Dos

2.3K 126 9
                                    

Atravieso las puertas acristaladas cuando se abren y nada mas salir del edificio suspiro de alivio y río de emoción.

He pasado la primera prueba. No me lo puedo creer.

Trabajar para una empresa tan grande y conocida como es Industrias Langford seria lo mejor para impulsar mi carrera y darme a conocer en el mundo del marketing empresarial.

Aprieto mi desgastado bolso contra mi y saco el móvil para marcar el número de mi mejor amiga.

—¿Ha ido tan bien como lo presentí? —pregunta en cuanto descuelga el teléfono.

Pongo los ojos en blanco. Adoro a Hannah pero me saca de quicio cuando se pone modo médium.

Si, mi amiga es una loca obsesa de las adivinas y todo ese rollo de las cartas, predecir el futuro con bolas de cristal y no sé que más.

Recuerdo que el día que envié el curriculum a las empresas ella se encontraba a mi lado echándome supuestamente las cartas con una barata de póker.

Lo sé no tiene algún sentido. ¿En que se parece el rey de picas a la muerte?

Ni ella lo sabe pero estaba tan emocionada por predecirme el futuro que se inventó las reglas a partir de las cartas del tarot para aplicarlas a las del póker que son las únicas que tenía a mano. Me gusta el póker y juegos de azar no me juzguéis, prefería que usara esas cartas a que las dibujara ella misma.

—Si Hannah todo ha ido según predijiste —digo para contentar a mi amiga.

—¡Lo sabía! —grita eufórica y oigo un suave golpe lo que me hace imaginar que se ha tirado en el sofá—. Tenemos que salir a celebrarlo.

—Para el carro guapa —digo medio riendo—. Solo he pasado la primera entrevista, todavía no me dieron el trabajo.

—Aburrida —masculla y oigo como mastica alguna especie de patatas fritas contra el auricular.

—Bueno... Podemos hacer una minipijamada en casa de Derek —digo rendida.

—¡Si! Yo compro las cervezas y aviso a D —habla todavía con la boca llena—. Tu trae las galletas de tu madre y compra bolsas de patatas.

¡Oh si! Las famosas galletas de mi madre. Una delicia sin fin de masa dorada y crujiente con pepitas de chocolate, nueces, canela o cualquier cosa que le apetezca.

Una delicia para todos los sentidos.

Mi madre es una genio de la cocina. Vale, no es un chef conocida mundialmente ni algo parecido, solo una ama de casa que adora hacer engordar a su familia pero para mi es suficiente. Y para mis amigos también ya que les encanta entrar en mi casa como si nada y asaltar la nevera cuando mamá se pone en plan cocinera experta.

Ya no hace falta que calcule las masas para los tres que somos en casa, directamente utiliza todo el paquete de harina y azúcar para hacer el doble y que mis glotones amigos disfruten de sus creaciones.

Yo no me quejo tampoco, como hasta reventar y aun encima aprendo alguna receta nueva.

Tomo otro sorbo de cerveza y me dejo caer exhausta en el sofá de la casa de Derek mientras Hannah sigue pintándose sus cortas uñas mordidas de un color morado oscuro.

Mi mejor amiga tiene esa clase de estilo de chica repollo: colores pastel, blusas y vestidos de flores, en definitiva ropa colorida y llamativa por lo que todo le queda bien y lo combina a la perfección. Es realmente guapa y llama la atención, sobre todo son esos ojos verde oscuro que resalta con su maquillaje de tonos claros pero llamativos.

Tiene su maraña de rizos castaño oscuro esparcido por encima el cuero del sofá mientras que sus piernas están estiradas sobre el respaldo del mismo. Una posición muy cómoda para pintarse las uñas si señor.

Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]Where stories live. Discover now