasa nada.
¿Ella te dijo que me agregaras?

Mía Lee Estilo Punk:
Sí... espero que no te moleste.

Dante Slipknot:
No pasa nada, está todo bien.
Soy Dante. Un gusto, Mía :)

Mía Lee Estilo Punk:
Gracias, igualmente.

Luego de hablar de cosas casuales, no me contuve más. Tenía que preguntar.

Mía Lee Estilo Punk:
¿Por qué tenés esa foto tan oscura?

Por alguna extraña razón este chico despertaba mi curiosidad. Todo en él era un misterio y eso me encantaba.

Dante Slipknot:
Porque soy feo.
No me gusta sacarme fotos.

Mía Lee Estilo Punk:
¡Oww! ¡Vamos! Mandame aunque sea unaaa :'(

Dante Slipknot:
¡Noo, soy muy feoo!
Estoy seguro de que te vas a asustar xD

Mía Lee Estilo Punk:
¿Asustarme? Es raro, pero... mi intuición femenina me dice que no sos tan feo como vos te describís :P

Dante Slipknot:
Soy hermostro :3

Mía Lee Estilo Punk:
¿Hermostro?
¿Eso es una palabra?
Jajajajaja

Dante Slipknot:
Es una palabra que mis amigos y yo usamos...
Bah, "amigos", mis únicos amigos fieles son un cuaderno y un lápiz -_-

Mía Lee Estilo Punk:
¡Heey! ¿Por qué decís eso? Al menos tenés amigos...
Hay otras personas que no los tienen :(

Escribí refiriéndome a mí de algún modo.

Dante Slipknot:
¿Estás hablando de vos? ¿Vos no tenés más amigos que Maqui?

¡Waw! ¿Cómo dedujo eso? Era como si él pudiera leer a través de mí. No podía decir que era una rara que se la pasaba sola en su cuarto, escribiendo o escuchando música. Lo espantaría.

Mía Lee Estilo Punk:
No, solo hablo de las personas que no los tienen.

Dante Slipknot:
Ah, por un momento me pareció que hablabas de vos.
¿Salís a bailar o... a tomar algo con tus amigas?

Me mordí el labio inferior pensando qué responder...

Mía Lee Estilo Punk:
Nah, no soy de salir. Mis amigas me invitan, pero...
Prefiero quedarme en casa.

Dante Slipknot:
Eso pronto podría cambiar :)