Louis es invitado a ver el partido de Inglaterra vs Croacia, en la copa del mundo. Tiene un accidente en las escaleras y un lindo rizado es quien le ayuda en ese patético y vergonzoso momento.
Había algo en ese chico que le había dejado anonadado...
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Louis está inquieto, sentado en el sofá, con el móvil en la mano esperando un mensaje, o una llamada, pero no ocurre nada. En la cocina, Harry tararea mientras termina de preparar la cena, el ambiente está inundado de un aroma exquisito a especias y demás. La verdad es que Louis tiene hambre, pero no puede comer nada mientras no sepa de ellos.
Suspira, sintiendo un malestar en la cabeza, todo por la preocupación, está a punto de lanzar un grito de desesperación, cuando su teléfono móvil suena, un nuevo mensaje reflejándose en la pantalla. Su hermana.
"Estamos llegando" —Lottie.
Suspira, sintiéndose relajado antes de levantarse del sofá e ir hacia donde está Harry. Su novio le prohibió acercarse a la comida y le pidió muy amablemente que se largase de su cocina. Así que eso fue lo que hizo. Ahora se posiciona en el marco de entrada y carraspea para llamar su atención.
—¿Amor? —le habla, Harry se vuelve hacia él.
—¿Sí bebé?
—Ya están llegando. —Sonríe en cuanto lo dice.
—¡Eso es genial! ¿Por qué no vas a recibirlos a la entrada? Mamá dijo que ellos llegarían en media hora más o algo así, me llamará.
—Vale, voy por ellos.
Harry le sonríe antes de volver a lo que está cocinando. Louis toma las llaves de la entrada y sale hacia la calle, cerrando la puerta tras de sí. Son las ocho y treinta de la noche, es la noche de año nuevo y la primera vez en un año que verá a su familia. Está emocionado, extasiado, además, de que será la primera vez que estarán ambas familias reunidas y quiere que todo salga bien, porque si así es, todo lo que está planeando será perfecto.
Camina con rapidez, lo único que quiere hacer es abrazar a sus hermanas y a Dan, ha sido demasiado tiempo y los extraña cada día un poco más. Está llegando a la entrada, cuando fuera del complejo se estaciona un auto, Louis observa cómo sus hermanas comienzan a bajar y como las muchas maletas salen del portamaletas. Se apresura para ayudarles a Dan y al conductor del uber y se ríe cuando nota que su familia sigue sin entender el concepto de "viajar ligero". En cuanto el auto se ha marchado, Louis finalmente puede abrazar a todos, el ojiazul siente como si un peso gigante se ha ido de su cuerpo, se siente ligero, contento y feliz. Guía a todos hacia la casa del rizado, sus hermanos menores contándole que han aprendido mucho sobre Los Ángeles y que tienen mucha calor.
Harry es quien les recibe en la entrada, se abrazan, comparten besos y muchos chillidos de alegría. Les ayudan a instalarse en las dos habitaciones de invitados y les dejan prepararse para la cena. Cuando están en la sala nuevamente, Louis toma a Harry del brazo y tira del rizado hacia él, sin darle tiempo de decir o hacer algo; le besa. Toma entre sus manos, el rostro de su chico y le besa larga y tiernamente. Al separarse, Harry parpadea y sonríe completamente embobado.
