Why are you so angry? [©]

II: Bittersweet

Shouto solía hablar mientras dormía. Eran susurros tan bajos que si Katsuki no estuviese tan cerca del otro hombre no lograría escuchar.

A veces eran algunas frases si sentido para el rubio, dichas al azar. A veces iniciaba un monologo en voz baja, lo suficientemente coherente para que Katsuki lo comprendiera, y lo que más le gustaba; cuando podía iniciar una plática con Shouto, obtener respuestas y tener que reprimir la risa que quería escaparse.

—Mmmh... no, no me gusta eso...

Katsuki reprimió una risa al escuchar su balbuceo.

Eran las dos de la madrugada, debería estar profundamente dormido al igual que su novio, pero su horario de sueño aún no lograba adecuarse al de Japón completamente.

Ya llevaba dos días de regreso en su hogar; sabía que le tomaría un poco más lograr dormir sin despertar a mitad de la noche. No es que antes no le sucediese, lo hacía, pero podía regresar a la tierra de los sueños rápidamente; si la ira no lo empapaba por la interrupción del sueño era porque podía escuchar el balbuceo de Shouto y bien, lo admitía, a veces era muy interesante.

—Oye, él es mi novio, ¿qué te crees...? —balbuceó el bicolor.

Katsuki observó su rostro dormido, su entrecejo fruncido y fácilmente imaginó que estaba discutiendo con alguien dentro del sueño. No era nada raro. Incluso si no parecía el tipo de persona que discutía con extraños, el bicolor lo hacía. Recordó que su novio le relató que de esa forma conoció a Inasa y a lo largo de los años que llevaban de relación, más de una vez durante sus citas nocturnas, Shouto discutía con cualquiera que dijese una palabra sobre él o ellos.

Cualquiera creería que Katsuki sería quien daba el golpe inicial o la primera amenaza, pero no, Shouto era quien lo hacía. En su defensa, el medio idiota reaccionaba más rápido que él en esos momentos.

—No lo toques —balbuceó Shouto otra vez. Los iris rubíes buscaron su rostro entre la penumbra de la noche—. Vete a la mierda...

¡Mierda! ¡Quería reírse pero eran dos de la madrugada! Estuvo por escaparse una carcajada; la reprimió mordiéndose el labio inferior y apoyó la frente contra el hombro del hombre dormido a su lado. Su mano sobre el pecho del bicolor arrugó la camisa de dormir, su propio cuerpo temblando suavemente mientras intentaba no reír y despertar a sus jodidos vecinos.

Jodido Shouto, realmente lo amaba. Era un idiota, pero bien, ese era su tipo de hombre. Le encantaban los idiotas, al mismo tiempo lo enfurecían, pero seguían siendo su tipo y su relación de seis años con el bicolor lo comprobaba.

—¿Qué haces? No es cualquier persona, es mi prometido...

La risa desapareció. Levantó su rostro y observó con cariño la expresión mucho más serena en el rostro de su novio. Se veía diferente a su "yo" de los balbuceos anteriores, su voz seguía saliendo en un susurro pero se volvió mucho más "madura".

Shouto hablaba mientras dormía. A veces soñaba con cosas dentro de su presente; con él, el trabajo de héroe, la familia, los amigos. Y en otras ocasiones, soñaba con su vida pasada. Hablaba en aquel antiguo lenguaje con suma facilidad, algunas conversaciones Katsuki podía reconocerlas, otras no, pero cuando el alba llegaba nada de eso importaba.

Shouto era un idiota, lo amaba así, y era gracioso relatarle al día siguiente todo lo que habló durante la noche ya que el bicolor no lo recordaba.

Decidió que era suficiente. Incluso si Shouto seguía balbuceando, su voz en susurros funcionaba como ruido blanco y lo ayudaba a dormir. Se acurrucó más contra el lado izquierdo de su novio, la calidez constante expandió el sentimiento de tranquilidad, de estar en casa junto a la persona que amaba.