Doce

1.6K 120 6
                                    

—Ethan —me levanto del taburete con mis manos sobre sus hombros—. Que guapo eres.

Esta jodidamente irresistible. Con esa camisa blanca remangada hasta los codos con un chaleco negro abrochado por encima y unos pantalones vaqueros negros. Esta muy sexy. Sexy y adorable.

¿Quién mas podría ser así? Nadie. El es único en su especie de dioses arrogantes.

—Si, si, muy guapo —me coge del codo para hacerme caminar—. Vámonos.

—No —paro en seco soltándome de su mano volviendo a la mesa.

Cojo los dado entre mis manos y miro a Ethan que trata de calmarse y de matarme con su mirada ahora más gris que nunca.

—Sopla —le acerco los dado y este a regaña dientes mascullando cosas sopla los dados en mis manos.

Los lanzo con fuerza y premio gordo. Recupero todo lo que he perdido y mucho mas.

—Eres el dios de la fortuna —grito de alegría agrupando mis fichas en mi esquina.

Me lanzo a los brazos de Ethan que me sostienen con fuerza para no caer, pero no esta emocionado sino que sigue muy cabreado.

—Don arrogante gruñón —me mira alzando una ceja curioso—. Me pones tanto.

Le pongo ojitos tiernos acariciando su pecho cubierto por la tela del chaleco, tan suave. Su mandíbula se aprieta y aparta la mirada intentando mantener la calma. Por su cara se que no le hace gracia que este así y lo que desea es sacarme de aquí a rastras si hace falta.

Y ahora que está aquí con su perfección y su presencia abrumadora no puedo pensar en otra cosa que no sea en el.

—Vamos.

Tiro de su mano antes de que pueda rechistar y camino algo torpe por el casino entre la gente hasta llegar al final metiéndome por el pasillo de los baños. Entro en uno y cierro la puerta con llave detrás de mi.

Doy gracias de que en este casino sean tan pijos que los baños son individuales y tan maravillosamente limpios.

No pierdo el tiempo, agarro a Ethan por el cuello de la camisa antes de que haga preguntas lo empujo contra la pared estampando mis labios contra los suyos. Llevo las riendas del beso, fiero y hambriento y el no parece resistirse en absoluto, y me deja dirigirle. Sus manos rodean mis caderas pegándome a el con fuerza.

Restriego mi cuerpo contra el pero me aparta antes de que pueda seguir tocándole.

—Para por favor —cierra los ojos respirando pausadamente recuperando el control.

Iba a protestar cuando la forma en la que apoya los puños sobre el lavamanos y como cierra los ojos relajando su cuerpo y mis ojos viajaron por su maravillosa anatomía hasta ver el increíble bulto formarse en sus ajustados vaqueros.

¿Yo he provocado eso? Me muerdo el dedo índice sonriendo juguetona mientras lo sigo observando devorándolo con la mirada de deseo mas fuerte que he sentido nunca.

Esta excitado, mogollón y yo también. Estoy borracha y deseosa de placer.

Lo aparto de golpe pillándolo por sorpresa empujándolo contra la pared sin dejarle hablar devoro sus labios con ansias y pego mi mano a su entrepierna abultada. Froto despacio sobre el pantalón, se está poniendo mas dura y palpita en deseo. Sus pantalones tiran y su pene amenaza con romper la tela por ser liberado. Quiero llegar a la cremallera y abrirla pero me sujeta la mano evitando que haga nada.

—Dios, Loren... para —gime con los dientes apretados—. No puedo hacer esto, estás borracha.

Sus latidos se oyen desde lejos, su boca esta entre abierta con los labios mojados, su respiración esta acelerada y sus ojos multicolor se han oscurecido y tiene las pupilas muy dilatadas, solo se ve el aro de un azul intenso.

Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]Where stories live. Discover now