XI: Were you happy?

4.5K 540 990
                                    

Jamás se acostumbraría al exceso de energía de Yoarashi. 

Cuando se reunieron en el centro comercial de la ciudad, el chico más alto no dudó ni un solo segundo en abrazarlo como saludo. Lo apretujó con más fuerza de la necesaria, ignoró los bajos reclamos por el exceso de compresión y, una vez que se alejó riendo, su expresión se cubrió de sorpresa, dio unos pasos más en retroceso para observarlo mejor. 

—Oh, Todoroki, ¿creciste?—preguntó más para si mismo. Lo observó de pies a cabeza y comparó sus alturas—. Si, estoy seguro. Creo que alcanzaste el metro ochenta. 

Los iris bicolores se desviaron, se posaron en su reflejo en el vidrio de la tienda de joyería a su lado. En ese momento, mirando y comparando su altura y la de Yoarashi, se dio cuenta de que la distancia entre ellos se había reducido, aunque el otro seguía siendo una cabeza más alto que él. 

—Ahora que lo dices, creo que muchos pantalones me quedan cortos y más apretados —respondió, y se alzó de hombros—. Pensé que engordé. Comí mucho durante las vacaciones.

Al menos solo los primeros días. Después del "incidente" perdió el apetito. El solo recuerdo logró deprimirlo un poco más, pero Inasa no se dio cuenta de ello. El chico rió, se dio la vuelta y comenzó a caminar confiado de que sería seguido. 

—¡Y aún no terminan, vamos a comer! 

No sentía hambre en ese momento,  a pesar de que no almorzó antes de salir de los dormitorios, pero no dijo nada en contra de la idea del chico más alto y solo lo siguió. Le daba igual el local y que vendieran, todo lo que necesitaba era distraerse, no pensar en la mirada furiosa de Bakugou, las palabras duras, la lejanía obligatoria y todo lo que ella conllevaba. Solo recordar sus iris reflejando "odio" hacia él dolía, pero incluso si ese sentimiento brillaba en ellos, no podía dejar de adorarlos. 

Se enamoró de sus ojos, y no importaba que emoción los cubriera, seguiría enamorado de ellos. 

Yoarashi parloteó sobre mil y un temas que, siendo sincero, Todoroki no escuchó. Al otro tampoco parecía importarle la falta de respuestas mientras caminaban y el chico de Shiketsu escogía un local. 

Cualquiera que los viera se daría cuenta de que eran completamente opuestos, uno demasiado hablador, otro demasiado silencioso. Shouto recordó que, en alguna conversación sobre la adolescencia, educación sexual y otras cosas que Fuyumi insistió impartirle, la albina masculló que los opuestos se atraían y, aunque Inasa le agradaba, no le atraía en nada. Si, eran opuestos, mucho, deberían complementarse y en parte lo hacían, pero su madre alguna vez le dijo que, aunque fuese una cosa, la persona ideal debería tener algo en común con él. El objetivo de ser héroes era lo único en común, pero no creía que eso fuese suficiente o válido. Supuso que Rei se refería a un gusto, a una característica que, tal vez, el resto no comprendería, pero quien era su destinado si. Y entonces, una vez más, pensaba que la persona ideal para él era Bakugou. El rubio tenía la misma energía que Inasa; pero era menos amable y más agresiva. Mientras que la calidez que Yoarashi transmitía era amable y suave, la de Katsuki ardía, brillaba con más fuerza que cualquiera, atraía a la mayoría a pesar del peligro que podía representar, los maravillaba y los hacia quedarse a su alrededor. 

Sus personalidades diferían: uno demasiado volátil, otro demasiado tranquilo al grado de la apatía. Eran el opuesto extremo que poco a poco se transformaban y cambiaban según lo que vivían y aprendían, pero compartían algo en común, algo valioso; el silencio. Ambos disfrutaban el silencio, donde no había necesitad de palabras, donde podían concentrarse en si mismos pero recordar que no estaban solos, que alguien estaba ahí. 

Si, Katsuki era perfecto para él, incluso si todos decían que era demasiado agresivo, solo era su "energía". Debajo de toda esa ira había alguien metódico, responsable, esforzado y que, día a día, se exigía a si mismo para mejorar como un futuro héroe y persona. Y a Todoroki le encantaba. Él era un desastre, demasiado distraído y desinteresado, sin duda se complementaba con la disciplina  del rubio.  

Why are you so angry? [©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora