The Life of a Wayne Girl.

¡Estamos perdidos! 😱

Después de que Adele fuera a auxiliar a su hermano y regresaran al hotel, ocurrieron varias cosas.
1.- Bruce se encontró con Selina y ella no le quizo hablar, porque aún estaba indignada.
2.- Dick y Babs no estaban molestos, todo iba bien, pero entonces Bruce y Selina empezaron a discutir y de cierta forma incluyeron a la pareja, provocando que no quisieran verse.
3.- Karol casi le arrancaba la cabeza a Jason, porque una chica le estaba coqueteando y él "no hacía nada para apartarla".
Así que...Dick, Jason, Tim, Damián y Adele fueron en busca de una aventura. Les hablaron de una hermosa cascada que estaba escondida en una parte de la isla. Tenían que atravesar un bosque para encontrarla. Y ahí estaban...buscando la cascada.
Los tres menores del grupo, habían mandado a traer a sus respectivas parejas, pues Selina y Bruce no se habían reconciliado y eso significa que la estancia en la isla duraría. Mientras las esperaban, se unieron a la aventura...que no terminaría nada bien.
—¿Están seguros de esto?—
—¿Qué puede salir mal, Baby Wayne?—
—La última vez, perdieron a Hailee y Katy en el súper mercado...ah y "extrañamente", Tim apareció en el basurero.—
Todos voltearon a ver a Damián, cuando Adele mencionó lo del basurero.
—No voy a admitir algo que claramente yo hice.—
—Está vez será diferente.—
Susurró Dick. La chica soltó un suspiro. Iba a confiar en su hermano mayor, pues siendo el más grande y maduro de los hermanos Wayne, nada tenía que salir mal.
—Es por aquí.—
—¿Cómo sabes?—
Preguntó Tim mirando al mayor.
—Un nativo me dió las instrucciones para llegar a la cascada.—
Siguieron caminando. Todo iba bien. Tenían agua y comida suficiente. Y lo más importante, todos tenían la energía suficiente para caminar durante un buen rato.
—¡Yei! Pronto veré a Conner.—
—Uhm...¿se lo dices tú o se lo digo yo?—
—¿Decirme qué?—
Damián y Jason se miraron entre ellos. Se retaban con la mirada, para saber quién sería el valiente y le diría a la chica lo que había pasado con el vuelo de su novio.
—Escucha...enana...el demonio hizo que el vuelo del kryptoniano se retrasará.—
—¡¿Qué hizo qué?!—
Giró su cabeza como uno de esos fantasmas de las películas de terror y vió a Damián con la mirada especial.
—Estaba aburrido y decidí molestar a alguien.—
—Yo te voy a enseñar ¡a molestar a alguien!—
La menor se lanzó a atacar a su hermano. Dick trató de detenerla, pero le fue imposible.
Adele sí que era una maquina de golpes potente y tenía la mano muy pesada. Acabo por arañar y golpear el rostro de su hermano mayor-menor. Ah, y también lo amenazó con vengarse.
Después de unas dos horas de caminata, Dick llegó a la conclusión de que no le había prestado mucha atención al nativo hawaiano.
—Chicos...¿les digo algo y no se enojan?—
—¿Qué cosa? / Habla ya, Grayson.—
—¿Me creerán sí les digo que nos hemos perdido?—
—Grayson, ¿me creerás sí te digo que te voy a matar?—
—Te creo, Dami, te creo...¿alguien que me quiera ayudar?—
Y no, nadie quizo ayudar a Richard. Al contrario, todos ayudaron a Damián para linchar al mayor. Estaban perdidos en un bosque enorme y lleno de cosas peligrosas, sin señal telefónica y sin haberle avisado a nadie sobre la aventura que tendrían.
Pero, eran los Wayne...formaban parte de la Bat-Family, ellos podrían sobrevivir sin problemas, ¿cierto?
—¡Estamos perdidos!—
Gritó la menor con desesperación.
—Perdidos, perdidos.—
Susurró Dick. Adele lo volteó a ver cómplice, soltó una risita.
—¡Estamos perdidos!...perdidos, perdidos.—
Exclamaban recordando un video que habían visto hace mucho tiempo. El resto de sus hermanos los miraron con molestia.
—¡Cállense!—
Ordenó Damián furioso.
—Perdidos, perdidos.—
Volvieron a hablar en voz muy bajita.
—¡Que se callen!—
Los dos guardaron silencio. La chica hizo un puchero. Estaba aburrida y su forma de entretenerse era haciendo tonterías y portándose de forma infantil.
—De acuerdo...a las tres, todos señalamos la salida, ¿si?—
Sugirió la chica Wayne. Todos asintieron.
—¡Una, dos...tres!—
Damián señaló al oeste , Tim al norte , Dick al sur, Adele al este y Jason a un árbol con forma de gigante.
—¡Maldición!—
Susurraron al unísono. En definitiva, nunca podrían salir de ese bosque. Pronto anochecería y los peligros podían aumentar.
—Ya estaríamos en el hotel...¡si a alguien no se le hubiese ocurrido atrasar el vuelo de MI novio!—
Exclamó la joven con un cierto tono de enfado, mientras miraba mal a su hermano de ojos color esmeralda.
—Blah, blah...no me arrepiento de nada...además, ¿eso que tienes que ver?—
La chica soltó un gruñido. Damián a veces podía ser algo exasperante. Sólo a veces.
—¡No lo sé! Sólo quiero culpar a alguien.—
Pasaron dos horas más y la salida se veía como algo imposible. Ese día, todos aprendieron la lección. Nunca, nunca...de los nunca jamases, irían a un lugar desconocido teniendo como guía a Dick. ¡Nunca! A menos que quisieran morir de forma lenta y dolorosa, lo seguirían.
—¡Quiero ir al baño!—
Exclamó la menor del grupo con un puchero.
—Pues ve al baño.—
Respondió con obviedad Jason. Ella lo miró mal.
—¡¿Y dónde diablos hay un baño?!—
—Ay, enana...que poca imaginación tienes...un segundo...eres niña.—
Mencionó el segundo petirrojo. La menor chilló desesperada. ¡Debían salir de ese lugar, si o si!
—Llora para que toda el agua te salga por los ojos y no tengas que ir al baño.—
Dijo Jason. Su hermana lo miró mal.
—Tendrás que esperar a que nuestro querido hermano se digne a recordar las instrucciones del nativo hawaiano.—
Habló Tim un poco molesto por culpa del mayor. Adele hizo una mueca. Siguieron avanzando a pesar de que no sabían a dónde se dirigían.
Pensaron que tal vez hallarían a una amable persona que estuviese dispuesto a orientarlos...o que por lo menos encontrarían algo de comer, porque la comida ya se les había agotado y el hambre crecía cada vez más.
—Ouch.—
—¿Qué sucede Timmy?—
Todos voltearon a ver al tercer chico maravilla. Él los vió algo asustado.
—Creo que algo me picó en el brazo.—
Dick se acercó a revisarlo.
—Uh, Drake...ya te vas a morir...bueno, fue lindo poder odiarte y molestarte.—
Comentó Damián. Adele le dió un golpe en el hombro a su hermano.
—No le hagas caso...estarás bien Timmy.—
—¡Encontré una barrita!—
Gritó Jason mostrando el bocadillo que había sacado del bolsillo de su pantalón.
—Tranquilos, la pienso compartir.—
Volvió a hablar cuando notó las miradas asesinas de sus hermanos.
—Bien, regresando con Timmy...no morirás.—
—Adele, sí Drake muere, tendrás un pedazo más grande de la barrita.—
La menor abrió los ojos ampliamente.
—Ugh, Tim...eso se ve mal...¿te parece sí vamos cavando tu tumba?—
Exclamó la peli-negra cambiando de idea. El chico de ojos azules la miró mal. ¿Enserio se había cambiado al bando de Damián?
—No sean malos con...Jay, ¿y la barrita?—
Dick miró al del mechón blanco.
—¿Qué barrita?—
—La que dijiste que compartirías con nosotros.—
—¡Ah! Esa barrita...creo que le salieron pies y se escapó.—
Respondió el chico, mientras trataba de ocultar la evidencia. Adele corrió hacia él y le arrebató la envoltura vacía.
—¡Jason Peter Todd!—
—¡Presente!—
—¡Te comiste la maldita barrita que prometiste compartir! ¡Eres un maldito glotón!—
El chico alzó los hombros.
—A las tres, todos vamos tras Jason, ¿si?—
Sugirió Tim, olvidando la picadura y el hecho de que "iba a morir". Asintieron, incluso Jason quien se preparaba para la carrera de la muerte.
—¡Una, dos...tres!—
Jason corrió como nunca en su vida. Como la vez que había olvidado comprar la leche para Hailee y Karol juró matarlo sí no traía la lata de fórmula, porque la pequeña tenía hambre y no dejaba de llorar.
Sus cuatro hermanos lo siguieron con mucha velocidad. Y cuándo Red Hood creyó que su fin estaba cerca...¡la salida! ¡Habían regresado a la playa por la que habían entrado a ese espantoso lugar que prometía llevarlos a una hermosa cascada!
—¡Yei! ¡Hemos llegado! ¡Y estamos vivos!—
Celebró la menor cayendo de rodillas en la arena y alzando los brazos.
—¡Genial!—
—¡Pero te comiste la barrita, Jay!—
—Y porque me comí la barrita, salieron corriendo detrás de mí y encontramos la salida...de nada.—