NUNCA HA SIDO TUYA

CLASE B

Uraraka miraba sonrojada aquella puerta que custodiaba los utensilios de limpieza y algún que otro objeto personal del conserje.

- ¿Qué sucede?- Cuestionó Izuku mirándola divertido.

- ¿En verdad lo haremos aquí?- Preguntó sonrojada.

- Claro - Respondió con una sonrisa. - Que no...- La castaña se sorprendió ante esto.

- Creí que...-

- ¿Qué intentaría convencerte de hacerlo aquí?- La chica bajó la cabeza aún más sonrojada e Izuku rió. - Nunca intentaría obligarte a algo...- Confesó tiernamente causando que la castaña lo mirara. - A menos que tu quieras...- Nuevamente la chica bajó la cabeza sonrojada y el pecoso no pudo resistirse, así que rodeandola por con los brazos la acercó a él y le dio un lindo beso en la cabeza.

- Te amo...- Dijo la castaña enterrando aún más la cabeza en el formado pecho del chico, sin darse cuenta de que alguien veía esto a lo lejos.

- Maldito Nerd...- Susurró enojado Bakugou apretando los puños, intentando contener las ganas de moler a golpes al peliverde, después de todo gracias a él, Uraraka había dicho lo que había dicho, pero Katsuki se encargaría de ganarse nuevamente su confianza y haría que la chica de mejillas llenitas dejara al inútil.

- Tengo que ir con la clase B...- Comentó el peliverde separando suavemente a la chica quién hizo un pequeño puchero ante esto, cosa que hizo reír nuevamente al pecoso. - Puedes venir conmigo...- Sugirió al ver la reacción de Ochako, la cual asintió rápidamente.

Toda la clase 3B se encontraba en el Gimnasio Gamma.

- ¿Setsuna qué es esto?- Preguntaba Ibara al notar una mancha roja seca en el suelo.

La aludida se acercó a ella y apreció más de cerca aquella marca. - Parece... sangre- Exclamó esto último sorprendiendo a todos.

- ¿Estás segura?- Monoma cuestionó acercándose también.

- Sangre... pero ¿de quién?- Interrogaba Tetsutetsu acercándose a las chicas.

- De un imbécil que no acepta la derrota - Comentó cierto peliverde quién ingresaba al Gimnasio seguido de Uraraka.

- Midoriya - Saludaba Tetsutetsu con una sonrisa mientras se acercaba a él, al igual que muchos otros de la clase B, la acompañante del peliverde miraba feliz la interacción de su amado con la otra clase, veía a la mayoría acercarse a él y saludarlo con una gran sonrisa, muchos le preguntaban acerca de su cambio físico o  acerca del intercambio, claro que la mayoría, no quiere decir todos.

A lo lejos, un pequeño grupo de mujeres miraba al recién llegado con el ceño fruncido, estas eran Ibara, Setsuna, Yui y Pony, pero a diferencia de estas, la última miraba a Deku con una sonrisa. Estas chicas conformaban el grupo más cercano a la presidenta estudiantil de la clase B Itsuka Kendo, quién tampoco apartaba la mirada del pecoso... Esto fue notado por la amante del mochi, quién a sabiendas qué una de las ex novias de su peliverde era de la clase B,  dirigiría su atención hacia todas las chicas de la clase, en especial hacia aquel grupo... algo le decía que la primera novia de Midoriya podía estar entre ellas... Y no quería otro fenómeno Utsushimi, cómo ella lo había llamado, después de todo uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde...

- Bien... Me han asignado para ayudarlos en su entrenamiento - Comentó el estudiante de la clase 3A, una vez la sección de preguntas y respuestas había finalizado.

- ¿Un idiota de la clase A? ¿Qué acaso...? - Monoma no podía evitar ser algo más intenso cuando a la clase rival se refería, pero como siempre fue callado por un golpe de la confiable presidenta.

- Perdón por eso... continúa Izuku...- Pidió sorprendiendo a todos, en especial a sus amigas y a cierta espectadora amante del mochi quién entrecerró los ojos, después de todo Llamarlo por su nombre de pila no era algo muy común y menos si se trataba de una persona con la que habías convivido poco...  obvio, a menos que tuvieran una relación más íntima, tal vez Uraraka estaba siendo paranóica, pero el efecto Utsushimi estaba ahí y era algo que no podía ignorar.

El peliverde no dijo nada, ni siquiera se sorprendió, cosa que muy dentro de su ser entristeció un poco a Kendo... por lo menos una sonrisa hubiera sido mejor. - El director Nezu me pidió que los asistiera con su entrenamiento...- Recibiendo un asentimiento de todos, la sesión dio inicio, Izuku trató de ayudar a todos con algunos movimientos y ataques, pero a pesar de ser un entusiasta de las particularidades, idear consejos y técnicas nuevas en tan poco tiempo era casi imposible.

Cuando el pecoso se acercó para ayudar al grupo de Kendo, la mayoría de integrantes se rehusó a aceptarlo... al fin y al cabo, todas menos pony y Kendo seguían con la idea de que el peliverde había engañado a esta última, teniendo el descaro de llevar a la chica (con la cual supuestamente había engañado a la pelirroja) con él a su entrenamiento.

La primera en aceptar su ayuda fue Itsuka, quién sorprendió al grupo, pues desde lo vivido en casa de Momo, la pelirroja no había dicho nada, ésta se limitó a pedirle a su ex-novio algunos consejos acerca de sus movimientos.

Pony fue la siguiente, pero a diferencia de la primera, ésta, quién desde un principio había escuchado y creído en la versión de Izuku, había pedido ayuda al pecoso con sus posturas y algún que otro movimiento, lo que ocasionó que en algunos casos Deku tuviera que acercarse por detrás a  ella y moldear su postura.

- ¿Qué demonios tienes con las rubias?- Susurró Ochako enojada una vez el pecoso terminó con Pony, ésta le había agradecido con una linda sonrisa a la cuál el peliverde correspondió.

- Ni yo lo sé con exactitud- Respondió acercándose a ella. - Pero... - Susurró al oído de la chica. - Prefiero a las castañas...- Este gesto logró enrojecerla, cosa que fue notada por Kendo y sus amigas.

Al finalizar el entrenamiento, la clase entera tomó asiento en el suelo del Gimnasio sorprendiendo a los chicos de la clase A, al parecer, desde su primer año era una especie de"tradición" quedarse unos minutos más para charlar.

- ¿Por qué no te quedas un rato Midoriya?- Preguntó Tetsutetsu con una sonrisa.

- Si...- Dijeron Setsuna y Yui.

- Sería divertido - Finalizó Ibara con una sonrisa casta.

A diferencia esta última, las primeras dos habían expresado una sonrisa que preocupó un poco al peliverde... esto no acabaría bien.

Disimuladamente miró a su acompañante castaña antes de dirigirse nuevamente a la clase B

- Está bien-