SOPHIA
El Departamento de Asuntos Internos de la Universidad ha hecho llegar una notificación a Natalie de que se presente en sus oficinas en las próximas 48 horas. Y dudo mucho que ella vaya a hacerlo.
Del mismo modo que conservo mis dudas de que ella lo sepa. La carta ha llegado a su viejo apartamento. Cada tanto, opto por ir a revisarle la correspondencia en el buzón. Necesitaría una llave de la puerta para al menos poner en orden su pequeña caja de zapatos hasta que decida regresar.
Pero algo me dice que en mucho tiempo no ha pasado por aquí.
Cuando abro la carta, decido leerla y encontrarme con que quieren saber si Nicholas Jefferson la ha seguido acosando.
NATALIE
Si Nick se convirtiera en ciborg, ¿lo seguiría queriendo? ¿Tendría que realizar la incisión para introducir el disipativo que haga funcionar un software en su cuerpo? Creo que no podría quererlo de la misma manera, a menos que eso sirva para salvarle la vida.
No discrimino a las comunidades ciborg, ellos optan por ser quienes son. El problema es que el cuerpo sea base de experimentos en contra de la voluntad del portador.
Aunque, ¿qué importan las voluntades, hoy?
—No estoy lista para hacer esto—le digo a Nick en cuanto Kaneki y Magda se han marchado.
Si el prototipo muere, Nick será el próximo.
Y habrá sido por mi culpa.
—No tenemos otras opciones—declara él.
—Ni siquiera hemos estudiado previamente cómo funciona.
—Has estudiado la carpeta de CUERPOS. Nada de lo que hay ahí es ajeno a que puedas realizar esto.
—Habla por ti—estoy a punto de entrar en crisis—. Eres el que ideó esa jodida carpeta. Todo esto es por tu culpa.
—Lo sé. Y no me enorgullece.
—Eres un maldito genio, ¿y no te enorgullece?
—La ciencia sin ética, es ciencia ficción. Y no estamos para experimentar sobre los cuerpos.
—Era lo que querías con tu proyecto.
—Y lo logré. Pero no lo que convenía hacer.
—Tampoco lo ibas a poder detener...
—Exacto. La ciencia se ha desatado. Nada va a parar los miles de experimentos que surgen a diario. Estoy seguro de que no he sido el primero ni voy a ser el último.
—Pero podrías convertirte en...
—No. Porque vas a ayudarme.
—No...
—Haremos esto juntos, Natalie.
Él rodea el cuerpo y se incorpora delante de mí. Hace descender el barbijo y reposa y un cálido beso sobre mi frente.
Necesito que nos apartemos de todo.
Que el mundo se detenga.
Y seamos solo nosotros dos.
Sin obligaciones.
Sin amenazas.
Sin preocupaciones.
Intentar hacer una vida distinta...
—Hay que hacerlo—admite.
Y observa la pantalla.
—¿Es hora como para ponerte a escribir?
Me vuelvo a la computadora y veo el block de notas abierto.
Ha escrito.
Esta vez, un mensaje para ambos.
"Esta es la única computadora segura. Desconecten al tipo. El software ya está caducado. Hay que insertar uno nuevo. Quítenle todo. Y aléjense de la computadora, sino levantarán sospechas".
¿Qué?
Si hacemos eso...podría morir.
Él o ella sigue escribiendo:
"Confía en mí, Pastelito. Sigo las órdenes de mi jefe y también, mi amigo".
—Vicent—murmura Nick.
¿Vicent? Por un momento habría jurado que Babe intentaba ponerse en contacto conmigo.
____________
MARATÓN 2/5
