Tres

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Vale.

Vale.

Vale.

He respirado hondo como diez veces y sigo sintiendo los pulmones vacíos y siento que me voy a desmayar de tonta inspirar y expirar.

El edifico se alza ante mi, tan imponente, magnifico y amenazador como la ultima vez que lo vi. Solo que ahora me infunde mas respeto que la ultima vez, supongo que será porque me juego mas en esta entrevista pero debería tranquilizarme la pasada entrevista salió de maravilla, el señor Sanders estaba encantado conmigo pero eso no quita el miedo que siento ahora mismo.

Sigo asustada y por mucho que inspire y expire como mama me enseñó para evitar los ataques de pánico y estrés esto no me sirve de nada.

Me sudan las manos, me tiembla todo el cuerpo, tengo el estómago deseoso de expulsar esa maldita leche con cacao que tomé como desayuno simple. Nunca me ha gustado desayunar, siempre he sentido estrés desde que me levanto hasta que me acuesto pero por las mañanas cuando era niña los desayunos solían odiarme y salían sin previo aviso de mi estomago antes siquiera de que pusiera un pie fuera de casa.

Con los años he ido superando el pánico que me daba a ser comida por alguien fuera de la seguridad de mi habitación pero eso no evita que mi estómago se ponga reacio a aguantar comida dentro de el por las mañanas. Sabía que no era buena idea tomar nada pero cuando empecé a sufrir desmayos y dolores de cabeza cuando era joven mis madres y mis amigos no paraban hasta que desayuna algo.

Miro el reloj de pulsera dorado y me confirmo que me quedan diez minutos antes de tener que entrar en el edifico y proceder con la entrevista.

Todavía siento los estragos de la cerveza en mi sistema, desde que he bajado del coche y me he despedido de Derek siento el gran impulso de salir corriendo lo mas lejos posible. Mi cabeza da vueltas y me duele ligeramente el lóbulo derecho por culpa de esa cebada destilada y barata.

Nota mental deja que Derek compre la cerveza cara la próxima pijamada.

Miro a mi alrededor deseando encontrar algún pretexto para largarme de aquí pero no lo hay. La gente camina tranquilamente por las calles pensando en sus propios problemas y mientras yo sufriendo un ataque de nervios en mi interior.

Vuelvo a mirar nerviosa el reloj y solo ha pasado un maldito minuto, lo que aumenta mas mi nerviosismo, las nauseas y aflora mis ganas de huir.

Me abofeteo mentalmente por ser tan cobarde.

Maldita sea Loren deja de ser tan tonta del culo y échale huevos. Entra ahí, demuestra que eres la mejor, déjalos con la boca abierta y sal con un canto en los dientes.

Vuelvo a respirar hondo y me relajo, suelto el aire lentamente y me siento mas confiada ahora. Las puertas se abren y se cierran cuando la gente sale y no puedo apartar la vista ni moverme de mi sitio.

Loran Parks mueve el maldito culo y entra ahí dentro.

Todavía me quedan unos minutos por lo que decido acercarme a la cafetería de ahí enfrente y pedirme un café con leche y caramelo para calmarme. Hay varias personas en la cola por lo que no me queda otra que esperar con paciencia, puede que así se me pase el tiempo volando.

Y se pasa tan rápido que cuando me entregan el café rebosante y ardiente en una enorme taza de cartón para llevar debo pagar deprisa. He perdido mucho tiempo y solo me queda un minuto para que sea la hora acordada.

Entro a toda velocidad en el edificio y tras hablar con la recepcionista que parece reconocerme -supongo que la cara de culo que le puse el otro día no se olvida tan fácilmente- me encuentro subiendo a la última planta.

Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora