La venganza de los chicos.

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Adele llegó muy sonriente con Conner, la fase uno del plan y probablemente la única, para lograr que James y Holly fuesen una pareja empezaría ese día.
—¡Hola! Empecemos.—
Exclamó emocionada la joven. Él asintió y se sentó en el pequeño sofá que había en la habitación de su novia. Se veía algo desanimado, lo cual preocupó a Adele.
—¿Sucede algo?—
—No, nada.—
—Te noto muy raro.—
El chico la volteó a ver.
—Hagamos lo que tengamos que hacer.—
Ella asintió no muy convencida, abrió su laptop y de ahí, accedió al sistema de la Bat-Cave. Empezó por teclear el nombre del ruso y de ahí, sacó mucha información sobre el muchacho.
—¿Te parece sí después de esto, hacemos algo que hacen las parejas normales?—
—De hecho, tengo trabajo que hacer.—
—Oh, bueno...será otro día.—
Murmuró desilusionada, pues el tono de voz que Conner había usado, no era muy común en él. Sí tenía trabajo que hacer, solía decírselo menos cortante a como lo había dicho.
—¿Me dirás cómo te fue en la misión que tuviste con Clark?—
Preguntó Adele de forma divertida, manteniendo la vista en la laptop.
—Lo normal, tipos malos...ganamos.—
—Pero, ¿qué más pasó? Cuéntame más.—
—Te aburrirás.—
—No lo haré.—
—Nada interesante.—
La chica hizo una mueca, no le estaba gustando para nada la actitud de su novio. Estaba siendo muy cortante, como sí estuviese aburrido de lo que hacían o...aburrido de ella.
—Por la mañana, papá dijo que es probable que me toque ir unos días a Metrópolis, para encargarme de un asunto de Wayne Enterprise.—
El muchacho sólo respondió "bien". Eso enfadó a la chica. Alejó bruscamente el aparato de ella y lo encaró.
—¿Me dirás que te sucede?—
—Nada.—
—Oh, no, no, no...no puedes aplicar el "nada" conmigo, porque yo sé que significa ese "nada". Te exijo que me digas lo que te pasa.—
El de ojos azules la miró molesto, se puso de pie y ella imitó su acto.
—Aún sigo molesto conmigo.—
—¿Por qué? No, espera...alto...¿estabas molesto conmigo?—
—Oh, ¿ya se te olvido que me reemplazaste por James Williams? ¿Por qué no vas ahora con él?—
Adele soltó una risita, que confundió al joven. Él estaba seguro que había hablado serio, pero al parecer a ella le habían contado un chiste.
—Así que, ¿estás celoso?—
Ella alzó una ceja y trató de aguantar la demás risa que tenia acumulada.
—¿Cómo estarías tú, sí te hubiese reemplazado por una chica rusa y hermosa? ¿Eh?—
—Ni se te ocurra hacer eso, porque...—
—¿Lo ves? Tú sí lo puedes hacer, pero yo no.—
La peli-negra soltó un suspiro. Okey, lo aceptaba. Cometió un error, jamás debió herir así el corazón de su chico de acero y entendía su molestia. Ella tenía la culpa.
—Lo siento...soy una idiota, no debí haber hecho eso. Puedes ignorarme sí quieres, enójate conmigo todo lo que quieras.—
Mencionó mientras se sentaba en el borde de la cama. El chico la miró enternecido, sabía que ella difícilmente aceptaba sus errores y que cuando lo hacía, era porque en verdad estaba arrepentida.
—Cielo...—
—Sólo quiero que sepas que te prefiero a ti, antes que a otro chico.—
Él soltó un suspiro. Se sentó junto a ella, la abrazó y hundió su rostro en su cuello.
—¿Prometes no volver a hacerlo?—
—Prometo...tratar de no volver a hacerlo.—
La miró con el ceño fruncido, ella rió.
—De acuerdo, lo prometo, lo prometo...¿crees que haya una forma de...que haya una forma de recompensarte?—
El chico sonrió ampliamente, estaba a punto de responderle, pero ciertas personas entraron a la habitación.
—¡Adele! ¡Es urgente!—
—¡Código Rojo!—
La chica se puso de pie y dejó a un lado a su novio. Se acercó a sus cuñadas y les preguntó que es lo que estaba pasando.
—Estaba con Damián, se puso de mal humor, ya sabes como es tu hermano...entonces, le dije que me diera un abrazo ¿y sabes lo que me contestó? Dijo: "ve y pídeselo a James".—
—Y luego, estaba a punto de darle un beso a Tim y me dijo lo mismo que Damián a Annie...y se enojó más, porque le dije que sí pudiera, lo haría.—
Adele hizo una mueca.
—Bueno, Cait, creo que no debiste...—
—Tenía que hacerlo.—
—Y ahora, ambos se fueron a no sé dónde con no sé quién...un segundo...¡se van a matar! Esos dos no pueden estar juntos y solos.—
Annie empezó a dar vueltas por toda la habitación, algo desesperada. Se había preocupado por su chico.
—¿Y sí se fueron con una chica? Ya saben, los reemplazamos por un chico ruso...¡ellos se han ido con una chica rusa!—
Concluyó Caitlin, Annie empezó a morderse las uñas, tan sólo imaginarse a su novio con otra...la hacía querer morirse. Ahora, las tres entendían por lo que habían pasado sus respectivas parejas.
—Un segundo...esta es su venganza, y Conner es mejor amigo de Tim...¡tú sabes en dónde están!—
Adele pensaba defenderlo, pero pensó lo mismo que la castaña. Así era.
—Caitlin tiene razón...habla ya.—
—Yo no sé nada.—
—Vamos Conner, tienes que hablar.—
Suplicó Annie. Él negó con la cabeza, mientras decía no saber nada.
—Cariño, ¿qué sí están en peligro?—
—No lo están.—
—¡Ahí está! ¡Él sabe!—
Caitlin pensó en amenazarlo, pero Annie se le adelantó. Lo tomó de la camisa y lo miró muy furiosa.
—¡Me vas a decir dónde están! ¡O te juro que lo vas a lamentar!—
—No sé nada.—
—Déjenmelo a mí.—
Dijo Adele haciendo a un lado a la novia de su hermano. Sonrió y luego cambió esa sonrisa, por una mirada de odio.
—¡KON-El! ¡Vas a hablar ahora, de lo contrario, haré que te bebas un licuado de kryptonita pura!—
Conner tragó saliva. Adele sí le daba miedo, era la única que lo podía hacer temblar.
—No sé dónde estén o quién estén, sólo sé que querían que nos vengaremos de cierta forma de ustedes.—
—¿Nos? ¿Dijiste 'nos'? ¡¿Tú también piensas largarte?!—
—Creí que ya estábamos bien.—
—No me contesta las llamadas.—
Murmuró Annie bloqueando su teléfono. Revolvió su cabello por la frustración. Normalmente, ella era la que siempre se indignaba. Caitlin no paraba de mandarle mensajes a Tim y reclamarle por dejarla en visto.
—¡Le voy a arrancar la cabeza!—
—Vamos, Dami, contesta, contesta...¡oh! ¡Si! ¡Me contestó!—
Exclamó emocionada Annie, mientras salía de la habitación para hablar cómodamente con el joven. Mientras, Adele seguía mirando molesta a su novio y Caitlin seguía mandando mensajes.
—Escúchame bien Timothy Jackson Drake, te regresas de inmediato a la mansión...sí no lo haces que ni se te ocurra volver a hablarme en lo que resta de tu miserable vida.—
Sentenció la castaña en un mensaje de voz. Justo en ese momento, Annie regresaba a la habitación. Cerró la puerta con brusquedad.
—¡Dijo que no lo molestara!—
—Y Tim me volvió a dejar en visto.—
—¿Creen que estén con otra?—
—No...puede que estén con otras, porque no creo que Tim y Damián compartan a una chica.—
Comentó Adele, empeorando la situación.
—Star City.—
Susurró Conner, ya harto del show que estaban armando las chicas.
—¿Qué dijiste?—
—Star City...en verdad, creo que tu padre los mandó ahí.—
Adele abrió los ojos ampliamente.
—¿Por qué haría eso?—
—Una misión especial para ambos, decidieron no informarles para hacerles pensar que estaban molestos...y que las habían cambiado por alguien más, supongo que funcionó—
Exclamó Conner.

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