The Life of a Wayne Girl.

Holly Queen = consejera tóxica.

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La menor de los Wayne llegó a su casa. Se veía algo desanimada. Entró a su habitación. Le puso el seguro a la puerta y se tiró en la cama.
Se puso a pensar en todo lo que había pasado.
Cerró los ojos y dejó que las lágrimas cayeran. Ella tenía razón, en algunos aspectos.
Meghan y ella, casi siempre peleaban. Pero, la chica de Marte no siempre era inocente, y eso era algo que Conner no podía ver. Conocía a Adele, sabía que era algo temperamental. Y a Meghan, nunca le vió esa clase de faceta. Nunca la conoció como una busca pleitos.
—Maldición.—
Susurró la chica.
—Adele.—
Selina la llamaba desde fuera. Vió entrar a su hija, y supo que no estaba bien, del todo. Se preocupó y la siguió hasta su habitación.
—Cariño, abre la puerta.—
La menor se puso de pie y abrió. Al ver a su mamá, no pudo evitar soltarse en llanto. Ella la abrazó y le acarició la cabeza, para hacerla sentir un poco mejor.
Se quedaron un buen tiempo en silencio. Selina quería que fuese su hija quien le dijera lo que pasaba, sin tener que agobiarla con preguntas.
—Discutí con Conner. Él piensa...que soy muy infantil.—
—¿Eso te dijo?—
La menor asintió. Su mamá la miró con preocupación.
—¿Sabes? Eres más parecida a Damián, de lo que piensas.—
Adele frunció el ceño.
—Lo que quiero decir, es que...se muestran valientes, pero tienen un corazón muy sensible, y odian tener que mostrar eso...detestan no tener la razón. Y bueno, tienen miedo a que les rompan el corazón y por eso, se ponen a la defensiva cuando piensan que algo está saliendo mal.—
La chica hizo una mueca. Muchas veces le habían dicho que se parecía a Damián en ciertos aspectos, pero ella no lo veía así. Ella pensaba que su hermano, era muy gruñón y no mostraba sus sentimientos...y bueno, ella no se veía así.
—Pero, yo...—
—Yo puedo apostar, a que, sí hubieses vivido parte de tu infancia como Damián, serías exactamente igual a él...pero viviste con una familia que te amaba y te decía que el amor, era un sentimiento muy bonito. Si, tú demuestras más fácil lo que sientes, pero...tienes como una pequeña advertencia, que te dice que te cuides de todo aquel que te quiere hacer sufrir.—
Adele simplemente se quedó en silencio. Lo que su madre decía, era verdad. No lo quería aceptar, pero, las madres casi nunca se equivocan. Ellas son muy sabias y tienen un sexto sentido.
—¿Debería pedirle una disculpa?—
—Sólo cuando estés lista.—
Selina sonrió. Le dió un beso en la frente a su hija y salió. Ya la había hecho entrar un poco en razón.
Poco después de que la señora Wayne salió, entraron sus hermanos. Dick y Jason estaban de visita en la mansión.
—Baby Wayne, ¿qué tienes?—
Dick fue el primero en acercarse a su hermanita. Ella soltó un suspiro. Les empezó a contar todo.
El primer pensamiento de Jason y Damián fue: "Muerte a Superboy".
—Buscaré la kryptonita...nos vemos en el funeral de Kent.—
Damián estaba a punto de salir, pero Tim lo detuvo.
—Enana, sí tú quieres que lo asesinemos, eso haremos.—
—No Jay...no quiero que lo mates.—
Dick abrazaba a su hermana. No decía nada, sólo la abrazaba. Tim, tampoco hablaba. Buscaba las palabras correctas para decir, pero también pensaba en que tendría una conversación con su amigo.
—Tal vez necesiten un tiempo.—
Comentó el mayor de los hermanos Wayne.
—¿Un tiempo?—
—Si, o sea, necesitan pensar...necesitan saber, sí realmente lo que tienen está funcionando.—
Adele hizo una especie de puchero. Se acurrucó más a su hermano. Ya una vez, se había dado un tiempo con Conner, pero fue una tontería por lo que habían terminado. Tal vez, esa situación también era una tontería, pero...la discusión había sido más fuerte.
—Timmy...dile lo que Dick dijo, yo no quiero hablar con él.—
—Pienso, que es mejor que tú se lo digas.—
—No, dile tú...además, no pensaba ir a Monte Justicia.—
El tercer petirrojo asintió. Haría lo que su hermana le pidió.
—Aunque...tal vez deba, pedirle una disculpa.—
Susurró la menor. Damián alcanzó a escuchar eso. Alzó una ceja.
—Tú no le debes pedir una disculpa...él te la debe pedir a ti.—