Team Kent-Wayne

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—¡Sólo te pido que hagas una cosa! ¡UNA SOLA COSA!—
Gritó frustrada la ex ladrona de joyas, mientras daba vueltas por toda la habitación. Ya no podía con el dolor de su corazón, simplemente, su hija se había llevado todo de ella. Bruce negó con la cabeza, no lo podía hacer, porque estaba en contra de sus principios.
—No puedo, Selina, en verdad... —
—Bien, sí tú no puedes... lo haré yo.—
Exclamó decidida. Empezó a empacar cosas en una mochila pequeña; cosas necesarias, como ropa, artículos de higiene personal, dinero.
—¿Qué haces?—
No recibió respuesta alguna, puesto que, su esposa salió y bajó a la cueva, en busca de armas. Ella sí lo haría, tenía que, no podía descansar porque escuchaba a su hija pedirle ayuda. Era lo menos que podía hacer por su pequeña gatita.
Cuando tuvo todo lo necesario, trató de irse, pero Bruce la detuvo.
—Déjame ir.—
—No, definitivamente no... ¿qué es lo que harás? ¿Buscarás a Thalia y la matarás?—
—Exacto, haré lo que TÚ no puedes hacer.—
Dijo poniendo el dedo índice en su pecho. Soltó un suspiro y siguió caminando hasta la salida, sin embargo paró en seco al escuchar las palabras de su amado murciélago:
—Respóndeme algo... ¿Traerás devuelta a nuestra hija con sólo matar a Thalia? ¿Eso hará que vuelva?—
—Simplemente quiero que... quiero hacer algo.—
Murmuró con un hilo de voz. Bruce la envolvió en un abrazo y ella no tardó en soltarse a llorar desconsoladamente. Su hija, su pequeña gatita, se había ido. Se había ido y con eso, había dejado a todos sus seres queridos destrozados.
—La encontraremos... y tu dolor cesará... pero necesito que seas paciente, ¿si?—
Acunó su rostro y acarició sus mejillas con amor. Ella asintió, dejó la solución en las manos de su amado esposo.

Empezaron a buscar en los sitios que Thalia Al Ghul había frecuentado, toda la Bat-Family se reunió para hacerlo, incluso Conner, Clark, John, Roy y Holly se unieron a la búsqueda.
Cada día más se sentían frustrados, porque esa mujer era cuidadosa en cada movimiento que daba, parecía imposible hacer justicia en nombre de la menor de los Wayne; aún así, trataban de continuar y no rendirse. Pasaron semanas, pero para ellos fueron cómo años. Cuando por fin, encontraron una ubicación que prometía ser más precisa que las anteriores, todos se prepararon y fueron tras ella y el resto de sus seguidores. Lograron atraparla, aún sabiendo que Thalia no se quedaría de brazos cruzados, lograron encontrar un poco de calma en su interior.


—Suficiente, no puedo seguir así.—
Exclamó Damian levantándose de la silla del comedor. Se sentía desesperado e inútil, había permitido que su madre acabara con la vida de su hermana. ¿Cómo lo había permitido? ¿Por qué no pensó en todas las posibilidades? Su hermana pudo estar preparándose para el mejor día de su vida. Su boda.
—¿Qué piensas hacer?—
Le preguntó Annie, olvidando la tristeza que sentía, pues ella junto a Holly, habían visto morir a Adele y no lograban conciliar el sueño. Les aterraba el recordar como esa espada clavada en su estómago la mataba lentamente y ellas no podían hacer nada al respecto.
—Lo he estado pensando... existe la posibilidad de devolverla a la vida y... yo no puedo quedarme de brazos cruzados... ella... Adele pagó por mi culpa, mi madre se desquitó con ella, en vez de hacerlo conmigo.—
—Entiendo, pero ¿No has sido tú quién me ha dicho que revivir a una persona, puede ser peligroso?—
—Lo sé, te he dicho eso... pero, he armado un plan para traerla a salvo... sé que ella es fuerte y probablemente no hayan problemas... aún así, encontré una forma... ella estará bien, lo sé.—
Dijo mientras acariciaba las mejillas de su esposa, la cual no acababa de convencerse de esas palabras.
—Dami... sabes bien que tu padre no lo permitirá. Simplemente... es riesgoso.—
Murmuró con la cabeza gacha, el chico besó sus labios y le aseguró que su plan funcionaría. Le aseguró que el dolor pronto cesaría y todo volvería a la normalidad.
—Mi padre no se enterara... porque nadie le dirá.—
Annie asintió y le dijo que confiaba en él. Lo dejó salir de casa, con el corazón lleno de preocupación. Sabía que él iría directo a la boca del lobo, se acercaría a la propiedad de los Al Ghul y los riesgos eran demasiados. Sólo rogaba que regresara a salvo y pronto. A pesar de que hacía más de una semana, habían logrado detener a Thalia, nadie se podía confiar. Ella no estaba muerta y volvería, debían contar con eso y estar alertas.
Damian salió de su casa para ir a Metrópolis. Iría por ayuda, porque aunque le costara aceptarlo, la necesitaba. Y sabía perfectamente, que no era el único que intentaría todo lo posible por ver a Adele de vuelta.
Llegó al departamento y tocó el timbre. De inmediato la puerta se abrió, dejando ver al chico con los ojos azules llenos de tristeza.
—No esperaba que vinieras.—
Habló Conner confundido.
—Iré directo al punto, Kent... ¿quieres volver a ver a Adele?—







—Yo también estuve investigando, pero... quise hacerme la idea de que no volvería, quise resignarme antes que seguir ilusionándome.—
Comentó Conner caminando por el lugar, mientras internamente irradiaba felicidad porque su amada pronto estaría a su lado y por fin, tendrían su final feliz y tal vez...tal vez habría uno que otro niño suyo jugando en la mansión con el resto de sus primos.
—Escucha... -
Detuvieron su andar. El chico de ojos color esmeralda lo miró con total seriedad, tenía que ser claro con él y no hacerle pensar que todo podría volver a lo que era antes.
—... probablemente esto... probablemente esto será difícil, pero... confío en que estarás con ella para brindarle todo tu apoyo.—
Coloco una mano en su hombro y trató de sonreírle. Siguieron caminando en silencio, hasta que visualizaron el lugar en donde se llevaría a cabo todo. Sólo era cuestión de sumergirla y dejar que el pozo hiciera el resto...ah, y prepararse para un posible ataque de parte de ella.
Así lo hicieron. Colocaron el cuerpo de la joven y se alejaron un poco, para ver lo que sucedería. Ambos estaban nerviosos, aunque no lo admitieran. Estaban asustados de que no saliera bien. Estaban felices porque la volverían a abrazar. Era un sin fin de sentimientos que recorría sus cuerpos, todo podía pasar y por lo tanto, debían prepararse para cualquier cosa.
Se quedaron sin aliento al verla de nuevo. Estaba parada frente a ellos, con un vestido color blanco y liso. Parecía ser ella, pero... algo andaba mal. Se veía asustada, perdida y... ¿molesta?
Conner fue el primero en acercarse a ella, le sonrió con dulzura.
—Cielo... no puedo creer que estés aquí.—
Dijo en un susurro. Se acercó más para envolverla en un abrazo, pero ella gruñó y retrocedió.
—Adele, ya está todo bien, tranquila.—
Comentó Damian, al notar que había un aire de desconfianza en sus ojos.
—Cariño... te llevaremos a casa.—
—Adele... hermana, estamos aquí para ayudarte.—
La chica frunció el ceño y negó. Damian vió las intenciones de su hermana de atacar, así que, le ordenó a Conner detenerla, mientras él buscaba un tranquilizante.
Sus esperanzas de que Adele Wayne volviera a ser la misma, se esfumaron al ver cómo ella huía y los atacaba. ¿Qué más podían hacer? ¿Asesinarla? No, definitivamente no era una opción ni para Damian, ni mucho menos para Conner. ¿Encerrarla? Eso era demasiado cruel. Debían buscar una opción y prepararse para el diálogo con Batman, quien en un principio, no apoyaba esa idea. No porque no quisiera devuelta a su hija, sino porque sabía que, ella sufriría.









¡Hola!
Tal cómo varios supusieron, el Pozo de Lázaro hizo su aparición y las consecuencias no parecen ser las esperadas 🤔
¿Creen que hayan problemas respecto a esto?
No fui capaz de terminar la historia con un final triste, porque... en mis planes el final será más lleno de felicidad (dentro de lo que cabe). Sin embargo, esto no garantiza que las sorpresas paren y los enemigos dejen de aparecer.
Todo puede pasar 😉
No tengo nada más que agregar, sólo que espero que les haya gustado el cap tanto cómo a mi me gustó escribirlo.

¡Les mando muchísimo amor!
💕

The Life of a Wayne Girl.Where stories live. Discover now