III: Keep walking

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Los días continuaban y las cosas no cambiaban entre la gran parte de la clase. Era la misma rutina constante que, a pos de un poco de tranquilidad, decidieron aceptar. No había malos entendidos, tampoco palabras incómodas, el silencio era el reinante. Aún así, las miradas indiscretas eran inevitables y, cuando la otra persona no estaba prestando atención, estas se asomaban desde todas partes.  

Pero bien, eran adolescentes incómodos que no estaban seguros de cómo actuar. Cómo arreglar los problemas, cómo hablar con aquellos que les hicieron daño, cómo confesarse... Pero, sin duda alguna, eran bastante buenos para provocar problemas.

En ese punto del trimestre, lo que menos necesitaba Kirishima eran problemas. Ya tenía bastante con los exámenes finales antes del segundo campamento para su generación, así como lidiar con la costumbre de Mina de irrumpir en su habitación y hablarle sin parar durante dos horas sobre Sero. 

No quería escuchar. Era incómodo y triste escuchar a tu crush hablar de otra persona que no eras tú. Si hubiese sido otro tipo de chico, tal vez como Bakugou, no dudaría en decirle que se detuviera y cerrara la boca. Si fuese del tipo como Todoroki, seguramente hubiese dicho llanamente que no entendía porque se complicaba tanto si era más fácil solo decirle y ya.  

Pero bien, era un idiota y, en vez de cualquier otra cosa, le daba una sonrisa y consejos.

Suspiró. Kaminari y Jirou a su derecha no se dieron cuenta de su expresión decaída. Mina y Sero al otro lado tampoco. Incómodo, muy incómodo. Caminar entre una pareja y otra posible pareja, aunque aún no tenía idea de lo que el pelinegro sentía por Ashido. Supuso que en algún momento lo sabría. Era un "amigo cercano", ¿no? O le decía a él o a Kaminari. 

Hasta ese punto los sentimientos de la chica si parecían correspondido. 

—¡Vamos a pedirle a Bakugou que nos ayude! —Ideó Kaminari—. Es el tercero en el ranking de mejores calificaciones, y somos sus amigos, ¿no? 

—Si puedes soportar sus metidos de "enseñanza" —comentó Eijiro por lo bajo.

Jirou asintió, y agregó:

—Kirishima tiene razón, además ahora es menos accesible que antes —suspiró—. Vamos con Yaomomo, siempre es la que nos ayuda y es el primer lugar. 

—Pero es el primer lugar por suma de las demás clases —dijo Mina—. Es buena en inglés y en matemáticas, eso le da ventaja por sobre Iida o Blasty. Pero si hablamos de historia, Bakugou tiene el mejor promedio, ¡Y me niego a reprobar historia! No quiero volver a pasar por las clases extras durante el campamento... 

Los semblantes se ensombrecieron, tanto por los recuerdos de las clases extras así como lo que sucedió el año pasado. Alejaron el pensamiento y retomaron la plática. 

—Bien, de todas formas la diferencia entre los tres es poca —masculló Sero, y miró al pelirrojo entre ellos—. ¿Tú qué crees? Es algo de vida o muerte ahora mismo. 

¿Qué creía? Que quería estar solo y dejar de ser la quinta rueda de un automóvil que no se movería hacia ningún lugar si él se quedaba ahí. 

—Yaoyorozu es buena de todas formas —murmuró, se detuvo y decidió dar la vuelta—. Vayan con ella, creo que esta en el salón. Quiero intentar estudiar por mi cuenta, así que...

—¿En serio? Eres todo un hombre, bro, estoy orgulloso de ti—comentó Kaminari, y fingió limpiarse una lágrima—. Esta bien, si decides que no esta resultando, te guardaré un asiento.

Kirishima le sonrió. El rubio alentó al resto a ponerse en marcha y encontrar a Yaoyorozu antes de que fuese más tarde y la chica decidiera marcharse a los dormitorios. El examen de historia era el único que les faltaba por resolver, y debían realizarlo en dos días más. Aún quedaba un poco de esperanza de no fallar. 

Why are you so angry? [©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora