Manual de instrucciones...

400 45 24
                                    

—Cariño, ¿ya pudiste...? —
Se quedó a media pregunta al ver que su esposo aún no terminaba de armar la cuna. Arrugó el entrecejo y negó con la cabeza. ¡Dos horas! Lo había dejado por dos horas y ni dos piezas había armado.
—Uhm... creo que las piezas tienen detalles de fábrica —
Respondió tomando una y alzándola para encontrarle forma.
—No lo creo —
—Pues... pienso que se necesita una maestría en ingeniería civil para armar esta cuna —
—Tengo una mejor idea... —
Le quitó el taladro que tenía en la mano, para evitar que atornillara algo equivocado.
—... ¿por qué no usas el manual? —
El chico ladeó la cabeza y alzó una ceja, buscó entre las piezas y luego la vió con una sonrisa nerviosa.
—¿El papel que contiene instrucciones? —
—Si, ese, ¿por qué no lo usas? —
Preguntó sobando su estómago.
—¿Uhm? Porque esta en el bote de la basura —
—¿Por qué? —
—Porque estoy seguro de poder armar la cuna de mi hijo sin ayuda de un manual —
Adele alzó una ceja y le señaló el desastre que tenía. Él soltó una risita y se puso de pie.
—Evidentemente no puedes armar la cuna de tu hijo sin ayuda de un manual —
Se rascó la nuca mientras miraba hacia otro lado.
—Lo tiré, no creo necesitarlo —
—¿Sabes que es lo mejor de todo esto? Que ni siquiera un niño pequeño tiraría el manual —
Conner soltó un suspiro y se sentó en el suelo, para seguir intentando armar la cuna. La azabache tomó su teléfono y le envió un mensaje a Damián, él estaba cerca de Metrópolis, así que podría ayudarla a armar la cuna. Él también había tirado el manual y no había podido armar la cuna... peeero, tuvo ayuda de un tutorial de YouTube.
—De acuerdo... mejor encárgate de pintar las paredes, lo de la cuna no funcionó —
Asintió y fue a buscar la pintura. Después de unos segundos, regresó con tres botes, uno con pintura color negro, otro blanco y el último rojo.
—¿Sabes cuál es el tema? ¿Cierto? —
—Por supuesto... Nickey Mouse —
—Mickey, no Nickey —
—Suenan igual —
La chica negó con la cabeza y bajó para seguir viendo y acomodando la ropa del bebé. Sonreía al imaginarse cómo se vería. Un estruendo la alarmó. Se puso de pie y subió rápidamente a la habitación para ver que estaba pasando.
—¿Qué suce...? —
—Creo que estas paredes no son muy resistentes —
Sonrió nervioso y miró el hueco en la pared.
—Apuesto a que Clark nos puede ayudar con esto, le llamaré —
—¡No! Yo puedo hacerlo solo —
—¡Ni siquiera pintaste la pared del tema que te dije! —
—Claro que lo hice —
Respondió indignado. Adele tomó su teléfono y le enseñó una imagen con el patrón que debía seguir. Vió su creación y abrió la boca para decir algo, pero ninguna buena excusa encontró.
—Mejor encárgate de... encárgate de acomodar su ropa en el armario, ¿si? —
—De acuerdo —
Murmuró dándose por vencido. Fue por la ropa y la empezó a acomodar. Ella bajó para abrir la puerta, pues Damián y Clark ya habían llegado.
—Pasen... los llevaré a la habitación de... —
—Huele a quemado —
Comentó el mayor, la joven se dió un golpe en la cabeza y corrió a ver lo que su esposo había hecho.
—¡Kon-El, deja eso ahí! ¡Vas a acabar con la ropa de tu hijo! —
El mencionado dejó la ropa y volteó a otro lado. Quemó una que otra prenda del bebé, por los nervios que sentía al pensar en su nacimiento.
—¡Vaya! Kent, antes pensaba que eras un idiota y ahora... sigo pensando que eres un idiota —
Comentó Damián con una sonrisa burlona en el rostro.
Adele tomó por los hombros a su esposo y le dió un leve masaje, que logró calmarlo.
—Cariño, estás muy tenso, ¿es por el bebé? —
—No es eso, es que yo... y-yo... —
La volteó a ver. Acarició su mejilla con el pulgar y luego puso una mano en su estómago, sonrió.
—¿Estás nervioso? —
—No sé sí lo pueda hacer bien... no sé sí pueda protegerlo, ¿y sí algo malo le pasa? Tal vez no pueda ser un buen padre —
Explicó cabizbajo, la joven lo tomó del mentón e hizo que lo viera directo a los ojos.
—Lo harás de maravilla, estoy segura de eso... sí Damian puede, que es un completo desastre, ¿por qué tú no podrías? —
—¡Hey! No me compares —
Soltó Damian indignado, mientras se cruzaba de brazos.



The Life of a Wayne Girl.Where stories live. Discover now