Behind

Capítulo 32

Me acerqué a Finn y deposité un suave beso en sus labios.

Nos miramos a los ojos un momento, los dos sabiendo que esto no significaba nada, que no iba a ningún sitio.

Inmediatamente después me agarró la nuca y me acercó de nuevo a él.

Nos besamos con fuerza, casi agresividad, apretándonos tanto como podíamos el uno contra el otro. Puse una pierna a cada lado de su cuerpo y me senté a ahorcajadas sobre él, separándome y respirando con dificultad.

No sentí nada. Era como besar la piel de un besugo, ninguna emoción, nada.

Finn me miró fijamente y se incorporó, mordiendo mi labio inferior.

Volví a besarle, abrazada a su cuello.

No sé cuánto tiempo duró. Sólo sabía que no había nada más que los labios de Finn y el entumecimiento del alcohol en mi cuerpo. No había nada más.

No podía haber nada más.

Pero, cómo no, lo hubo.

—Mira a estos dos. Los dejamos solos un rato y ahí los tienes, como conejos.

Me incorporé y miré a mi alrededor, confundida. Finn tiró de mí y volví a besarle, olvidando la voz. Escuchamos un carraspeo y nos separamos de nuevo.

Peter apareció en la periferia.

—Ya vale, ¿No? —Soltó una carcajada—. Cuando os dije que no os separarais esta noche no me refería a esto.

Finn gimió y yo me alejé de él avergonzada, poniéndome de pie con esfuerzo. Volví a marearme, y Finn me sujetó con suavidad, aún sentado.

Nos miramos, ambos sonrojados. Peter se limitó a pasar su vista de uno a otro con gesto divertido.

#Incomodidad.

Intenté relajar el ambiente.

—¿Qué tal está... tu ligue, Peter?

Josh carraspeó con fuerza detrás de mí y me giré, avergonzada. Asintió con las cejas enarcadas.

—Estoy bien, gracias.

Tierra trágame. Ahora.

Metí las manos en los bolsillos de mi chaqueta y miré a mi alrededor con ganas de salir corriendo.

—Pues... Se ha quedado buena noche.

Guardaron silencio y se miraron entre ellos un segundo antes de estallar en risas. Peter se sentó con un movimiento grácil en el banco junto a Finn y Josh se colocó a mi lado, golpeándome amistosamente con el hombro.

Sonreí tímidamente, aliviada de que todo hubiera vuelto a la normalidad.

Peter me miró con una sonrisa pícara.

—¿Y qué tal tú paso al equipo del alcohol? Ya sé que ha acabado genial, pero...

Pasó un brazo sobre los hombros de Finn, que se sonrojó aún más.

—Bueno, me siento bien.

FALSO. Estaba mareada, reaccionaba lento, no era capaz de hilar bien los pensamientos y me sentía entumecida, pero eso era información clasificada.

—Menos mal, te imaginaba llorando en alguna esquina.

Josh y yo nos giramos para ver a Evan y Cassie acercarse a nosotros desde un lateral de la piscina.

Perfecto, ya estábamos todos.

Evan apartó con el culo a Peter y Finn y se sentó entre ellos. Cassie entrelazó nuestros brazos, tiritando, y se acercó a mi oído.