Why are you so angry? [©]

XII: Like the sun

Era una pésima idea. El corazón le palpitaba alocadamente, sentía las manos sudar en exceso, y el primer impulso que sostenía entre sus pensamientos era el de huir. 

Pero no, no lo haría. Estaba decidida. Si Bakugou decidió superar a Todoroki, y Shinzou confesar lo que llevaba guardando desde su vida pasada, ¿por qué ella no? Podía hacer ambas, confesarse, ser dañada obviamente, y seguir con su vida. 

Después de todo no estaba sola, recordó. Deku no era su único amigo, pero el resto de sus amigos cercanos, en esa vida, también se relacionaban con el peliverde. Bien, tal vez si quedaría "sola" en cierto sentido, pero siempre podía ir e invadir la vida personal de Katsuki, ¿no? 

Eran las cuatro de la tarde, estaba sola en el salón vacío de la clase 2-A. Después de separarse de Shinzou, de vuelta a UA, le envió un mensaje a Midoriya pidiéndole que se reuniera con ella ahí. A pesar de que el peliverde cuestionó la razón, Ochako no respondió. Lo sabría una vez que se reuniera con ella. 

Izuku aceptó, aunque se aseguró de clavarle una espina en el pecho en el último mensaje; escribió que demoraría, ya que estaba con Todoroki en ese mismo momento. 

Un pequeño dolor que podía soportar. 

Exhaló. Se llevó la mano al pecho y se dio la vuelta, mirando por la ventana del salón. Se lamentó no haber aceptado que Shinzou la esperara en la entrada de la UA, pero debía hacerlo sola. Debía enfrentarlo sola de una vez por todas. Pero era difícil, el nerviosismo iba en aumento con cada segundo que pasaba, así como la esperanza de que el peliverde no llegara.

Pero no, Izuku no rompía sus promesas, llegaría, ¿verdad? Aunque, si lo pensaba bien, su ausencia le daría la respuesta que ya bien conocía... 

—¡Uraraka, perdón! —La voz de Midoriya la sorprendió, y con una sonrisa fingida se dio la vuelta hacia el otro—. ¿Llevas esperando mucho tiempo? Lo siento, Shou y yo nos distrajimos. 

La expresión alegre flaqueo por un segundo, y al siguiente la máscara seguía en pie cubriendo el verdadero rostro.

—No te preocupes — respondió Ochako—. Tú y Todoroki están mucho más... Apegados recientemente.

Su pecho se agitó incómodo cuando el peliverde sonrió y un suave tono carmín se posó en sus mejillas. Se veía realmente enamorado. Esa expresión ya lo conocía desde antes, y nunca iba hacia ella. 

Dolía. 

—Si, bueno... Tuvimos un problema pero después de eso Shou realmente se ha comportado como un verdadero novio — rió—. Ah, pero eso no importa. ¿De qué querías hablar conmigo? Shou me está esperando en la entrada, iremos a ver a su madre, así que...

Estar ahí con ella era una perdida de tiempo, si, lo entendía. Así como comprendía que Midoriya era demasiado amable para rechazar su pedido, aunque hubiese sido lo ideal si ya tenía planes con su novio. 

Idiota, no tienes que contentar siempre a todo el mundo. 

— ¿Uraraka? —llamó, la chica estaba extrañamente silenciosa—. ¿Estas bien?  

Su expresión había cambiado; la sonrisa falsa flaqueó y desapareció, dejando relucir el verdadero sentimiento que albergaba. Los ojos verdes la miraron con preocupación, y sintió el impulso de esconderse. Dolía, su pecho palpitaba con tanta fuerza que la lastimaba, no quería ser observada, quería salir de ahí cuanto antes y encerrarse en su habitación, no ver a nadie y fingir que ese momento nunca ocurrió. Pero no podía retractarse.

Ya estaba ahí, ¿no? Acumuló coraje durante 600 años para ese momento, tenía que dejar de dudar. Incluso si dolía tenía que hacerlo como se prometió a si misma.