Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]

Veintisiete

Se separa de mis labios lentamente y me sonríe, su sonrisa es tan bonita que me hace sonreír a mi también.

—Tengo sueño —digo yo rompiendo el agradable silencio llevando una de mis manos a mi boca para tapar un gran bostezo.

El pecho de Ethan se sacude contra el mío en una suave risa

—Vamos bella durmiente.

Su mano sujeta la mía dando un suave apretando antes de llevarme de nuevo a su coche. Cuando me abre la puerta me quedo parada antes de entrar.

—¿Cómo me has encontrado?

Ethan mira a otro lado nervioso y se mordisquea el labio inferior.

—Hannah me llamó —dice en voz baja—. Deberías hablar con ella, estaba muy preocupada y Derek me amenazó con cortarme la polla sino...

—Ethan —le cortó antes de que siga hablando como una cotorra porque esta mintiendo, lo conozco muy bien—. ¿Cómo supiste donde estaba?

No le dije a Hannah donde estaba asique es imposible que adivinara tan fácilmente que me encontraba en el pub.

—Tengo mis trucos nena.

—Ethan —advierto y me cruzo de brazos dando un paso atrás.

—Vale —se rinde por fin y sus mejillas se ponen algo rojas—. Puede que activara el GPS de tu móvil —admite avergonzado.

—¡¿Que?! —grito sorprendida abriendo desmesuradamente los ojos—. ¿Me has puesto un rastreador en el móvil?

—No es un...bueno puede que si —dice y yo me levo las manos a la cabeza alterada caminando de un lado a otro—. ¿Qué querías que hiciera? La ultima vez que huiste de mi casi te hacen daño.

—¡Ponerme un rastreador no es una solución! ¡Eso es controlarme! —grito llena de ira. 

Respiro hondo varias veces y empiezo a contar numero para tranquilizarme, voy por ochenta y sigo sin calmarme.

—Nena, lo siento —Ethan se acerca a mi cabizbajo—. Necesitaba asegurarme de que no te pasara nada.

Relajo los hombros y suelto el aire de golpe por la nariz.

—Llévame a casa —espeto entrando en el coche y dando un portazo.

Este adonis egocéntrico e idiota llega a ser mas imbécil de lo que creí. Como se atreve a ponerme un rastreador. No necesita saber donde estoy, se cuidarme sola.

En el silencio tenso del coche pienso mas formas de como asesinarle y deshacerme de su cadáver. Me cruzo de brazos y me dedico a mirar por la ventana las bonitas vistas de la ciudad de Miami bajo la oscura noche. De vez en cuando le echo un vistazo a Ethan que mira a la carretera concentrado todavía con al labio inferior entre sus dientes. Cuanto mas le miro mas rápido desaparece mi enfado, esta tan guapo así concentrado y con un gesto culpable en la cara que hasta consigue ablandar mi corazón.

Cuando entra en el garaje de su edificio frunzo el ceño.

—He dicho que me lleves a MI casa —gruño cuando aparca en su plaza.

Apaga el motor y me mira con esa cara adorable que sabe poner tan bien y que siempre me debilita y termina haciendo conmigo lo que quiere.

—Venga nena, sé que no puedes estar enfadada conmigo —su mano alcanza la mía y le da un beso en el dorso—. Sabes que lo hice porque no quiero que te pase nada.

Por mucho que odie admitirlo en el fondo que se preocupe tanto por mi me gusta y me parece un gesto muy tierno de su parte.

Maldita sea no puedo quererle mas.