Diez

1.6K 102 12
                                    

Dios mío. Dios mío. Dios mío.

¿Qué acabo de hacer? ¿Cómo he dejado que esto pase? ¿En que momento he dejado que mi tonta y estúpida cabeza no pensara con claridad? ¿Por qué lo he dejado tocarme así? ¿Cómo he podido ser tan estúpida?

Acabo de compartir un momento muy íntimo con el imbécil arrogante de Ethan Langford. El estúpido ególatra y acosador de mi jefe, en su despacho. He dejado que me tocara. Me ha dado el mejor orgasmo de mi vida solo con la mano. Todavía tengo el cuerpo gelatinoso, me tiemblan la piernas. Mi cuerpo está sudoroso y tengo las bragas mas mojadas que nunca.

Mi corazón ahora late a toda velocidad pero no por el placer sino porque acabo de liarla parda. Me he dejado llevar por el momento. Por el gusto de sentirle tan cerca. Tan perfectamente único con su apariencia de adonis, jodidamente atractivo e irresistible.

Cuanto le odio, pero joder cuanto me pone.

Necesito salir de aquí ahora mismo. No puedo pensar con claridad.

Su mirada sigue fija en la mía y mi autocontrol se esta debilitando de nuevo. Ya le dejé ganar una vez no puedo dejarme llevar otra vez. No puedo mirarle mas, esta tan atractivo. Sus ojos están oscurecidos llenos de lujuria desmedida, tiene la respiración acelerada y sus labios entreabiertos, húmedos y enrojecidos de tanto besarme y sus pantalones del traje están tirantes bajo el enorme bulto que esconde debajo. Los abdominales se marcan con cada respiración que da y me esta volviendo loca.

Intenta dar un paso a mi y yo me aparto de la mesa moviéndome hacia al izquierda.

—Loren... —parece desesperado y nervioso, no se esperaba que después de dejarle tocarme así ahora tenga ardidos deseos de salir corriendo.

—Quiero irme... Ethan, por favor —voz sale débil y gimoteo en mi garganta necesitando alejarme de este hombre de una vez.

Hace demasiado calor aquí dentro y ahora solo tengo ganas de darme de ostias por ser tan idiota y haber cedido así de fácil.

Me siento sucia. Muy sucia. Me esta utilizando y yo he dejado que me tocara. Menuda zorra estoy hecha.

—Todo iba bien, ¿que ha cambiado?

Niego efusivamente nerviosa. Tengo ganas de gritar, llorar y patalear como una cría. Me siento como tal y como una adolescente tonta con las hormonas rebotadas.

Echo un rápido vistazo por el rabillo del ojo a su mesa. La Tablet esta a la derecha, solo tengo que moverme un poco mas y podré conseguir mi libertad.

—Loren vamos —el da un paso hacia mi y yo aprovecho para alejarme uno hacia la derecha en busca de su Tablet—, no puedes mentirme ahora. No después de lo que acaba de pasar.

No quiero oírle. Quiero que deje de hablar. Que se aleje. No volver a verle. Desde que le conozco todos se ha vuelto raro.

El karma me esta jodiendo viva y no lo soporto mas.

Se acabó. Me lanzo hacia su mesa antes de que el llegue a mi y pulso desesperada la pantalla hasta que un botón se pone verde y oigo la puerta abrirse. Ethan intenta llegar a mi pero soy mas rápida y llego a la puerta antes de que la cierre o me alcance.

—¡Loren! —oigo su grito de enfado cuando llego al ascensor.

Aprieto el botón con efusividad sin parar rezando mientras miro por encima de mi hombro su sombra por el pasillo.

Vamos joder. Puto ascensor.

Las recepcionistas me observan con la boca abierta, sorprendidas y asustadas. Ven llegar a su jefe y sueltan un grito ahogado al verle llegar tan enfadado y... Todavía con los pantalones apretados por la fuerte erección.

Llama del deseo ✔️ [Llamas #1]Where stories live. Discover now