Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]

Ocho

Tengo que salir de aquí cuanto antes. 

Saco su pesado brazo de encima de mi y lo dejo caer despacio para levantarme de la cama y vestirme con la ropa de ayer. ¿Pero que demonios me pasaba ayer por la cabeza cuando acepté acostarme con un desconocido? Salgo de la habitación con los tacones en la mano y camino lentamente hacia la puerta. 

Este puto apartamento es enorme. ¿Dónde coño esta la puerta? Por fin veo mi salida cuando oigo pasos suaves detrás de mi cuando estoy a punto de alcanzar la gloria.

—¿A donde vas, guapa? 

Me giro lentamente encontrándome a cierto hombre sexy en calzoncillo dejando su marcado y bronceado abdomen decorado con algunos tatuajes. Sonrío repasando al extraño de arriba abajo, estaría borracha pero se elegir bien.

—Eh...pues tengo...uhm...tengo que volver a casa —sonó como una pregunta mas que una afirmación y me golpearía la cabeza si no sintiera ya un leve dolor.

—¿Por qué no te quedas y repetimos?

—Mis amigos están preocupados...asique mejor me voy —alcanzo la manilla de la puerta y abro deprisa. 

—Espera, ni siquiera se como te llamas.

—Me llamo Loren —grito cerrando la puerta corriendo escaleras abajo.

Me toma unos minutos y bastante ayuda del Google maps saber en que calle estoy pero cuando lo consigo no tardo mucho en camina a paso rápido hacia el piso de Derek. Entro por el portal quitándome los tacones y subo hacia su piso.

—Buenos días —Derek es el primero en recibirme con una vaso de zumo en la mano que no tardo en quitarle de la mano y beberme entero.

—¿Alguien se lo pasó bien anoche? —me dejo caer al lado de Hannah en el sofá que me sonríe pícara.

—Si te digo la verdad...ni me acuerdo de como pasó, pero te aseguro que el tío se mueve muy bien —me río dejando el vaso vacío en la mesa—. Decidme que avisasteis a mi padres.

—Pues claro —Hannah se encoge de hombros obvia—, lo hice en cuanto te morreaste con ese tío, están tan acostumbrados a que salgamos los viernes que ni se preocuparon.

—Estupendo necesito una ducha —me levanto dejando mi móvil y los tacones en el suelo de cualquier manera, es el piso de Derek me da igual.

—Pero luego me cuentas lo de...—se hace la pensativa un segundo—, ¿como se llama? 

—No tengo ni idea —me río al igual que mi mejor amiga y me meto en el baño para una relajante ducha.

Rebusco en el armario mega desordenado de Derek y me pongo uno de sus pantalones cortos y sus grandes camisetas. Al volver al salón y revisar mi móvil me encuentro un par de mensajes de mi madre para saber si estoy bien que le contesto enseguida y unos cuantos correos de empresas que trabajan con Industrias Langford al igual que correo suyos sobre mis avances, lo que quiere es tenerme controlada, es que este tío se pasa el día trabajando.

Voy a la cocina y me siento en la encimera cogiendo los cereales de Derek comiéndomelos con la mano.

—Suéltalo de una vez —me dice Hannah desde la silla en la que esta sentada.

—¿Qué suelte que? —pregunto con la boca llena—. Ya sabes lo que hice anoche con el tío sin nombre, no creo que quieras detalles.

—No hablo del tío sin nombre, mema —pone los ojos en blanco mientras unta su tostada—. Tu nuevo trabajo, dijiste que me ibas a contar y aun sigo esperando.

Lo que me faltaba, con las pocas ganas que tengo de hablar de don egocéntrico capullo. ¿Soy yo o cada vez le pongo un mote diferente? Hay tantas formas de describir a ese tío, y por mucho que odie admitirlo la mayoría son cosas mas que buenas.