XVI: Remember

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No pudo hablar con Todoroki después de que fuese llevado hasta el hospital más cercano con la sola compañía de Aizawa e Iida.

Escuchó a su maestro murmurar que llamarían a su padre para que se hiciera cargo de la mayor parte de los trámites, a pesar de las múltiples negativas que el chico dio y sus alegatos de que estaba bien, que no necesitaba ir al hospital por un simple chequeo.

Eraserhead ignoró cada una de sus protestas y lo obligó a subir a la ambulancia, al mismo tiempo en que marcaba el número de Todoroki Enji.

Bakugou vio la expresión de hastido de Shouto. Y, antes de que las puertas de la ambulancia se cerraran, sus ojos se encontraron una vez más. Por el semblante ajeno, adivinó que ambos estaban pensando lo mismo en ese momento: la plática que dejaron pactada para después. Tal vez cuando la noche llegara y Todoroki estuviera de vuelta en los dormitorios de la UA, o para el día siguiente, tal vez para el fin de semana.

Sin importar cuándo llegará ese día, tenían que platicar. Bakugou no tenía ni la más mínima idea sobre aquello que el otro quería tratar, pero ya había aceptado salir con él sin siquiera pensarlo dos veces.

Idiota. Inconscientemente su balanza seguía inclinándose hacia Todoroki sin importar lo que sucediera.

Suspiró, le dio la espalda a la ambulancia y se encontró con la mirada de Shinzou. El pelimorado le sostuvo la atención por un momento, Katsuki vio un poco de pesar reflejado en sus iris y tan solo pudo responderle con un entrecejo fruncido, confundido. Entonces Hitoshi desvió la mirada y se dio la vuelta, alejándose del borde del río y de regreso hacia donde las patrullas estaban estacionadas arriba.

Los ojos rubíes siguieron la espalda ajena hasta que el rostro de Kirishima y Ochako cubrió su campo de visión.

-¡Casi me matas de un maldito susto! -exclamó Kirishima, e ignorando los reclamos, abrazó al rubio-. ¡¿En qué estabas pensando cuando saltaste del puente?!

-¡¿Qué demonios, Kirishima?! ¡No actúes como si fueras mi maldita madre!

-¡Entonces no me des sustos!

-¡Qué bueno que todo esta bien! -dijo Uraraka entre los gritos de los otros dos y logró llamar su atención-. Aunque estoy de acuerdo con Kirishima, realmente nos asustaste cuando saltaste del puente.

Bakugou resopló, y masculló por lo bajo que simplemente había actuado como debía hacerlo; como un maldito héroe. El pelirrojo parecía bastante conforme con esa simple explicación, Ochako se le quedó mirando un poco más y el rubio sabía que, cuando no hubiese gente a su alrededor, preguntaría.

Se quitó de encima a Eijiro y, los tres, comenzaron a caminar hacia los vehículos. Los oficiales a cargo de los grupos los estaba llamando. A pesar de lo ocurrido los entrenamientos continuaban por el resto del día. Aún quedaban largas horas que cubrir antes de poder regresar a los dormitorios.

El pelirrojo se les adelantó a hablar con el resto del grupo. Katsuki notó que los pasos de la chica a su lado se volvían más lento a propósito y, sabiendo que Uraraka no resistía tanto manteniendo la curiosidad, ralentizó su caminar también.

-Dispara.

-No lo pudiste evitar, ¿no es así? -Ochako mantuvo la mirada al frente-. Ni siquiera lo pensaste.

Los ojos rubíes la observaron por solo el rabillo, pero inmediatamente volvieron al frente al igual que los contrarios.

-¿Hubiese sido mejor dejar que se ahogara? -Mantuvo el tono de voz y el rostro lo más "normal" que podía, por mucho que quería gritarle-. En serio, ¿qué demonios pasa contigo, Ochako?

Why are you so angry? [©]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora