Veintiocho

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Después de la tarde de ayer con Hannah ahora camino con demasiada alegría hacia la oficina deseando ver a Ethan. Solo ha pasado un día y ya le echo de menos, me estoy volviendo muy adicta a ese hombre, y como no hacerlo, ese bendito fruto de dios es irresistible.

Antes de ir hacia lo oficina paso por la cafetería de Evelyn y Stephen a por unos cafés.

Dejo el coche en mi parking habitual antes de ir hacia el edificio. Camino con una sonrisa boba al ver el edificio de Industrias Langford a unos metros de mi, pero antes de llegar paso por delante del pequeño quiosco y me paro en seco cuando mis ojos captan algo.

Me acerco al quiosco y examino las revistas que hay puestas en unas estanterías metálicas.

Cojo la revista con tanta ira que hasta arrugo algunas páginas. Empiezo a caminar tan deprisa y con ira y tan crispada que hasta se me olvida pagarla. Dejo caer los cafés en la primera papelera que veo pero fuerza y gruño frustrada y enseguida me arrepiento ya que necesito cafeína para no explotar en medio de la calle.

Entro en el edificio echando humo y aprieto el botón de mi planta antes que nadie por lo que sube directamente arriba. Las puertas se abren y lo primero que veo es a Ethan hablar con Grace.

Al oírme llegar se gira y me sonríe.

—Hola nena —me saluda.

Camino a paso rápido golpeando con fuerza el suelo con mis tacones y nada mas llegar delante de el le plato mi mano en su mejilla cruzándole la cara de golpe asustando a las pobre secretarias que van a presenciar el escándalo del siglo de una chica rabiosa muerta de celos.

Su cara gira violentamente pero enseguida me mira con expresión sorprendida y asustada con la marca roja de mi mano en su piel blanca.

—¿Pero que...?

—¡Eres un mentiroso! —le grito en la cara, llena de ira y furia.

—¿De que hablas?

Le estampo la revista en el pecho y el la coge antes de que caiga.

Me echa un rápido vistazo antes de mirar la enorme foto de Ethan sujetando a Hillary por la cintura los dos sonriendo muy felices y con el titular de futura boda en grande.

—Te juro que no he sido yo —es lo primero que dice asustado—. Yo no he dicho nada.

—¿Se han enterado solitos entonces?

—Que yo no he sido joder Loren —dice entre desesperado y cabreado—. Confía en mi.

Me cruzo de brazos cabreada.

—Yo rompí el compromiso ayer, te lo juro.

Una voz femenina que cada vez odio mas se oye de repente detrás de mi.

—¡Ethan mi amor! —grita la barbie defectuosa corriendo como una mema hacia Ethan cogiéndole de las mejillas.

Ethan intenta apartarse de los brazos de pulpo pegajoso de Hillary pero la muy estúpida sigue pegándose a el. Hillary se fija en lo que el rubio sujeta entre sus manos y le sonríe de oreja a oreja.

—¿Ya lo has visto? —grita con entusiasmo y tengo ganas de arrancarme los oídos para no oírla—. ¿A que es maravilloso? Mis padres se encargaron de todo.

—¿Qué no te quedó claro de lo que dije ayer? —brama con ira a la zorra—. ¡Desmiente todo esto ahora mismo o lo haré yo y no te gustará!

Le lanza la revista al pecho y ella lo mira muy sorprendida de su actitud.

—¡Loren, a mi despacho ahora! —gruñe entre dientes cogiéndome del brazo arrastrándome tras el.

Estoy tan asustada que lo sigo sin rechistar. Dentro de su despacho Ethan suelta el aire de forma lenta pasándose la mano por el pelo de forma nerviosa despeinándose mientras se mordisquea el labio inferior.

Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon