Caminos Enlazados

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Lunes, 27 de enero.

Dante le comentó a Maqui sobre mi historia con Ciro; entonces ella me dijo que nos encontraríamos en su casa para marcharnos...

— Maqui, ¿a dónde vamos? —pregunté ansiosa. Sentada en un banco de madera con mis brazos apoyados en el borde de la mesa. Ella salía de tomar una ducha.

— En realidad... va a ser una gran sorpresa. Sé que te va a gustar. —me dio una sonrisa pícara. Su pelo goteaba un poco mientras ella lo secaba con la toalla de lado.

— ¡Fuu! Sabés bien que no me gustan las sorpresas. Son decepcionantes. —bufé y rodeé mis ojos—Espero que no tenga nada que ver con el chico que ayer me envió la solicitud.

— Adivinaste. —me dio una mirada como si tuviese escrito "me pescaste". Ella no era buena a la hora de hacer sorpresas, su cara era muy expresiva. Mis ojos se abrieron ante la sorpresa.

— ¡¿Qué?! ¿Te volviste loca? Si se entera Ciro de esto me mata. —dije nerviosa.

— Mía, no seas tan melodramática. Juro que Ciro no va a enterarse de esto. Después de todo... no tiene por qué. En estos momentos seguro que ni siquiera tenés idea de dónde está. —replicó. Bajé la mirada. Ella tenía toda la razón. Él hacía de las suyas cuando yo no estaba presente. Era demasiado inocente y no sabía cómo reaccionar a eso— ¿Ves? Una vez más, tu silencio te incrimina. Yo misma me voy a encargar de que nadie lo sepa, solo nosotros en casa, claro, porque ya saben que venís conmigo.

~~~

Llegamos al lugar. Tengo que admitir que era hermoso. Había árboles enormes, césped en las veredas, las calles no tenían ninguna clase de daño y podían contemplarse las pequeñas flores en los jardines de las bonitas casas estilo antiguo a través de las rejas.

— ¡Waw! —solté casi sin darme cuenta. Estaba demasiado fascinada.

— ¿Te gusta? ¿No es hermoso? —Maqui habló emocionada.

— Siii, no pensé que todo fuera tan... tan lindo y colorido. —dije mirando mi alrededor mientras caminábamos por el costado de la calle.

— Ah, mirá quién está allá —señaló con entusiasmo.

Seguí su mirada y un chico delgado, alto, ojos oscuros, pelo negro, piel blanca y sonrisa dulce, se levantó de donde estaba sentado y comenzó a caminar hacia nosotras. Mi corazón literalmente se paralizó durante algunos segundos. Me sentía demasiado nerviosa y ni siquiera sabía por qué.

— Maqui, decime que no es...

— Sí, es él. —me interrumpió para confirmar lo obvio.

— ¡Maquiiii! —el chico gritó levantando sus brazos en señal de saludo. Ella sonrió y se abrazaron. Me quedé parada en silencio, hasta que fuera mi turno de saludar. Se alejó de mi amiga para saludarme con un beso en la mejilla— Hola, vos sos Mía, ¿no es así?

— Hola. Sí, soy yo. —mostré una sonrisa tímida— Y vos sos...

— Marcos. —me interrumpió. Su mirada era un poco fuerte. Me hacía sentir intimidada de alguna manera.

— Marcos. —repetí en voz baja para recordar su nombre.

~~~

Caminamos hasta una plaza enorme, llena de árboles y algunos niños jugando. Momentos más tarde, Maqui fue a ver a su novio, el amigo de Marcos, dejándonos solos.

— Sos muy linda —él comentó mirándome alucinado.

— Um, gracias —respondí tímidamente y acomodé un mechón detrás de mi oreja mirando una piedra diminuta en el suelo.

Dramas ParalelosWhere stories live. Discover now